«¡¿Quién lo iba a saber?!», dijo Trump, antes de intentar repeler la ley de salud

Inscribiéndose para la cobertura 2017. Foto: Adobe Stock.com

El motivo de la discordia de los republicanos. Foto: Adobe Stock.com

De la Redacción

Los demócratas sin embargo rechazan la idea. Dicen que para aquellos que no pueden desprenderse de gran parte de sus ingresos para comprar un seguro de salud privado, incluso un crédito fiscal reembolsable “no es probable que sea suficiente para pagar por una póliza de seguro de salud”. Esa es una razón por la que dicha alternativa republicana no es probable para cubrir a tantas personas como la Ley de Cuidado de Salud Asequible.

En la siguiente actualización presentamos aquí un análisis más amplio y detallado de los límites y alcances, así como de los malentendidos y pasajes complicados que no deja ver fácilmente el contenido de la Ley de Cuidados de Salud Costeable, que el presidente Trump y los republicanos inentan derogar y reemplazar, aunque sin éxito.

En este programa de Línea Abierta escucharemos una conversación entre el director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco, y Sinsi Hernández-Cancio, directora de Equidad de Salud en Families USA, con sede en Washington, DC, en la que participan además Virginia Madueño, una pequeña empresaria que tomó parte de un foro público reciente, sobre la reforma de salud, en Riverbank, California; y Lilia Rodríguez, quien hizo lo propio en otro foro público sobre dicha ley, en Turlock, CA.

La charla gira alrededor del discurso que esta semana pronunció ante el Congreso el presidente Trump, en el que descalificó el actual sistema de salud, también conocido como Obamacare, caracterizándolo como “un desastre” que cae por su propio peso. En su alocución el presidente llamó al Congreso a sacar adelante un plan que reemplace a la ley de salud vigente, tras aceptar que “no sabía que iba a ser tan complicado”.

Aquí escuchará también las opiniones de los radioescuchas de Línea Abierta, el programa estelar de noticias que Samuel Orozco conduce habitualmente en esta red de emisoras de radio pública latina, sobre diversos fragmentos del discurso de Trump en el Congreso, con ejemplos personales sobre la manera como trabaja dicha ley de salud y el impacto que ha tenido ésta en sus vidas.

En la solemne ocasión ante el Congreso Trump pidió un sistema en el que los consumidores compren seguro con la ayuda de créditos fiscales y Cuentas de Ahorro de Salud expandidas.

Como  defensora del consumidor, Hernández-Cancio examina con Orozco los entretelones de dicho discurso, en el que Trump “cambia de tono pero no de contenido” y persiste en el mismo discurso de campaña, dice Orozco. Trump presenta un controversial “manojo de ideas sueltas” que ni siquiera llegan a conformar un verdadero plan de salud, dice Hernández-Cancio, mientras los líderes republicanos de ambas cámaras del Congreso se empeñan por abolir y reemplazar la Ley de Salud vigente sin tener una alternativa que bride cobertura médica de calidad para una amplia mayoría, a precios verdaderamente asequibles.

Escuche aquí el programa completo de Línea Abierta (03/02/7), abriendo el enlace de abajo:


isLas nebulosas propuestas del presidente Trump en su discurso ante el Congreso para cumplir con una de sus principales promesas de campaña, repeler y reemplazar la reforma de salud, había generado elevadas expectativas. Se esperaba que definiera cómo implementar un «gran plan de salud», pero la realidad rebasó al propio presidente y lo hizo admitir que la política de salud “es complicada… ¡¿quién lo iba a saber?!».

Luego, tras concluir una reunión a puerta cerrada con los senadores republicanos, donde se debatió cómo reemplazar el Affordable Care Act o Ley de Cuidados de Salud Costeable (ACA), Trump pidió a los republicanos un paquete de ideas para reformar el sistema vigente.

De acuerdo con The New York Times el resultado de dicha reunión hizo sin embargo más clara la división entre los propios republicanos, particularmente en los detalles de las propuestas. Específicamente en cómo ayudaría el gobierno federal a las personas a comprar un seguro de salud en el mercado privado, cuando éstas perdieran el que ya tienen.

Del mismo modo surgieron entre los propios legisladores republicanos las dudas y los temores sobre el futuro de los cuidados de la salud de sus representados. Algunos republicanos “rechazaron una propuesta que exigiría a los trabajadores pagar impuestos sobre los beneficios, “especialmente generosos”, que les proporciona el empleador. Y otros están preocupados por el futuro del Medicaid y del Seguro Social.

Por ejemplo, algunos líderes republicanos ofrecerían ayudar a la gente a comprar un seguro de salud en el mercado libre con un crédito tributario que, para trabajadores de bajos ingresos podría exceder la cantidad que estos deben en los impuestos federales sobre la renta. Pero otros republicanos más conservadores sostienen que el crédito fiscal no debe ser mayor que la cantidad de impuestos que los consumidores deben al Tío Sam.

