De la redacción
Unos 35 mil maestros agremiados en el Sindicato de Maestros de Los Ángeles (UTLA) entraron en su tercer día de paro de labores en las calles de Los Ángeles, la primera huelga en los últimos 30 años, en protesta contra el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), mientras se negocia un nuevo contrato para reemplazar el acuerdo que caducó en junio de 2017. Esta lucha es considerada también “por la defensa del alma de la educación pública” , contra una tendencia cada vez más acelerada hacia la privatización de la educación.
Los maestros del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), el segundo más grande de la nación, lanzaron su lucha a las calles de la gran metrópoli, dicen, “por el alma de la educación pública” en Estados Unidos. Se lanzaron en incre í blemente grandes números a expresar su hartazgo, su rechazo a las condiciones laborales y salariales bajo las que trabajan, y dicen que consideran alarmante el retroceso que las autoridades del distrito escolar quieren ejercer en las conquistas históricas del magisterio ante una tendencia cada vez más marcada hacia la privatización de la educación.
La autoridades de LAUSD están ofreciendo a los maestros un aumento del 3.6 por ciento contractual para los primeros dos años, en un nuevo contrato de tres años de duración. Mientras, el Sindicato de Maestros de Los Ángeles, UTLA, que representa a los maestros huelguistas, quiere un aumento del 6.5% que entre en vigor de una vez y sea retroactivo a un año.
Argumentan que se trata de un modelo educativo de escuelas charter privadas pero que recibe recursos públicos sin tener realmente que rendir cuentas al gobierno, selecciona a un pequeño porcentaje del alumnado para llevárselo a sus escuelas charter dejando a los maestros de las escuelas públicas la gran tarea de enseñar a la inmensa mayoría de alumnos con más necesidades en la comunidad. Los docencents denuncian que no es justo, y que no están dispuestos a permitirlo.
Resulta por lo menos paradójico que el Distrito Escolar de la ciudad de Los Ángeles tenga dinero más que suficiente en sus arcas como para satisfacer las demandas de los maestros en paro laboral, y que sin embargo no lo gaste puntualmente en los alumnos del sistema de educación pública. En su descargo, el Distrito Escolar sostiene que sus programas ofrecen igualmente salones de clases más pequeños, más personal de apoyo…
El vicePresidente de la Unión de Maestros de la ciudad de Los Ángeles (UTLA), que lidera a los huelguistas, Juan Ramírez señaló a Línea Abierta que la suerte de la educación pública «ahorita está en juego”. Agregó que “Por muchos años ha ido aumentando el número de alumnos en las aulas…, y creemos que ya es tiempo de decir ¡Basta!»
Escuche:
Antes, en la Línea Abierta de este martes la Supervisora del Condado de Los Ángeles y exSecretaria de Vivienda bajo la administración Obama, Hilda Solís opinó también sobre la huelga de los maestros.
Escuche aquí un breve fragmento:
A los maestros se han unido líderes sindicales como Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadunidense de Maestros, AFT, y directivos de la Unión de Maestros de Los Ángeles, UTLA. Y en medio de las enormes manifestaciones de maestros, que entran hoy en su tercer día de paro laboral, una multitud solidaria de personas de la comunidad se ha acercado a apoyarlos repartiendo tacos gratis, agua y otros alimentos. Y en otras ciudades de California, artistas y gente de la comunidad han expresado su apoyo a los educadores que protestan a las afueras de escuelas chárter, parte de la red de escuelas privadas, Accelerated Schools.
Según Los Angeles Times, ni la lluvia pudo disolver las grandes manifestaciones de ayer, que «no se veían desde hace décadas». Esta huelga, dice, “se convirtió en una causa célebre apoyada por políticos como Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Alexandria Ocasio-Cortez”.
