¿Crisis humanitaria en la frontera? ¿Estado de emergencia Nacional? ¿Quién dice?

Visualizando las muertes por armas en Estados Unidos, en comparación con el resto del mundo. Una verdadera crisis humanitaria. Foto: Humanosphere.

Visualizando las muertes por armas en Estados Unidos, en comparación con el resto del mundo. Una verdadera crisis humanitaria. Foto: Humanosphere.

De la redacción

Esta noche el presidente Trump se dirigirá a la nación para reciclar la idea de la crisis humanitaria en la frontera –creada por cierto por su administración-, para justificar un Estado de Emergencia que siente las bases de la necesidad de construir un muro fronterizo para protejer a la nación, que entra en su día 18 de cierre parcial de gobierno.

La exigencia -o intransigencia-, del presidente y la negativa de los demócratas a otorgarle más de 5 mil millones de dólares a Trump para la construcción de un muro en la frontera con México mantienen cerrado parcialmente el gobierno, cierre que se ubica a sólo 4 días de convertirse en el más largo en Estados Unidos.

Y como abordamos en Línea Abierta este lunes, Andrea Delgado, Directora Legislativa de Earthjustice en Washington, DC., quien estuvo presente en la toma de posesión del nuevo Congreso (116) de Estados Unidos, habló aquí de las implicaciones de la nueva correlación de fuerzas políticas en Washington, y sobre las expectativas acerca del discurso del presidente Trump esta noche y lo que se espera que suceda con su declaración de ‘Eatado de Emergencia Nacional’ y la negociación acerca del cierre de gobierno. Porque, dice la analista, el muro impactará negativamente al medio ambiente y esto tendrá también implicaciones de carácter político y legal.

Escuche la entrevista:


Además, en los últimos días, términos como «Extranjeros de intereses especiales» (SIA) y «Terroristas conocidos y sospechosos» (KST) se han utilizado con mayor frecuencia como parte de las discusiones sobre el presupuesto federal y la seguridad de la frontera, dice el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en su sitio web.

Pero dichos términos, sostiene, “son términos generalmente bien entendidos que, desafortunadamente se malinterpretan o caracterizan como parte del debate actual sobre el cierre de gobierno… En general, detenemos en promedio a 10 personas por día en la lista de vigilancia terrorista, para viajar o ingresar a los Estados Unidos, y más de 3 mil 700 en el año fiscal 2017. La mayoría de estas personas están tratando de ingresar a los Estados Unidos por vía aérea, pero también debemos enfocarnos en detener a quienes intentan entrar por tierra”, dice el DHS.

La retórica sobre la presunta amenaza terrorista, que está siendo propagada en los medios por el presidente Trump y el vicepresidente Mike Pence, así como por la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, se halla aderezada ahora con la idea de que 4 mil “terroristas”, o personas denominadas “Extranjeros de intereses especiales” y/o “Terroristas conocidos y sospechosos”, entran por la frontera sur o con México.

La idea busca crear la sensación de peligro que justifique una medida radical como la declaración del Estado de Emergencia Nacional, situación que se ha decretado en ocasiones como los ataques terroristas del 9 de septiembre (9/11) en 2001.

Pero he aquí algunos datos revisados que nos hablan de la verdadera realidad de las cosas. Por ejemplo, de acuerdo con el Instituto Cato, una institución bastante conservadora, ni un solo caso de “Extranjeros de intereses especiales” ha sido encontrado en la frontera sur. Sólo seis casos de personas con nombres similares a los de otros sospechosos en los dos últimos años, y en cambio 3 casos de posibles terroristas fueron encontrados en la frontera, pero con Canadá.

Y el 91% de los casos de amenazas terroristas domésticas, dice CNN, han sido cometidos por personas de la raza blanca, nacidos en este país y por otros provenientes de países que no son musulmanes ni se hallan en la listas de la prohibición de entrada decretada por la administración Trump.

Siguiendo con el Instituto Cato, “El presidente Trump ha citado repetidamente el contrabando de drogas como una razón para construir un muro a lo largo de la frontera sur”. Pero un nuevo estudio de David Bier, erudito de Cato, muestra que si la meta es detener el narcotráfico, “un muro fronterizo es la peor inversión posible”.

Si el Congreso quiere abordar el contrabando de drogas, dice Bier, «debería legalizar la marihuana en todo el país e invertir en mejores puertos de entrada, no construir un muro». Además, argumenta el erudito, “las mismas lecciones que ha proporcionado el contrabando de drogas deberían aplicarse a la inmigración ilegal, reduciendo la demanda de inmigración ilegal al ofrecer más opciones legales a los inmigrantes”.

Como hemos podido observar en la inventada “crisis de la frontera”, los miembros de las caravanas de centroamericanos cruzan la frontera de manera ilegal, pues no les queda de otra, pero para entregarse de inmediato a las autoridades y solicitar asilo, no para ingresar al país a cometer delitos, de cualquier índole.

Por otro lado, si se quiere hablar de una verdadera crisis humanitaria, que tal estos datos: 39 mil 773 muertes por armas de fuego ocurrieron en 2017 en Estados Unidos, “el más alto número de muertes por armas de fuego desde 1968”, dice un reporte del New York Times del 21 de diciembre del año pasado, con los nuevos datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (DCC). “Fue el total anual más grande registrado en la base de datos electrónica de C.D.C., que se remonta a 50 años, y refleja la gran cantidad de vidas perdidas”.

Esta última si puede llamarse una crisis humanitaria, y sin embargo no se menciona en el discurso oficial o de la Casa Blanca, que de acuerdo con muchos analistas, sí experimenta un verdadera crisis de organización.

Un último dato: desde que comenzó el cierre las encuestas muestran que la mayoría de los estadunidenses culpan al presidente Trump y a los republicanos por los cierres (tres en un año), y la mayoría también se ha opuesto sistemáticamente a la idea de un muro fronterizo con México. En promedio, alrededor del 50 por ciento piensa que Trump es el máximo culpable, el 35% culpa a los demócratas en el Congreso como los principales culpables. Y cuando se combinan todos los números, “aproximadamente el 55% culpa a los republicanos, ya sea Trump o los republicanos en el Congreso”, dice CNN

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