De la redacción
La administración Trump amagó este martes con poner fin a la política educativa conocida como Acción Afirmativa, un conjunto de orientaciones establecida bajo el gobierno de Obama que pide a las universidades considerar la raza como un factor para la admisión escolar. Dicha guía ha servido a través del tiempo para orientar a los colegios y universidades sobre qué criterios utilizar en las decisiones de admisión universitaria para promover la diversidad racial y étnica.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Educadores (NEA), durante años la investigación sobre los efectos sociales de la Acción Afirmativa ha demostrado que la integración racial ayuda a todos los estudiantes a tener éxito. Por ejemplo, dice la Presidenta de la NEA, Lyli Eskelsen García: “La integración en el aula reduce las deficiencias en los logros académicos y las brechas salariales; las tasas de deserción escolar, y aumenta la probabilidad de que los jóvenes de todas las razas y orígenes étnicos puedan vivir en las mismas comunidades y trabajar en las mismas industrias”.
Sin embargo, los Departamentos de Educación y de Justicia anunciaron en una carta conjunta que habían rescindido siete pautas de los programas de Acción Afirmativa, porque según los proponentes ésta sólo sirve para «abogar por preferencias y posiciones políticas, más allá de los requisitos de la Constitución».
Como nos tiene acostumbrados esta administración de Trump, hasta el momento no ha mostrado evidencia alguna que sostenga la veracidad ni la pertinencia de sus declaraciones, pero el Vocero del Departamento de Justicia, Devin M. O’Malley declaró a The New York Times que «La rama ejecutiva no puede eludir al Congreso o los tribunales al crear una guía que va más allá de la ley y, en algunos casos, permanecer en los libros durante décadas».
Al parecer, se trata una vez más de la política de impugnación contra todas las órdenes ejecutivas firmadas por Obama (Como si el presidente Trump no firmara órdenes ejecutivas casi todos los días, volviendo esta seria actividad en su pasatiempo favorito).
No obstante la Secretaria de Educación, Betsy DeVos suavizó sus declaracione a Prensa Asociada: «La Corte Suprema ha determinado qué políticas de acción afirmativa son constitucionales, y las decisiones escritas de la corte son la mejor guía para navegar este complejo tema. Las escuelas deberían continuar ofreciendo igualdad de oportunidades para todos los estudiantes mientras cumplen con la ley».
Ante este nuevo asalto de la administración federal, la Presidenta de la NEA, Lily Eskelsen García salió al paso al gobierno federal:
«Nuestras escuelas son más diversas que nunca. Sin embargo el Departamento de Educación, una y otra vez, le ha dado la espalda a nuestros estudiantes más vulnerables y en riesgo, en particular a los estudiantes que aprenden el idioma inglés, a los estudiantes con discapacidades y a los estudiantes de color”.
Eskelsen García sostiene que los educadores saben que todos los estudiantes, “y no sólo nuestros estudiantes de color”, se benefician de aulas diversas e inclusivas. “Las experiencias en el aula son más animadas, más esclarecedoras, atractivas e interesantes cuando los estudiantes provienen de la mayor variedad posible de antecedentes”.
Los estudiantes en diversos entornos de aprendizaje tienen un mayor rendimiento académico que conduce a mejores resultados para todos ellos, agrega la Presidenta del NEA. “Las clases inclusivas reducen los prejuicios y promueven relaciones diversas, abordan los sesgos implícitos y benefician más adelante a los estudiantes de sus comunidades y lugares de trabajo futuros”.
De esta suerte, al decirles a las escuelas y universidades que no deberían usar la acción afirmativa para lograr salones de clases inclusivos, el Departamento de Educación nuevamente les ha fallado, continúa Eskelsen García, quien advierte sobre otro inminente peligro:
«El presidente Trump ha indicado que tiene la intención de designar a un candidato a la Corte Suprema que declarará que la Acción Afirmativa es inconstitucional en nuestras escuelas. La acción del Departamento de Educación pronostica cuánto está en juego en el próximo proceso de nominación de la Corte Suprema. Nuestra nación debe unirse y luchar para asegurar que todos nuestros estudiantes tengan lo que necesitan para alcanzar el éxito».
El Departamento de Educación comenzó a sentar las bases para el cambio cuando restableció en su sitio web de Derechos Civiles una guía de la época de Bush.
La Acción Afirmativa data de una orden ejecutiva con 57 años de antigüedad, dictada por el presidente John F. Kennedy, “que reconoció desventajas sistémicas y discriminatorias para las mujeres y las minorías”, dice el Times.
Y aunque la Secretaria DeVos ha sido cautelosa en sus declaraciones, pues ha dudado en intervenir sobre el destino de las políticas de admisión escolar, pero su nuevo jefe de Derechos Civiles, Kenneth L. Marcus, un opositor vocal de la acción afirmativa que fue confirmado el mes pasado en una votación de línea partidista en el Senado, firmó la carta que la administración Trump dio a conocer ayer martes■