Guadalupe García de Rayos habla antes de presentarse en las oficinas de ICE junto a su esposo y su hijo.
Una inmigrante mexicana madre de familia fue arrestada y deportada en Phoenix, Arizona, luego de casi diez años en proceso de deportación. Guadalupe García de Rayos se convirtió en la primera víctima de las políticas migratorias dictadas por el presidente Trump. Docenas de manifestantes protestaron la detención de Guadalupe, donde siete resultaron arrestados. Con los detalles desde Phoenix Valeria Fernández.
Durante nueve años Guadalupe García de Rayos se presentó sola a las Oficinas de la agencia federal de Inmigración y Aduanas conocida como ICE, para un seguimiento de control anual de su caso tras ser arrestada en una redada. Pero esta vez lo hizo acompañada.
Se escucha: “No estás sola. No estás sola…”
Su esposo, sus dos hijos estadunidenses y cientos de activistas y religiosos pro inmigrantes, y personas sin documentos fueron a apoyarla. Eso fue lo que dijo García minutos antes de entrar a las oficinas de ICE, preocupada por los decretos del presidente Donald Trump:
“Me han traído con permisos año tras año. Y pues el día de hoy vengo a enfrentarme una vez más, y tenemos un poco de miedo por las leyes injustas del presidente, que para mí, soy prioridad para ser deportada… Pues esperemos en Dios que todo salga bien»
Jaqueline la hija de 14 años de Guadalupe García de Rayos habla en defensa de su madre, quien llegó a este país cuando tenía su misma edad.
La esperanza de García pronto se esfumó. La arrestaron y la pusieron en proceso de deportación. García había sido detenida en 2008 en su casa, por alguaciles de Maricopa, por trabajar con documentos falsos, y enfrentó cargos criminales por robo de identidad. Su hijo, Ángel Rayos tenía apenas 8 años de edad cuando presenció la detención.
Ángel Rayos:
“Mi niñez ha sido muy difícil, era muy chico cuando todo esto había estado pasando, no entendía lo que estaba pasando, esto ha sido muy difícil… A los otros niños de mi edad y a todos en general les pido que no tengan miedo, que aquí estamos todos apoyándonos entre nosotros para que sigue la lucha»
El movimiento ‘Puente’ ayudó a García con su defensa legal. Carlos García es el director:
“La valentía de esta familia no es sólo por ellos sino por las familias que siguen después de ellos”
Esa valentía fue la que atrajo a cientos de personas que en solidaridad se sumaron primero a una vigilia que luego se convirtió en desobediencia civil, para frenar la deportación de García.
Se escucha: Shut it down… Shut it down…
Look Black y Manuel Saldaña bloquean salida de camioneta de migración que transporta a Guadalupe García.
Siete personas espontáneamente se pararon delante de una camioneta de migración que intentaba trasladar a García. Uno de ellos se abrazó de la rueda del vehículo aún encendido, durante varias horas. Los activistas fueron arrestados, pero a pesar de sus esfuerzos las autoridades la deportaron a México. Dejo detrás y en la incertidumbre a su esposo de más de 20 años, a su hijo Ángel de 16 años de edad, y a su hija Jaqueline, de 14.
Las autoridades de migración argumentaron que García tenía una orden de deportación, pendiente desde 2013. También ignoraron una solicitud de Rey Ybarra, el abogado de inmigración defensor de García, para frenar su deportación por violarle sus derechos constitucionales cuando fue arrestada durante la redada en el 2008.
El abogado Ybarra:
“Eso es horrible…, hay un argumento muy bueno que nosotros podíamos investigar si podemos pelear su convicción criminal”
La esposa del abogado Ybarra, Ángeles Maldonado fue una de 7 personas que participó en el acto de desobediencia civil. Esto dijo minutos después de ser liberada:
“Tenemos que luchar por nuestras familias, aunque no estoy relacionada con Guadalupe… ella es como nuestra familia, todo lo que le está pasando nos está pasando a todos”
Guadalupe García de Rayos recibe el apoyo de líderes religiosos antes de presentarse a las oficinas de inmigración con el temor de ser deportada.
Los activistas de PUENTE iniciaron una campaña en go fund me para ayudar con fondos a Lupita García y decidir qué futuro le depara en México a ella y a su familia.
Se calcula que en Arizona hay por lo menos 325 mil inmigrantes indocumentados. Miles han sido acusados con cargos criminales durante pasadas redadas.
