La tajada del león para grandes cadenas de hospitales, sentadas en fuentes rebosantes de cash

Uno de los hospitales de la cadena de Providence en Oregon. Foto: https://oregon.providence.org.

Uno de los hospitales de la cadena de Providence en Oregon. Foto: https://oregon.providence.org.

De la redacción

Estados Unidos alcanza por estos días los 100 mil decesos por Covid-19. El presidente Trump, por su parte, se deja fotografiar jugando golf durante el fin de semana sin mencionar una sola palabra de la tragedia. Entre tanto, 20 grandes cadenas de hospitales recibieron más de 5 mil millones de dólares en subvenciones federales del rescate financiero para proveedores de salud en dificultades, incluso cuando estas cadenas están sentadas en más de 100 mil millones de dólares en efectivo y otros luchan todavía y sin mucho éxito por adquirir los más elementales equipos de protección para el personal de sus hospitales, mal equipaos para hacerle frente a la pandemia.

Como se sabe, la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, pasó el viernes un paquete de alivio económico al coronavirus, de 3 millones de millones de dólares. Esta medida debe ser discutida y aprobada eventualmente por el Senado, pero el líder de la mayoría republicana en la cámara alta, Mitch McConnell la declaró muerta antes de llegar al pleno para su discusión.

Entre tanto, con el ánimo de querer proteger a los grandes empresarios, McConnell impulsa un proyecto de ley para eximir de la responsabilidad legal a los grandes empleadores ante las demandas presentadas por los trabajadores. Es decir, blindar con inmunidad a los empleadores para que hagan prácticamente lo que quieran con los derechos laborales.

Líderes republicanos han desestimado el referido proyecto de ley de alivio al coronavirus que ha venido impulsando la líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, al que Trump dijo que vetaría, y que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell calificó de estar «muerto al llegar», mientras busca imponer nuevos recortes de impuestos adicionales a los grandes empresarios.

Por su parte The New York Times reporta hoy que la red de hospitales del Sistema de Salud de Providence, una de las cadenas de hospitales más grandes y ricas del país, en el área de Seattle, “invierte en fondos de cobertura, administra un par de fondos de capital de riesgo y trabaja con firmas de capital privado de élite como Carlyle Group”. Dice además que dicho grupo cuenta con casi 12 mil millones de dólares en efectivo, “que invierte, al estilo de Wall Street, y que en un buen año genera más de mil millones de dólares en ganancias”.

La fuente afirma también que esta primavera, Providence recibió al menos 509 millones de dólares en fondos del gobierno, y afirma que Providence es “uno de los muchos beneficiarios ricos de un programa federal que se supone evitaría que los proveedores de atención médica se vuelquen sobre los fondos para combatir la pandemia de coronavirus”.

En tanto, muchos estados se ven en la necesidad de restringir a los hospitales la realización de cirugía electiva y otros servicios no esenciales, pues sus ingresos se han visto reducidos o redirigidos al combate del coronavirus.

Como parte del paquete de estímulo económico de la Ley CARES, a través del programa de rescate el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) ha desembolsado 72 mil millones de dólares en subsidios desde abril, a hospitales y otros proveedores de atención médica, y dice que eventualmente planea distribuir otros 100 mil millones de dólares más.

Hasta ahora, “la riqueza fluye en gran parte hacia hospitales que ya habían acumulado profundas reservas financieras. Pero los hospitales más pequeños y que atienden a pacientes más pobres están recibiendo magras cantidades de ayuda federal en comparación.

Alan Morgan, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Hospitales Rurales declaró al Times que “incluso antes del coronavirus, aproximadamente 400 hospitales en las zonas rurales de Estados Unidos estaban en riesgo de cerrar”. En promedio, sostiene, «los 2 mil hospitales rurales del país tenían suficiente efectivo para mantener sus puertas abiertas durante 30 días», antes de la gran crisis de salud.

Muchos hospitales que atienden principalmente a personas de bajos ingresos han recibido subvenciones federales que, según sus ejecutivos, “pueden no ser suficientes para superar la crisis actual”.

Pero la red de hospitales de Providence cuenta con reservas de 12 mil millones de dólares en efectivo, y “ha invertido ese dinero en fondos de cobertura, empresas de capital privado y empresas inmobiliarias”, sostiene la fuente.

Estos fondos de riesgo “hacen negocios junto con algunas de las firmas de inversión de más alto perfil del país, incluidas Kleiner Perkins y Carlyle”.

El año pasado, la cartera de inversiones de Providence generó alrededor de mil 300 millones de dólares en ganancias, superando con creces las ganancias de sus operaciones hospitalarias.

Al igual que otras organizaciones sin fines de lucro, Providence generalmente no paga impuestos federales sobre sus ganancias. Pero en cambio, «en 2018, Providence pagó a su director ejecutivo, el Dr. Rod Hochman, más de 10 millones de dólares en bonos de compensación», concluye el Times

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