Hogares de ancianos, polo de muerte de coronavirus olvidado por el gobierno fedral

De la redacción

El gobierno federal no está rastreando ni contando los muertos por coronavirus en los hogares de ancianos. La cantidad de decesos reportadas en dichos lugares se ha más que duplicado, llegando a 5 mil 670 en Estados Unidos desde la semana pasada, según datos de salud estatales. En Nueva York, por ejempo, más del 2 por ciento de los residentes de hogares de ancianos han muerto por el virus. La noticia, desconocida hasta hace pocos días fue destapada por la prensa, y corrió como la pólvora tras el hallazgo macabro de 17 personas mayores ocultas en un centro de ancianos de Nueva Jersey.

Los adultos mayores que han muertos en los centros de cuidado a largo plazo –nursing homes– son los héroes abandonados. Tal pareciera que la pandemia de Covid-19 vino a ser la coartada perfecta para purgar el padrón electoral, dice un destacado periodista: «junto con negros y latinos» que han muerto por la pandemia de Covid-19 sin ser mayormente contados o atendidos, estas muertes «han venido a purgar el padrón electoral», a hacer
el trabajo que tanto le ha costado a los republicanos con sus históricas prácticas de supresión del voto.

Pero dicho abandono de los ancianos puede estar costando más vidas estadunidenses que cualquier otro error de esta ineficiente administración federal, que ya sea por omisión o por comisión, cobra tintes criminales.

Investigaciones periodísticas como la de NBC News, publicada la semana pasada, señalan que las muertes por coronavirus en los hogares de ancianos, o nursing homes estadunidenses se elevan hoy día a más de 5 mil 500. «El recuento de defunciones se basa en datos de 29 departamentos de salud estatales e incluye hogares de ancianos, viviendas asistidas y otros centros de atención a largo plazo», dice. Encontró que 2 mil 246 muertes están asociadas con centros de atención a largo plazo en 24 estados.

Ahora hay 3 mil 466 de estos centros de ancianos en 39 estados con infecciones de coronavirus, según datos estatales; casi mil centros más de los que informaron a NBC News los referidos funcionarios estatales.

Y es que ni los centros de enfermedades infecciosas, los CDC, ni el gobierno federal al que pertenecen están rastreando ni contando los muertos en dichos hogares de ancianos; no llevan registros ni saben de la cantidad de estas instalaciones que han tenido brotes de Covid-19, ni  afecciones de salud subyacentes. Tampoco atienden sus necesidades de personal calificado para desarrollar esa tarea, no brindan equipos de protección personal ni otros recursos, y esto está costando vidas, o muerte prevenibles, incluidas las del personal que atiende a esta población de ancianos a lo largo y ancho del país.

“Algunos estados de alta población como La Florida se han negado a revelar dicha información y el acceso a las pruebas es muy limitado en muchos estados, lo que significa que el número real de muertes por COVID-19 en los centros de atención a largo plazo es probablemente significativamente mayor”, dice NBC.

Por su parte, The New York Times afirma que con mucho, “el mayor aumento en las muertes en hogares de ancianos se produjo en el estado de Nueva York», donde el recuento de muertes «aumentó de mil 330 la semana pasada a 3 mil 60 a partir del miércoles», según una portavoz de salud estatal.

Y ni qué hablar del hallazgo macabro de 17 cadáveres de ancianos encontrados en un centro de cuidados a largo plazo en el pequeño poblado de Andover, Nueva Jersey, luego que la policía local atendiera una denuncia anónima sobre el deceso de un anciano que dicho centro estaba ocultando.

Estas 17 personas muertas se encuentran entre los 68 decesos recientes relacionados con dicho centro de atención para ancianos. «Entre las muertes en Andover Subacute and Rehabilitation Center I y II, están incluidas dos enfermeras», dijeron las autoridades locales. De los que murieron, 26 personas habían dado positivo por el virus. Se trata de «la instalación autorizada más grande del estado, y el riesgo de propagación continua es aterrador para los miembros de la familia que recurrieron a las redes sociales y a su congresista local, desesperados por respuestas adicionales”.

Pero Andover Subacute no está solo. “El coronavirus ha arrasado los hogares de ancianos de la región de Nueva York con una velocidad devastadora y mortal, matando a miles de residentes en instalaciones que luchan con la escasez de personal, pacientes cada vez más enfermos y falta de equipo de protección”, dice el Times.

La fuente afirma que el 2.3 por ciento de los 131 mil residentes de Nueva York que viven en hogares de ancianos y centros de asistencia asistida han muerto por el coronavirus hasta el momento.

En Nueva Jersey, el coronavirus se ha extendido a más del 95 por ciento de los 375 centros de atención a largo plazo del estado, según las autoridades estatales de salud, dice NBC. «En los últimos ocho días, el número de muertes en hogares de ancianos ha aumentado casi cinco veces en Nueva Jersey, de 128 a 625, dijeron funcionarios de salud estatales».

Massachusetts también se ha visto muy afectado, con 444 muertes en hogares de ancianos en 214 instalaciones. “El estado no proporcionó datos sobre el número de muertes cuando NBC News realizó su primer recuento el viernes pasado”.

Algunos otros estados con los brotes de coronavirus más grandes, son California, Michigan y Pensilvania, pero no proporcionaron el número total de muertes en sus centros de atención a largo plazo. No obstante, 16 estados dieron a conocer los nombres de los hogares de ancianos con infecciones

Con todo, Maryland y Ohio se negaron a divulgar los nombres de las instalaciones afectadas o el número total de muertes debido a las leyes de privacidad estatales, a pesar de un brote que mató a 18 residentes en un solo hogar de ancianos en Maryland y al menos 40 muertes en otros en Ohio.

Georgia proporcionó una lista de nombres de las instalaciones con infecciones, pero se negó a especificar el número de casos de coronavirus y muertes en dichos hogares de personas envejecientes porque las cifras eran «demasiado dinámicas», según el departamento de salud estatal.

El gobierno federal ha enfrentado fuertes críticas en los últimos días tras destaparse esta macabra noticia, por parte no sólo de la prensa sino también de senadores demócratas y defensores de los residentes de hogares de ancianos, por no rastrear la cantidad de instalaciones con brotes de coronavirus ni la cantidad de muertes.

Seema Verma, el administrador de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid que supervisa los hogares de ancianos en el país, dijo en una conferencia telefónica con periodistas ayer miércoles que la agencia estaba «buscando ir más allá», para exigir que los hogares de ancianos divulguen públicamente los casos. Pero Verma no llegó a anunciar ningún cambio en las políticas oficiales para dichos centros. Sin embargo agregó que la agencia divulgaría planes para rastrear brotes en hogares de ancianos a fines de esta semana, y que proporcionaría «información en tiempo real sobre COVID en hogares de ancianos».

Otros en la industria del ramo también han alentado a los hogares de ancianos a ser más abiertos acerca de los brotes de coronavirus en sus instalaciones. Pero es definitivamente una responsabilidad del gobierno federal y los estados llevar un registro puntual del brote de coronavirus en el país, lo que no existe. Porque este problema de brotes desatendidos y muertos por coronavirus está ocurriendo en todo Estados Unidos■

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