Trump contó con el decidido apoyo de Paul Ryan, el líder de la mayoría republicana en la cámara baja a un plan de salud que al carecer de detalles se antoja “decididamente vago”. Y sin embargo, “no resolvió claramente el desacuerdo entre Ryan y los republicanos más conservadores”.

Según el periódico británico, The Guardian, Trump declaró que «Debemos ayudar a los estadunidenses a comprar su propia cobertura a través del uso de créditos tributarios y cuentas de ahorros de salud ampliadas”.

Pero el representante conservador de Virginia, David Brat en la referida reunión a puerta cerrada preguntó al presidente: «¿Ese es tu primer gran movimiento?” Y añadió, de ser así, “Usted tendría a políticos que suben el costo del cuidado médico, sumando una carga económica a los problemas financieros de otros programas como son el Medicare y el Seguro Social».

La propuesta de Trump cambiaría radicalmente lo que está escrito en las pólizas de seguro que compran los estadunidenses actualmente, dice la fuente, “abandonando incluso la meta de una cobertura universal» en favor de un principio más limitado, que los republicanos, aseguran, daría acceso a una cobertura.

Pero aunque probablemente esta promesa tranquilizaría al liderazgo republicano, sin embargo mantiene vigente los enfrentamientos con los demócratas.

Los detalles del crédito fiscal podrían significar una diferencia sustancial para los consumidores. Por ejemplo, dice The Guardian, si una familia es elegible para un crédito fiscal de tres mil dólares en la compra de un seguro de salud, y debe mil dólares en impuestos federales sobre la renta, ¿debería obtener sólo mil? ¿O debería recibir los tres mil dólares?

Además, un crédito fiscal reembolsable también puede resultar en pagos excesivos del gobierno. Si el crédito excede la obligación tributaria de una persona, el gobierno paga el excedente.

«Creo que los créditos fiscales reembolsables son sólo otra palabra para subsidios», dijo a por su parte la fuente el senador republicano de Kentucky, Rand Paul.

Los demócratas sin embargo rechazan la idea. Dicen que para aquellos que no pueden desprenderse de gran parte de sus ingresos para comprar un seguro de salud privado, incluso un crédito fiscal reembolsable “no es probable que sea suficiente para pagar por una póliza de seguro de salud”. Esa es una razón por la que dicha alternativa republicana no es probable, para cubrir a tantas personas como la Ley de Cuidado de Salud Asequible, reporta el Times.

Además, en la reunión a puerta cerrada con el presidente varios legisladores republicanos expresaron su preocupación “porque el crédito fiscal propuesto por los líderes de la cámara alta estaría disponible incluso para personas con altos ingresos que no necesitan la ayuda federal”.

Ya el representante republicano de Texas y jefe del Comité de Medios y Apropiaciones, Kevin Brady había dicho que el crédito sería “una manera de proporcionar más equidad en el código tributario creando un recorte de impuestos para las personas que compran seguros por su cuenta”. Pero recordó que esta facilidad al consumidor, “ya está disponible para las personas que obtienen un seguro a través del lugar de trabajo”.

Thom Tillis, de Carolina del Norte y Lindsey Graham, de Carolina del Sur, figuran también entre los republicanos escépticos. «Hay otras maneras de abordar ese segmento de la población», dijo Tillis, acerca de los trabajadores pobres con poco o ningún impuesto sobre la renta.

Algunos republicanos también están preocupados por la posibilidad de exigir que los trabajadores paguen impuestos sobre el valor de la cobertura patrocinada por el empleador, que exceda ciertos umbrales. Pero los empleadores y los sindicatos se oponen vigorosamente a esta medida, que afectaría a las personas en los planes de salud más caros.

Por último, los legisladores de los estados que ampliaron Medicaid bajo ACA afrontan la presión de regresar a casa para oponerse a recortes bruscos de los «generosos» financiamientos que reciben por parte del gobierno federal.

Lisa Murkowski, la senadora republicana de Alaska que bajo la Ley de Salud Costeable amplió la elegibilidad para el Medicaid en su estado, dijo que quería estar segura de que su estado podría retener la expansión si su legislatura quería hacerlo. «Alaska debería tener esa opción».

La única rama de olivo arrojada a demócratas, dice The Guardian, fue la llamada a bajar los precios de los medicamentos recetados. Progresistas en el partido presentaron un proyecto de ley esta semana para permitir las importaciones de medicinas del Canadá, que muchos creen bajaría los precios de las medicinas mediante la introducción de precios competitivos.

Más tarde, Trump llamó a reducir drásticamente las regulaciones de la Administración de Drogas y Alimentos, “para impulsar la innovación”; un movimiento al que los demócratas se opondrían casi con seguridad.

Trump prometió también proporcionar «acceso» a la cobertura para las personas que ya están enfermas con «condiciones preexistentes». Eso probablemente se refiere a grupos de alto riesgo -planes de cobertura subsidiados por el gobierno que 35 estados tenían antes de ACA-, con primas y deducibles más altos, «y límites anuales y de por vida en el cuidado de la salud». Los republicanos también han propuesto esta solución en planes anteriores, concluye la fuente■

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