Demócratas en California contestan preguntas sobre AHCA a votantes republicanos que reúsan hacerlo

Una partidaria de Planned Parenthood en asamblea popular de un representante republicano. Foto: AP

Una partidaria de Planned Parenthood en asamblea popular de un representante republicano. Foto: AP

De la redacción

Los incesantes escándalos de la Casa Blanca han empujado a las sombras lo que hasta antes de que terminara la semana pasada era la noticia, que afligía a muchos, si no es que a todos: El voto republicano en la Cámara de Representantes para derogar la Ley de Cuidados de Salud Costeable (ACA). La preocupación recayó sobre unos, por los efectos que tendría en su economía familiar y en su salud personal; y sobre otros –congresistas que lo disimulan-, por lo que concierne a su futuro político, amenazados por la nueva forma que ha tomado la protesta entre sus constituyentes: las enardecidas asambleas populares (town halls meetings), que en agrias reuniones le piden cuentas a sus “representantes” sobre dicho voto.

Poniendo el foco en California, como se recordará los 14 republicanos de este estado, que votó por Hillary Clinton en las pasadas presidenciales, se plegaron al mandato de su liderazgo (Paul Ryan y Mitch McConnell), y votaron en la Cámara de Representantes 217 contra 213 para derogar la Ley de Cuidados de Salud costeable, ACA. Algunos lo hicieron con reticencia, y otros alegremente, dice Los Angeles Times (LAT).

En la ocasión, los republicanos sometieron su proyecto llamado Ley Americana de Cuidados de la Salud (AHCA). Y aunque tras la votación celebraron en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca con muchas cajas de cerveza el proyecto apenas es eso: un proyecto al que le falta un largo camino por recorrer para convertirse en ley. Por lo pronto ACA, firmada en 2010 bajo la administración Obama, es la ley de salud vigente.

De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), entre los efectos más relevantes de AHCA está el de dejar sin seguro médico a unos 24 millones de estadunidenses. Inicialmente. Y de convertirse en ley, otro efecto sustancial y negativo recaería en los derechohabientes del Medicaid –que lo perderían- y los asegurados a través de sus empleadores. Los costos de las primas para la cobertura se elevarían enormemente, y las personas con condiciones médicas preexistentes o no serían admitidos, y en los estados que asumieran la licencia del gobierno federal para excluirlos, les darían acceso pero a un costo inalcanzable.

Como se recordará, un congresista de otro estado se atrevió a decir en una asamblea popular con sus electores que “nadie se ha muerto por no tener acceso a un seguro de salud”, lo que enfureció a esa audiencia.

Vale anotar que algunos de los congresistas republicanos de California, cuyos distritos experimentaron bajo ACA el mayor beneficio de la expansión de Medicaid, son los representantes Jeff Denham (Turlock), David Valadao (Hanford) y Steve Knight (Palmdale), quienes desde que se plegaron a los designios de Trump, su liderazgo político y del actual secretario del sector salud, Tom Price, se han convertido en blanco frecuente de los demócratas.

Uno de estos legisladores es el representante republicano Darrell Issa, de Vista, California, quien toda la semana previa a la votación en la cámara baja había dicho públicamente que estaba indeciso. El periódico LAT afirma que Issa ganó recientemente su reelección con menos de 2 mil votos, y que sin embargo “él fue uno de los que se sentó muy sonriente en primera fila, en la referida celebración de la Casa Blanca”. Y esa fotografía es la mejor arma que han estado buscando los demócratas, dice la fuente: “van usar esa fotografía en los anuncios de campaña contra los republicanos en noviembre de 2018”.

Pero los electores de California no van a esperarse hasta el 2018. Como se ha podido ver en los noticiarios televisivos de casi todas las cadenas durante las últimas semanas, aun desde antes de la votación, han recibido a sus representantes a la vuelta del receso -y pasadas los efectos de las cervezas en la Casa Blanca-, y les han preguntado agriamente a la cara que expliquen su voto para repeler el Obamacare, el programa que a muchos de ellos les ha brindado seguridad médica, quizás por primera vez en su vida; y que hoy los vuelve a sumir en la incertidumbre o agonía existencial. En dichas reuniones, los legisladores no han podido contestarle coherentemente a sus constituyentes, que en ocasiones han amenazado con castigar a sus representantes en las urnas y en la mayoría de estas asambleas populares los han abucheado.

