Primer inmigrante que acoge santuario en NY, en abierto desafío a las políticas de Inmigración

Marco Vinicio González                                                                                                                          Radio Bilingüe                                                                                                                              Reportero/Editor de Noticias Online

Amanda Morales Guerra agradece el apoyo de la comunidad, y a la Red de Iglesias Santuario que hizo le brindó refugio. Foto: MVG.

Amanda Morales Guerra con una de sus hijas a su lado, agradece el apoyo de la comunidad y de la Red de Iglesias Santuario que le brindó refugio. A su derecha, Juan Carlos Ruiz y el padre Luis Barrios, entre otros. Foto: MVG.

En el primer caso que desafía abiertamente a las políticas antinmigrantes de la administración Trump, la Red de Iglesias Santuario brinda refugio al primer inmigrante que pide públicamente santuario en la ciudad de Nueva York, de donde no se irá “hasta salir victoriosa”, según declaró esta mujer guatemalteca, madre de tres hijas menores, quien da comienzo a una nueva etapa de su vida en un clima político nacional de persecución y odio antinmigrante.

Con voz ligeramente apagada, e intimidada por la presencia de tantos medios de comunicación, la inmigrante guatemalteca de 33 años de edad y madre de tres hijos estadunidenses, Amanda Morales Guerra decidió acogerse públicamente al refugio que le brindara la iglesia de La Cruz, ubicada en Washington Heights, un barrio latino fundado por inmigrantes en el norte de Manhattan. Amanda decidió acogerse al santuario que le brindo refugio, en abierto desafío a las políticas de persecución del gobierno federal contra los inmigrantes.

“Agradezco a toda la comunidad que me está apoyando para estar acá, por hacer posible este día…, y sólo sé que saldré victoriosa de aquí”, dijo alzando un poco la voz, y volvió a guardar silencio para dar el micrófono a los organizadores, entre quienes se hallaban sacerdotes católicos, protestantes, rabinos judíos y miembros de otras denominaciones religiosas, así como sindicales que forman esta red.

“Esta mañana sometimos una carta a las oficinas del director de Inmigración en Nueva York (Oficina de Campo DHS/ICE), Thomas Decker, demandando un Stay of removal -o petición- que permita parar la deportación de Amanda”, dijo el reverendo Juan Carlos Ruiz, coordinador de la Red de Iglesias Santuario en esta ciudad.

De izquierda a derecha, Amanda y una de sus hijas, detrás Juan Carlos Ruiz (con el dedo en la boca), Luis Barrios al micrófono y atrás de él Ydanis Rodríguez, entre otros.

De izquierda a derecha, Amanda y una de sus hijas, detrás Juan Carlos Ruiz (con el dedo en la boca), Luis Barrios al micrófono y atrás de él Ydanis Rodríguez, entre otros.

De acuerdo con The Washington Times, hasta marzo pasado unas 500 ciudades se habían sumado a esta red de santuarios en Estados Unidos, a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia. Como se recordará, esta red data por lo menos de los años 80, cuando abrió sus puertas para dar refugio a los desplazados de las guerras en Centro América que este gobierno fomentaba en la época. La violencia no sólo no ha cambado en esa convulsionada región del Continente Americano, sino que incluso muchos afirman que ha empeorado.

-¿Qué es lo que buscas aquí –preguntó Noticiero Latino a Amanda.

-Yo lo que busco es estar acá con mis hijas, para no dejarlas desamparadas –respondió.

-¿Qué significaría para ti que te deporten a Guatemala?

-Para mí sería muy difícil…, muy triste, dejar a mis hijas desamparadas.

-¿Correrías algún peligro allá?

-Sí, claro que sí, con mis hijas… allá hay muchos delincuentes.

-¿Confías en este movimiento santuario que te está dando refugio aquí?

-¡Sí!

-¿Por qué?

-Ah, pues porque son muy buenas personas.

