Contra la derogación de Obamacare. Foto: a.bimg.dk
Esta semana el Congreso número 115 comenzó sus sesiones en medio de expresiones mutuas de colaboración entre la mayoría republicana y la minoría demócrata. Pero el clima de bipartidismo fue de corta duración, conforme la bancada conservadora dio los primeros pasos para destruir la joya legislativa de la administración saliente, el llamada Obamacare. José López Zamorano reporta desde el Capitolio.
Se escucha la ceremonia plenaria en la Cámara de Representantes…
Ante los 435 miembros de la Cámara Baja, incluidos los legisladores de nuevo ingreso, la líder demócrata de California, Nancy Pelosi prometió buscar un terreno común con los republicanos en temas como la creación de empleos y el mejoramiento económico.
Pero antes de pasar el bastón de mando al republicano Paul Ryan, dejó en claro que los demócratas se opondrán a las deportaciones de Dreamers o a los ataques contra los derechos civiles.
Se escuchan palabras de Pelosi sobre el paso del bastón de mando…
El ramo de olivo fue correspondido por Ryan con un mensaje optimista que evitó la confrontación.
Se escucha a Ryan, “Quiero agradecer a la lideresa…”
Los republicanos tienen la mayoría en ambas cámaras del Congreso, con 241 escaños contra 194 de los demócratas en la cámara baja, y 52 republicanos contra 48 demócratas en el Senado. Entre las caras nuevas figura la senadora de California Kamala Harris, y la primera senadora latina, Catherine Cortes Mastos.
“Tengo una satisfacción inmensa por mi comunidad, por mi gente, por mi familia; toda una esperanza, todo un sentimiento optimista», declaró a la televisión Adriano Aspillat, el primer legislador dominicano en el Congreso.
Pero el clima de festividad duró menos de 24 horas. Un día después del inicio de la legislatura, el vice presidente electo, Mike Pence, y el presidente Barack Obama acudieron al Congreso a cerrar filas con su bancada y reapareció el fantasma del estancamiento legislativo.
«La principal prioridad es repeler y remplazar a Obamacare«, dijo Pence. «La ley de salud ha fracasado y el pueblo estadunidense envió un mensaje decisivo a Washington, de que quieren que Obamacare sea eliminada y sustituida con una reforma que abarate el costo sin aumentar el tamaño del gobierno».
A puertas cerradas, el presidente Obama pidió a los miembros de la bancada demócrata no apoyar a los republicanos si estos buscan derogar Obamacare.
«La primera gran pelea del nuevo Congreso será la salud», dijo Charles Schumer, el nuevo líder demócrata en el Senado. «Los republicanos están confabulando y ejecutarán un ataque frontal en los tres pilares del sistema médico: la Ley de Salud Asequible, Medicare y Medicaid… Eso va a conducir al caos y no a un cuidado médico asequible».
Por la tarde del miércoles, el Senado aprobó con 51 votos a favor y 48 en contra una resolución presupuestal que allana el camino para derogar Obamacare, con una mayoría simple en el Senado; aunque los republicanos no disponen de un proyecto de ley que reemplace la ley de salud.
La siguiente batalla será la confirmación del gabinete de Donald Trump. Expertos anticipan intensas comparecencias a partir de la próxima semana, en especial para los nominados al Departamento de Estado, Rex Tillerson, y al de Justicia, Jeff Sessions, quien enfrenta el rechazo de la bancada afro americana de la cámara baja.
