Susan Collins, Lisa Murkowski y John McCain, sorprendieron a sus colegas y al presidente Trump hace un par de meses al votar contra el intento del líder del Senado, Mitch McConnell, para desbaratar el Obamacare apenas en julio. Esta vez siguen indecisos sobre cómo votar por la Graham-Cassidy.

A los Estados se les daría dinero para establecer sus propias políticas de salud, y es difícil saber quién seguiría cubierto y cómo. En el proyecto de ley Cassidy-Graham, los estados podrían tener dificultades considerables con planes propios de aquí al año 2020, cuando termina cobertura para beneficiarios de Medicaid y ACA.

Padres que no quieren vacunar a sus hijos, incluyendo algunos de regiones ricas y bien educadas del estado, dicen que les preocupa que las vacunas estén relacionadas con el autismo, a pesar de la abrumadora evidencia científica de que este no es el caso.

Del presupuesto de 3 mil 300 millones que el gobernador adjudicó a los organismos de salud pública este año en ejercicio, ¿qué fondos le correspondieron a la fiebre del valle para generar campañas de conciencia? Nada, a pesar del alto índice de infección.

Desde 2011, la fiebre del valle –contraída por inhalación de esporas del hongo Coccidioides en el aire– ha contagiado a más de 75 mil personas en California y Aarizona, donde se observa la mayoría de casos. En California hubo una epidemia de fiebre del valle el año pasado, y el invierno lluvioso indica que será peor en 2017.