Mayoría de jueces republicanos en la Suprema manda ominoso presagio a mujeres en EU

 Protesta contra la prohibición del aborto, en la Corte Suprema de Washington, DC. Foto: MarketWatch.

Protesta contra la prohibición del aborto, en la Corte Suprema de Washington, DC. Foto: MarketWatch.

Con una Corte Suprema inundada en las afueras por cientos de manifestantes en pro y en contra del derecho aborto, como reportamos en su oportunidad, la Suprema escuchó el miércoles el mayor desafío al derecho al aborto en varias décadas. Una mayoría de jueces conservadores de filiación republicana mostró a través de sus preguntas una fuerte inclinación a permitir que los estados pudieran prohibir el aborto en etapas mucho más tempranas del embarazo, contraviniendo lo que establece la ley de la nación sobre tema, Roe v Wade, que data de medio de antigüedad.

Este miércoles los nueve magistrados de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos escucharon los argumentos sobe un caso de Mississippi que podría decidir el destino de Roe v. Wade, la histórica decisión judicial de 1973 que legalizó el aborto en la nación, y que fue reafirmada 20 años más tarde en el fallo sobre el caso, ‘Planned Parenthood v. Casey en 1992.
Aunque la decisión final de la Suprema se conocerá hasta el próximo verano, los seis jueces conservadores, incluidos los tres nombrados por Trump lanzaron preocupantes señales para decenas de millones de mujeres, haciendo pensar al país que la Suprema sostendrá la ley de Mississippi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas de embarazo; dejando a los estados regular pero no prohibir el aborto hasta el punto de viabilidad fetal, ubicado aproximadamente en las 24 semanas contempladcas en la ley Roe v Wade, que de esta manera sería socavada.
Los seis jueces conservadores se inclinaron, unos por acabar con Roe, y otros con Planned Parenthood v. Casey, y sólo el juez Clarence Thomas se pronunció abiertamente por terminar con Roe y con Casey.

Contradiciendo la promesa que hicieron durante las audiencias de confirmación en el Senado los jueces designados por Trump hace un par años, acerca de si atentarían contra Roe, el juez Brett Kavanaugh por ejemplo preguntó si sería mejor para el tribunal retirarse por completo del tema del aborto y dejar que los estados decidan.

Paralelamente este miércoles la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito anuló fallos anteriores que habían bloqueado una ley de Tennessee, que incluía la prohibición de los abortos una vez que se detecta un latido fetal, alrededor de seis semanas, y ordenó una nueva audiencia por parte de la corte en pleno, dice Prensa Asociada.

“Las personas de color y de menores recursos se verían afectadas de manera desproporcionada, señalan los partidarios del derecho al aborto. Los tres jueces liberales de la corte dijeron que revocar a Roe y Casey dañaría significativamente la propia legitimidad de la corte”.

Fu la jueza Sonia Sotomayor quien elevó la pregunta de si «¿Sobrevivirá esta institución al hedor que esto crea en la percepción pública, de que la Constitución y su letra son sólo actos políticos?”.

Lo que implicó la pregunta de Sotomayor es que la Suprema sería percibida como otra rama partidista del gobierno, que cambia de política cuando cambia la composición de sus miembros, en lugar de mantener siempre una interpretación imparcial, no partidista, de los principios legales que emanan de la Constitución.

Esta imagen de la cortes supuestamente percibida como parcial, parecía estar dirigida no sólo a los seis jueces conservadores en general, sin en particular a la jueza Amy Coney Barrett, quien en recientes declaraciones dijo, «Este tribunal no está compuesto por un montón de hacks partidistas”.

Los tres jueves demócratas de la Corte Suprema intentaron apelar a las preocupaciones de sus colegas conservadores sobre la posición del máximo tribunal en caso de derogar Roe. El juez Stephen Breyer, dijo por su parte que muchos estadunidenses dirían: «Ustedes son sólo políticos… Eso es lo que nos mata como institución estadunidense», reportó The New York Times.

En ocasiones, dice, “a veces ha influido en el presidente del Tribunal Supremo John Roberts durante sus 16 años en la corte y también pareció influir en Barrett y el juez Brett Kavanaugh el año pasado, sobre los derechos L.G.B.T.Q. y el Obamacare”. En esa ocasión, los jueces emitieron fallos que eran “más modestos y consistentes con el precedente de lo que hubiera emitido un tribunal estrictamente partidista”. Pero sobre el aborto, sin embargo, muchos observadores de la corte piensan que es probable que la estrategia demócrata fracase esta vez.

Barrett, con un largo historial de oposición personal al aborto, reconoció que la corte aún tiene que lidiar con el tema de obligar a las mujeres a permanecer embarazadas contra su voluntad, que ella misma consideró alguna vez como «una violación de la autonomía corporal, ya sabes, como la que tenemos en otros contextos, como las vacunas».

En sus fallos anteriores, la Corte Suprema ha arraigado el derecho al aborto en la sección de la 14a Enmienda, que dice que “los estados no pueden privar a ninguna persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal».

El gobierno de Biden dijo estar preocupado si se anulan Roe y Casey, porque estarían amenzados también el matrimonio entre personas del mismo sexo y otros derechos, basados en la misma disposición pero que tampoco se mencionan explícitamente en la Constitución.

Si el tribunal emite su fallo final en el verano entrante, éste será un poco antes antes de las elecciones de medio término en 2022, lo que algunos consideran que sería, “un grito de guerra para la temporada de campaña”■

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