Posiciones encontradas al entrar en vigor las licencias de conducir para indocumentados

Un juez federal falló el viernes contra una impugnación del condado de Erie, Nueva York, que retaba la Ley Luz Verde que otorga licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados del estado, y que entrará en vigor en diciembre de 2019. Foto: www.wivb.com.

Un juez federal falló el viernes contra una impugnación del condado de Erie, Nueva York, que retaba la Ley Luz Verde que otorga licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados del estado, y que entrará en vigor en diciembre de 2019. Foto: www.wivb.com.

De la redacción

A mediados del verano publicamos aquí sobre la promulgación de la Ley Luz Verde (The Green Light Bill), que otorga licencias de conducir a unos 260 mil inmigrantes indocumentados en el estado de Nueva York. Esta ley les ayudará a evitar la deportación por delitos relativamente menores, como las infracciones de tránsito.

Hay quienes afirman que las personas por lo general se resisten a los cambios. Tal es el caso de la resistencia de ciertos empleados de condado, en áreas conservadoras del estado de Nueva York, que el 17 de junio promulgó la Ley Luz Vede y que se sumó con esto a una lista de 14 estados que le dan licencia de conducir a los inmigrantes indocumentados (California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Maryland, New Mexico, Nevada, New York, Oregon, Utah, Vermont, and Washington).

Por ejemplo, algunos empleados de condado en Nueva York se rebelan contra esta ley, que fue aprobada en el Senado de Nueva York con sólo un voto más que el mínimo necesario (33 a 29), y que entrará en vigor dentro de un mes. Y el gobiernador, Andrew Cuomo la promulgó con su firma.

Pero algunos funcionarios están preparando el escenario para una revuelta política, y se negarán, dicen, a emitir las licencias. Otros funcionarios de condado amenazan con llamar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), a pesar de que la ley es clara al respecto y fue emitida para dar licencia a todos los residentes del estado de Nueva York independientemente de su estatus migratorio.

«Si entra en mis instalaciones –un inmigrante indocumentado- y ha hecho algo ilegal, es mi obligación informarlo a las autoridades correspondientes (ICE), ya sea ciudadano o no», dijo Robert L. Christman a The New York Times, un empleado del Condado de Allegany, que cuenta con una población de 8 mil habitantes según el censo vigente.

“El conflicto de Nueva York se intensificó después de que un juez federal desestimó el viernes una de las tres demandas que empleados de condado habían presentado para impugnar la Ley Luz Verde”, afirma la fuente.

Y en los últimos días, al menos cuatro empleados han dicho que no cumplirán con la ley. Aunque en la mayoría de los estados el Departamento de Vehículos Motorizados (D.M.V.) es administrado por agentes estatales, en el estado de Nueva York estos deberes recaen sin emabrgo en los empleados del condado, muchos de los cuales son elegidos por votación popular.

No obstante, el gobernador Cuomo ha dicho que los disidentes de una ley pueden ser removidos, pero no ha sido concreto en este caso. “Su silencio contrasta con su posición después de que Nueva York legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2011, cuando Cuomo criticó a los empleados que no emitirían licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo”, y amenazó con removerlos de sus puestos.

Pase lo que pase la retórica estridente ha cobrado ya un efecto negativo entre los inmigrantes indocumentados, infundiendo dudas y temor  entre ellos para solicitar una licencia de conducir, dicen algunos de sus defensores.

Jackie Vimo, un analista de políticas del National Immigration Law Center, grupo de defensa de los inmigrantes pobres, con sede en Washington, DC, declaró al Times que «Esta es una táctica de miedo que hemos visto reflejada a nivel nacional con la administración Trump».

De tal suerte que dichas pliíticas federales han generado una fuerte división entre las comunidades liberales de Nueva York y las áreas conservadoras concentradas en el norte del estado, una zona eminentemente agrícola.

La disputa por estas licencias de conducir  lleva ya 20 años en el estado. Como se recordará tal vez,  en 2007, cuando Eliot Spitzer era gobernador, emitió una orden ejecutiva para permitir a los inmigrantes indocumentados obtener licencias de conducir; pero que dos meses después la rescindió, “bajo una feroz reacción bipartidista”, sostiene la fuente.

La respuesta disuadió a los legisladores de encarar el asunto, hasta que los demócratas tomaron el control del Senado estatal en 2018, y “las políticas de inmigración de la administración Trump le otorgaron más urgencia al tema”.

En tanto, Michael P. Kearns, empleado del condado de Erie (NY) presentó una demanda pero fue desestimada el viernes, en un pelito impugnado por una coalición de ocho estados y el Distrito de Columbia, así como por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, que presentaron escritos en defensa de la ley.

Pero “el Partido Conservador del Estado de Nueva York y el Instituto de Derecho de Reforma Migratoria ofrecieron su apoyo al empleado del condado”, quien dijo que apelará el fallo judcial.

Por otro lado, una demanda federal presentada por Frank J. Merola, funcionario del condado de Rensselaer (NY), con una población de 159 mil 429 habitantes, avanzó esta semana después de que un juez la detuviera temporalmente el mes pasado a la espera del resultado de la demanda del Sr. Kearns.

«Este juego no ha terminado», dijo Merola a la fuente. «Tiene un largo camino por recorrer».

Con todo, para octubre de 2020 Nueva York introducirá gradualmente un sistema de licencias de tres niveles, de conformidad con la ley federal de Real ID Act de 2005, cuyo objetivo es estandarizar las identificaciones estatales■

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