El fantasma del desabasto de alimentos recorre el campo de EEUU por falta de una reforma migratoria

De la redacción

Pie de foto: En California, un proyecto de ley busca que los trabajadores agrícolas reciban el pago de horas extras después de las ocho horas de trabajo por día, o las 40 horas a la semana. (foto cortesía de Luis Magaña).

En California, un proyecto de ley busca que los trabajadores agrícolas reciban el pago de horas extras después de las ocho horas de trabajo por día, o las 40 horas a la semana. Foto: Luis Magaña.

Vuelve a ser recurrente la escasez de mano de obra en los campos agrícolas del país, por lo que un sector pujante de la economía, los granjeros y la agroindustria que necesitan con urgencia una reforma migratoria para abastecerse de los trabajadores extranjeros que depende la agricultura. La ausencia de una reforma migratoria que establezca los lineamientos necesarios para regular un flujo suficiente de trabajadores de la industria agrícola ha generado cierta frustración entre los agricultores.

Según el Western Farm Press, el gerente de área de Foothill Packing en Yuma, Arizona, Tony Tew, opina que «La escasez -de mano de obra- nunca termina, simplemente no hay suficientes trabajadores».

Ante esta realidad, Tew señala que la única posibilidad de reforma migratoria que atisba en el horizonte es la propuesta de ley del representante republicano de Virginia, Robert ‘Bob’ Goodlatte, la Ley de Seguridad del Futuro (HR 4769), que incluye la Ley de Trabajadores Agrícolas Invitados. «Aunque esta última», admite, “limitaría el número de trabajadores extranjeros a 450 mil, y además les exigiría irse voluntariamente a sus países para después regresar”.

En la Cumbre Agrícola del Suroeste de 2018, que se celebró recientemente en Yuma, Arizona, el copresidente nacional de la Coalición de Agricultura para la Reforma de la Inmigración, Craig Regelbrugge deploró que la ley no plante el problema humano de los trabajadores: «No hay solución en el proyecto de ley -HR 4769- que reconozca la realidad de las familias». También dijo que “con la tierra, la experiencia agrícola y la tecnología de este país, podríamos producir más, pero necesitamos mano de obra».

De acuerdo con el Western Farm Press, “Los Estados Unidos continúan perdiendo oportunidades de exportación de frutas y hortalizas frescas a medida que los agricultores luchan por contratar empleados para las operaciones de mano de obra intensiva”.

Pero el aumento de los costos para emplear mano de obra, a pesar de la gran cantidad de solicitantes calificados, “está empujando sin embargo a los productores y procesadores hacia la automatización, pues buscan ser competitivos en los mercados mundiales”.

Aproximadamente el 75 por ciento de los 2 a 2.6 millones de contrataciones de trabajadores de la industria agrícola son nacidos en el extranjero, en México mayormente. Entre la mitad y el 70 por ciento de ellos, dice la fuente, tienen «documentos cuestionados»; es decir, son la Fuerza Laboral Envejecida. Como mencionamos recientemente en este espacio, el Farm Press coincide en señalar que “Muchos están envejeciendo, la edad promedio es de 40 años y el 14% tiene 65 años o más. Pocos nuevos trabajadores están tomando su lugar”.

Con todo, se registra un marcado aumento en la mano de obra extranjera a través del programa H-2A, dice la fuente. Afirma que en el año fiscal de 2007 se registraron 75 mil trabajadores en el programa, pero este año apunta que la cifra aumentó a 400 mil 49. Nada más cinco estados, California, Carolina del Norte, La Florida, Georgia y Washington representan el 51 por ciento de los empleos a través de las visas H-2A.

Tony Tew declara al Farm Press que “a pesar de las amenazas al programa H-2A, éste provee a los granjeros una fuerza laboral estable y comprometida”.

No obstante, existe una considerable frustración en la industria agrícola sobre el fracaso del gobierno federal para reformar la inmigración y el programa de trabajadores invitados, dice Chalmers Carr III, presidente y CEO de Titan Farms, con sede en Carolina del Sur.

Sostiene que “Cualquier esfuerzo de ese tipo ha resultado no sólo inútil, sino también ‘el beso de la muerte’ para sus seguidores”. Y afirma que durante 20 años ha querido una reforma migratoria.

“Dos veces el Senado intentó aprobar una ley de reforma migratoria. La Ley de Seguridad Fronteriza, Oportunidades Económicas y Modernización de la Inmigración de 2013 (S744), fue apoyada por la ‘Banda de los Ocho’, un grupo bipartidista de senadores, y aprobada por el Senado por 68-32. Sin embargo, el proyecto de ley no fue considerado por la Cámara de Representantes y murió en el 113° Congreso».

Actualmente sobre la mesa está la Ley Securing America’s Future (HR 4769), presentada en enero por el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Bob Goodlatte, republicano de Virginia.

Se trata, dice la fuente, de “una propuesta de gran alcance, que fortalecería la seguridad fronteriza; proporcionaría un arreglo temporal al problema DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia); exigiría el uso de verificación electrónica, E-verify; e incluiría la Ley de Trabajadores Invitados Agrícolas que mismo  Goodlatte propuso en 2017. Ese proyecto de ley pide reemplazar el programa H-2A por un programa más flexible conocido como H-2C, señala.

«La Ley Ag proporcionaría visas ampliadas para aquellos en trabajos de agricultura durante todo el año. Una preocupación es que el proyecto de ley limitaría a los trabajadores agrícolas a 450,000, muy por debajo del total de los proyectos de la industria que serán necesarios en los próximos años».

El proyecto de ley también permitiría que trabajadores agrícolas experimentados y no autorizados se unan legalmente al programa H-2C. El problema es que tendrían que abandonar voluntariamente Estados Unidos y regresar bajo el programa H-2C.

Por ahora, la conversación se centra en encontrar una solución a DACA, y cualquier solución significativa para la escasez de mano de obra agrícola probablemente deba esperar. «Mi temor es que si DACA avanza, hará retrocederá la reforma laboral por otros seis u ocho años», dijo Carr al Western Farm Press, quien también fue presidente del American Farm Bureau Labour Committee.

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