Amanda Morales Guerra con su hijo más pequeño en brazos, escucha al concejal de la ciudad Ydanis Rodríguez prometer a la inmigrando que hoy iría una delegación de funcionarios municipales y estatales al Departamento de Seguridad Interna (DHS) a pedir que paren su deportación. A su lado el padre Luís Barrios. Foto: MVG.

Amanda Morales Guerra con su hijo más pequeño en brazos, escucha al concejal de la ciudad Ydanis Rodríguez prometer a la inmigrante que hoy iría una delegación de funcionarios municipales y estatales al Departamento de Seguridad Interna (DHS) a pedir que paren su deportación. A su lado el padre Luís Barrios. Foto: MVG.

“Quiero aclarar que Amanda no está huyendo de la justicia, está corriendo hacia la justicia”, intervino Juan Carlos Ruiz, quien agregó que “Amanda todo el tiempo trabajaba, desde que llegó, hasta hoy día”.

Amanda llegó a este país en 2004, “a buscar una mejor economía, una mejor vida acá en este país”, dijo. “Decidí venir acá, porque no tuve otra opción”.

Amanda tenía ayer mismo una cita con Inmigración, a donde había estado acudiendo periódicamente hasta que le anunciaron que tenía una orden de deportación definitiva. Cuando Amanda se enteró que sería deportada, el 3 de agosto pasado, “Me dijeron que tenía que llevar mi boleto -de avión- de una sola vía, porque iba a ser deportada ya”.

Hoy tenía que haberse presentado en Inmigración, «pero le entregamos una carta a Decker diciéndole que ella iba a entrar en santuario porque no podía abandonar a sus hijos. Y que no podía exponerlos a la violencia que se sufre allá en Guatemala”, explicó Juan Carlos Ruiz.

El reverendo dijo además que la familia de Amanda había tenido que mudarse ya, “de una zona rural a la ciudad de Guatemala; porque estaban siendo amenazados por la violencia y la delincuencia que se vive en ese país”.

-¿Tú sabías de otros casos como el tuyo, de personas que acudieron a su cita y que ahí mismo fueron arrestadas?

-Sí. ¡Claro que sí!.. Eso fue lo que me motivó a venir aquí”, a la Iglesia de La Cruz.

Líderes religiosos piden tocarse con las manos mientras elevan un rezo por la suerte y la salud de Amanda y sis hijos, así como de todos los perseguidos por la administración Trump. Foto: MVG.

Líderes religiosos piden tocarse con las manos mientras elevan un rezo por la suerte y la salud de Amanda y sus hijos, así como la de todos los perseguidos por la administración Trump. Foto: MVG.

Aprovechando el viaje, a la iglesia que le da refugio a Amanda y sus tres hijos (dos niñas y un niño pequeños), acudió en su apoyo el concejal Ydanis Rodríguez, y el congresista federal que representa a ese distrito, Adriano Espaillat, quien dijo que había sometido ya dos proyecto de ley al Congreso de Estados Unidos para frenar las políticas antinmigrantes del presidente Trump.

También estuvieron brindando su apoyo a Amanda líderes comunitarios y sindicalistas del Alto Manhattan.

Por su parte, Ravi Ragbir, otro de los coordinadores de la referida coalición de Iglesias Santuario dijo a la prensa que «sin esta protección los hijos de la inmigrante se volverán huérfanos de ICE”. Y sostuvo en Estados Unidos hay en la última década “unas 3 millones de familias que han sido destruidas por estas políticas”. Por eso la respuesta de esta red “a tanto odio”, ha sido construir santuario para las familias inmigrantes que enfrentan la deportación, señaló Ragbir.

Por su parte, el reverendo Luís Barrios, encargado de la Iglesia de la Cruz cerró la sesión con la prensa invitando a la concurrencia a repetir con él “este rezo: Aquí estamos, y no nos vamos. Y si nos echan, ¡nos regresamos!… Aquí estamos, y no nos vamos. Y si nos echan, ¡nos regresamos!…”■

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