Por su parte, el Superintendente Escolar, Austin Beutner advirtió a la ciudadanía sobre lo que en su opinión es “el daño que la huelga está causando al Segundo Distrito Escolar más grande de la nación, y a sus estudiantes”. Pero a medida que la huelga entra en su tercer día, y eventualmente el cuarto y el quinto, dice la fuente, se cree que aumentará la presión para que el sindicato del gremio establezca soluciones «ante la inminente pérdida de salario de los docentes». Esto, en medio de un cierre de gobierno –el más prolongado de la historia de este país- que está afectando gravemente a millones de estadunidenses.
Entre tanto, a medida de que pasa el tiempo sin respuesta a las demandas de los maestros para que se apoye a las escuelas públicas con recursos y se aumente el salario de los docentes, el Distrito Unificado de Los Ángeles, LAUSD, pierde dinero y corre el riesgo de debilitarse la emoción de las familias, preocupadas por la pérdida de tiempo de aprendizaje de sus hijos, sin saber cómo equilibrar la política con el pragmatismo.
Funcionarios de LAUSD y el Superintendente Escolar, Austin Beutner «están enviando señales mixtas sobre la capacidad de los estudiantes para faltar a clases durante la huelga», mientras algunos funcionarios indican que “el aprovechamiento de los alumnos no se verá afectado”, y otros dicen que sí; además de que “la huelga no es una excusa válida para faltar a la escuela”. El distrito escolar informó que sólo un tercio de los estudiantes asistieron a clases el día de ayer.
Pero al no emitir una declaración clara y definitiva sobre cómo LAUSD está manejando las ausencias de los estudiantes, “Beutner está explotando los temores de los padres y a propósito está difundiendo la confusión para tratar de afianzar sus posiciones a raíz de la participación cada vez mayor de maestros en las masivas protestas de ayer y de hoy”, dice el Times.
UTLA reconoce por su parte que la decisión de enviar o no niños a la escuela “es difícil”, y que “depende de muchos factores”. Que siempre ha apoyado a los padres y tutores a que tomen la decisión apropiada para su respectiva situación. “Instamos a Beutner a unirse a nosotros en nuestro enfoque y empoderar a las familias para que hagan lo que creen que es correcto”, dice un comunicado de la unión de maestros citado por la fuente.
“Si Beutner decide que los estudiantes que se presenten en la línea de piquetes serán castigados por hacerlo, debe ser claro acerca de esa política, y el distrito atenderá la fuerza total de 35 mil educadores detrás de sus estudiantes”, sostiene el documento. Y “si bien UTLA no alienta a los estudiantes a faltar a la escuela… tampoco permitiremos que nuestros alumnos sean acosados por el distrito escolar sólo por exigir las escuelas que merecen”.
Con todo, ayer martes el sindicato amplió su acción laboral cuando los maestros comenzaron una huelga en tres escuelas adyacentes al sur del centro de la ciudad, que pertenecen a Accelerated Schools, la red local de escuelas chárters. Los maestros de dichas escuelas privadas trabajan bajo un contrato diferente, aunque todavía están representados por UTLA, que considera su movimiento como “una semana histórica para los educadores y para la educación pública en Los Ángeles», según dijo a la fuente el presidente del sindicato, Alex Caputo-Pearl.
Caputo-Pearl ha pedido una moratoria para los nuevos estatutos, que rigen sobre los maestros en su mayoría no sindicalizados, y que compiten con el financiamiento de las escuelas administradas por el distrito. Las escuelas charter ahora mismo inscriben a 1 de cada 5 estudiantes del distrito. Y los propietarios de estas escuelas están inundando de planteles charter los vecindarios de por sí sobrepoblados de escuelas.
Myrna Castrejón, la jefa de la asociación que representa a estas escuelas privadas, dijo que su grupo se opone a una moratoria en los estatutos, y que hay espacio para nuevas escuelas de alta calidad de todo tipo en los vecindarios donde el rendimiento académico sigue siendo bajo.
Independientemente de cuál sea el desenlace de este asunto, las céntricas calles de la ciudad de Los Ángeles se han teñido de una marea roja, el color de las mantas de los maestros en paro laboral, con manifestaciones masivas que no se veían desde hace varias décadas■