Hospitales abarrotados en el Valle Central por Covid, pero muchos resisten el cierre

De la redacción

Mientras comienzan a llegar las vacunas contra el Covid-19, que serán distribuidas primero en los trabajadores de hospital, expuestos directamente al letal virus, luego en los asilos de ancianos y posteriormente entre los trabajadores esenciales, el país alcanzó 16 millones 257 mil 915 casos de infección confirmados y casi 300 mil muertos.

Tras haber ejercido un control ejemplar contra la propagación del virus durante la primera oleada en la primavera, al día de hoy California vio dispararse estas cifras mortales del coronavirus, y ha registrado más de 1 millón 551 mil casos confirmados, con casi 21 mil decesos.

De hecho, el valle central de California es el epicentro de esta tragedia, entre otras cosas porque como en otros lugares, muchos se ahí resisten a cerrar su negocios, dijo a Los Angeles Times (L.A.T.) el Dr. Eyad Almasri, neumólogo de la Universidad de California San Francisco (UCSF) en el campus de Fresno, quien trabaja en la unidad de cuidados intensivos del Community Regional Medical Center, en el centro de esa ciudad.

Es tal la cantidad de contagios en Fresno que el hospital de la ciudad ha tenido que crear salas de aislamiento improvisadas, incluso en los pasillos del hospital. Además, la tremenda fatiga del personal médico y de enfermería, así como el administrativo, choferes de ambulancias, afanadores, etcétera, que han tenido que trabajar 7 días a la semana jornadas de 12 horas o más, en nada se compara con la fatiga del confinamiento, que siendo real ha servido a algunos para relajar las medidas sanitarias preventivas, que han recomendado las autoridades de salud. Y bueno, he aquí las consecuencias.

Esta semana, dice la fuente, “en gran parte del Valle de San Joaquín los hospitales están abarrotados de pacientes con COVID-19. Al mediodía del sábado, la disponibilidad de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en la región, ¡era cero!”.

Vale saber que la ciudad de Fresno cuenta con más de 1 millón de habitantes en su zona metropolitana. Y que en el Valle de San Joaquín, como en ningún otro lugar de California, “los médicos y enfermeras de cuidados intensivos trabajan en un sistema tan frágil… Es un valle agrícola con altos índices de pobreza y una asombrosa escasez de médicos”.

Sin embargo, durante la pandemia muchos líderes locales han desafiado abiertamente las directivas de salud pública, sostiene el L.A.T. “El Ayuntamiento de Fresno aprobó el jueves una orden destinada a tomar medidas drásticas contra las fiestas en el patio trasero… Pero el jefe de policía de la ciudad rápidamente emitió un comunicado diciendo que sus oficiales no lo harían cumplir”.

Mientras tanto, los casos de coronavirus continúan aumentando en el condado, en parte debido a brotes en una planta avícola de Foster Farms y una prisión estatal. En Stockton, en la parte norte del Valle de San Joaquín, “algunos propietarios de pequeñas empresas exigen una suspensión de los cierres, argumentando que esta tercera ronda es arbitraria e injusta”.

Los empresarios sostienen que el cierre de comercios como medida preventiva puede significar el colapso de la economía local para ellos y sus empleados. Johnny Hernández, copropietario del gastropub Black Rabbit en Stockton dijo a la fuente que “Los hospitales no están desbordados por los restaurantes”. Para él, “la amenaza de la ruina financiera es más real que el espectro de la enfermedad”. Y el jueves se unió a una protesta frente a la alcaldía, nutrida con «los mismos grupos que han organizado manifestaciones contra las vacunas y protestado por las restricciones del coronavirus», incluidos los líderes que se oponen a reducir los servicios religiosos, y los Proud Boys, un violento grupo de la extrema derecha que se han unido a la protesta para exigir la declaración de «ciudades santuario» pero para las empresas.

En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, los restaurantes y bares son los principales focos del contagio de coronavirus, y por eso el gobernador Andrew Cuomo ordenó un nuevo cierre de estos y otros espacios públicos a partir de la madrugada de hoy 14 de diciembre de 2020.

El Dr. Almasri expresó que si pudiera decirle a la gente algo sobre lo que está sucediendo en el hospital de Fresno, sería: “Ayúdanos. Usa una máscara.»

Muchos empresarios y empleados se hallan en la desesperación ante la ausencia de ayuda financiera para sostenerse. Y cuando ha habido algo de ayuda, las trabas burocráticas se interponen y no llega a los necesitados, dice la fuente.

Richard Pan, senador estatal demócrata de Sacramento y el único médico en el cuerpo legislativo, dijo que comprende la creciente ira entre los dueños de negocios, “pero cree que su posición es defectuosa y, en última instancia, conducirá a una peor devastación económica». Señala que, a menos que se contenga el virus, más personas se enfermarán gravemente y menos personas estarán dispuestas a ir a los negocios que permanezcan abiertos. “Desafortunadamente, dolorosamente, las personas se darán cuenta de que estaban equivocadas, y las que no lo hacen, algunas morirán. No podemos salvar a las personas de sí mismas después de cierto punto».

El viernes, el senador estatal republicano de Modesto, Andreas Borgeas presentó un proyecto de ley bipartidista coauspiciado por la senadora estatal demócrata de Salinas, Anna Caballero, que invertiría 2 mil 600 millones de dólares en subvenciones para ayudar a las empresas en dificultades y a sus empleados■

El artículo es extenso y rico en información, por lo que se recomienda su lectura:

‘I’ve seen people die.’ COVID-19 slams Central Valley hospitals, as many resist lockdowns

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