Anuncian el mayor presupuesto en la historia para el Programa de Asistencia Alimentaria

Niños que que reciben actualmente beneficios públicos. Foto:   www.cacsb.org

Niños que que reciben actualmente beneficios públicos. Foto: www.cacsb.org

El gobierno federal de Estados Unidos anunciará hoy la mayor partida presupuestaria en la historia del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), mejor conocido como Cupones de Alimentos (food stamps). Según el Departamento de Agricultura, sus investigadores han relacionado la escasez de alimentos con problemas tan diversos como el aumento de las admisiones hospitalarias, más suspensiones escolares y puntajes más bajos del en los exámenes estandarizados de admisión universitaria (SAT).

De la redacción

Durante al menos la última década quienes luchan contra el hambre de los pobres en Estados Unidos han impulsado un aumento en los programas de ayuda gubernamental para completar su dieta, que históricamente han recurrido al Programa de Asistencia Alimentaria (SNAP), o los cupones de alimento como comúnmente se le conoce.

Han dicho que los beneficios del SNAP son demasiado bajos para proporcionar una dieta adecuada, y que “más de las tres cuartas partes de los hogares agotan sus beneficios en la primera mitad del ciclo mensual”, según el Departamento de Agricultura (USDA), que maneja el SNAP. Y han relacionado la escasez de alimentos con posteriores problemas tan diversos como el aumento de las admisiones hospitalarias, más suspensiones escolares y puntajes más bajos en los exámenes estandarizados de ingreso a la universidad (SAT).

Según la fuente, el gobierno federal ha desembolsado casi 54 mil millones dólares en estos beneficios durante 2019, a un promedio de más de 17 millones de hogares que reciben casi todos estos beneficios a través de una transferencia electrónica (EBT).

El Secretario de la USDA, Tom Vilsack, quien ha aprobado ya el mayor aumento de los beneficios en la historia del SNAP, anunciará hoy una medida que modificará sustancialmente el programa para proporcionar comida a los millones de habitantes que pasan hambre en Estados Unidos.

Entre estos, de acuerdo con el Centro de Presupuesto y Políticas Prioritarias Prioritarias, basado en los datos del Censo dados a conocer este jueves, casi uno de cada 5 estadunidenses (18.7%) es latino. Caso similar, de cada cinco hogares con cupones de alimentos uno está encabezado por un latino, y consumen casi 6 mil millones de dólares por año del programa SNAP.

De esta suerte, casi 6 latinos de cada 10 (58%) viven bajo la línea de pobreza, en comparación con el 64% del resto de los hogares con cupones de alimentos. Y para una familia latina de tres miembros, los cupones de alimentos vienen a ser aproximadamente la cuarta parte de sus ingresos.

El USDA sostiene además que 4 millones de latinos que son elegibles para cupones de alimentos están perdiendo beneficios. Sólo la mitad de ellos, que son elegibles el SNAP participan en el programa; y entre los no ciudadanos elegibles, la proporción que participa es aún menor (42%).

Como se recordará, el expresidente Trump infundió un temor en las familias con estatus migratorio mixto, amenazándolas sin verdaderos fundamentos de que si solicitaban este beneicio de los cupnes de alimentos serían considerados como carga pública y verían frustrados sus intentos por ajustar su estatus migratrio. Al parecer, la amenaza perdura.

Con todo, el secretario Vilsack anunciará hoy el 25% de aumento al presupuesto del SNAP, superior a los niveles pre-pandémicos. Ahora, los beneficios mensuales promedio, que eran de 121 dólares por persona antes de la pandemia, verán un aumento de 36 dólares bajo la nueva regulación del USDA, tras rastrear el costo de 58 categorías diferentes de alimentos necesarios para proporcionar una dieta adecuada a una familia de cuatro.

Jamie Bussel, principal oficial de programas de la Fundación Robert Wood Johnson, una organización filantrópica centrada en la salud, declaró a la prensa que se trata de un importante momento de cambio en las reglas de este necesario programa (SNAP), para reducir y potencialmente eliminar el hambre y la pobreza infantil en este país. Sus declaraciones han sido interpretadas como un reflejo más fiel o preciso de los verdaderos costos de los alimentos en las comunidades de la clase trabajadora.

Algo que hace singular a esta medida, que se implementará a partir de octubre para beneficiar a 42 millones de personas inscritas en el SNAP, es que no requiere la aprobación del Congreso. Y a diferencia de otros programas de ayuda que se expandieron por ejemplo para combatir la pandemia de Covid-19, como el crédito fiscal para los hijos, este aumento al SNAP estaría destinado a durar.

Durante las últimas dos décadas, aseguran expertos, más familias trabajadoras o bien están formadas por un padre soltero, o aun cuando ambos trabajan los dos salarios no alcanzan para afrontar los gastos de la vida cotidiana y los que más sufren son los menores.

Hoy, casi el 90% de los beneficiarios del SNAP dicen no tener suficiente dinero para completar la dieta del mes. Por eso el Secretario Vilsack ha enfatizado la importancia de poner alimentos saludables a disposición de los estadunidenses de bajos ingresos. Datos del Departamento de Salud informan sin embargo que más del 70% de los adultos en este país tienen sobrepeso o son obesos■

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