De la redacción

De izquierda a derecha: el general jubilado James Mattis; ex presidente de Exxon Mobil, Rex Tillerson; Steve Mnuchin y el senador Jeff Sessions ocupan cargos de alto perfil en el Gabinete del presidente Trump. Foto: NPR.

Un esfuerzo regulador agresivo ha llevado a cambios en las políticas relacionadas con la posesión de armas, los derechos de los homosexuales, las opciones reproductivas, la inmigración y otras cuestiones políticas que causan división. Se dice que varios funcionarios de larga trayectoria han ha dejado sus puestos en esta administración como resultado del esfuerzo.

La revisión de la agenda sobre estos temas legados dela pasada administración se está desarrollando tras bambalinas en Washington, DC, en agencias como el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Allí se están redactando nuevas reglas sobre el control de la natalidad y en los tribunales federales, donde el Departamento de Justicia ha cambiado los engranajes en más de una docena de casos involucrando temas sociales.

El giro se debe en parte a los grupos de presión evangélicos y otros grupos conservadores. En entrevistas, estos grupos dijeron que tienen discusiones regulares sobre política doméstica y extranjera con la administración, más que durante la presidencia de George W. Bush, el último republicano en ocupar la Casa Blanca y alguien que se identificó como un conservador cristiano.

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Where Trump’s Hands-Off Approach to Governing Does Not Apply