El LAT afirma que dichos distritos han visto un aumento en el registro de votantes entre los demócratas, y entre otros electores que durante los últimos cuatro años se habían mantenido «sin preferencia partidaria», pero que apoyaron a Clinton en noviembre.

En tanto, Issa dijo que sus electores están buscando alivio en el Obamacare, y que el voto de los republicanos fue precisamente «el momento y la manera de hacerlo bien». Pero durante semanas, “decenas de personas han protestado afuera de sus oficinas en oposición a la ley” (AHCA).

Por su parte Jeff Denham, el único republicano de California que había dicho que votaría en contra del proyecto de ley, dijo a los periodistas que él “obtuvo el compromiso de los líderes del Partido Republicano de que trabajarán en el acceso a la atención médica, especialmente en las zonas rurales”, y que por eso votó por AHCA.

Los demócratas tienen ahora los ojos puestos en esos distrito de. En un comunicado, calificaron el proyecto de ley de los republicanos como algo que abordarán para señalar a esos constituyentes el aumento que se viene encima en los costos de la atención médica, y la reducción de las opciones.

Como pudo verse en la televisión, en el Jardín de las Rosas Trump alabó al líder de la mayoría de la Cámara, Kevin McCarthy, llamándolo por su primer nombre. “McCarthy fue parte integrante de la incorporación de miembros moderados al proyecto de ley”. Y al acercarse el día de la votación, sostiene el Times, le dijo a sus colegas que “era hora de dejar de debatir cómo debía ser la legislación y votar”.

Mientras languidecía la ‘victoriosa’ conferencia de prensa de los republicanos y Trump en la Casa Blanca, “el Partido Demócrata nacional lanzó una campaña criticando a los legisladores de los siete distritos de California”, con el fin de que diera la vuelta a través los medios de comunicación.

Uno de los efectos inmediatos de dicha votación puede verso en lo que dijo la organización ActBlue, un brazo democrático de recaudación de fondos. Declaró que recaudó más de 250 mil dólares a nivel nacional en las primeras dos horas después de la votación.

El multimillonario de California, Tom Steyer, que lidera el grupo de cambio climático NextGen Climate, anunció por su parte una campaña contra los republicanos que votaron. “Las familias –dijo-, y los ancianos en sus propios distritos los harán responsables».

El Comité Nacional Republicano del Congreso “envió declaraciones agradeciendo a cinco republicanos de California por ‘mantener su promesa de ‘proteger’ a las familias de su distrito, de los efectos aplastantes del Obamacare».

En tanto, ahora que regresaron los legisladores de su receso tendrían que escuchar cómo sus respectivos votantes se sienten acerca de la votación. Y aunque “Ninguno de los republicanos tiene asambleas programadas”, dice la fuente, otros medios han divulgado que ante la negación de los republicanos para atender las preguntas que tienen sus votantes, algunos legisladores demócratas de distritos aledaños se preparan ya para suplir a sus colegas, aunque no corresponda a sus distritos. Para atender las asambleas de los republicanos y explicar a esos votantes lo que significa AHCA para ellos y sus familias; para los envejecientes y los niños, pero sobre todo para los que tienen condiciones médicas preexistentes.

Por ejemplo, millones de californianos perderían el seguro de salud si el proyecto de ley de los republicanos se convierte en ley, según afirman expertos. En gran medida, dicen, porque 1 de cada 3 residentes en California está cubierto por el Medi-Cal, el programa estatal de Medicaid que se expandió bajo el Obamacare.

Como se sabe, el financiamiento federal para esa expansión comenzaría a desaparecer en 2020, dejando a los estados pagar la factura o eliminar a la gente pobre de las listas del Medi-Cal. No obstante, AHCA enfrenta aun a una batalla cuesta arriba en el Senado, y luego de regreso a la cámara baja segura y sustancialmente modificado, como se espera, si es que no es rechazado del todo. Ahí los más conservadores, como el grupo de la “Libertad”, iniciarán un nuevo pleito para volver a enmendar o eliminar las cláusulas incómodas, o las más populares del Obamacare.

Por lo pronto, la imagen que está dando vuelta por los medios de comunicación y las redes sociales de manera viral, con votantes enfurecidos que piden explicación a sus representantes, cuando no los señalan de traidores, tiene preocupado a más de uno; sobre todo a los que buscarán su reelección el año entrante. Que al ver las barbas de sus colegas afeitar, no querrán poner las suyas propias a remojar, como dice más o menos el refrán popular■

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