De la Redacción
En esos tres estados Hillary Clinton aparece con el 1.2% de los votos, o menos, sin que haya finalizado aun el recuento y la certificación del sufragio en dichos estados. Los proponentes que impulsan esta campaña de la conspiración en contra de Clinton, #AuditTheVote, “han cobrado impulso entre los activistas de base que siguen de luto por la victoria de Trump, y que paradójicamente, hacen eco de la insistente queja preelectoral del magnate a cerca de que el voto iba a ser «manipulado» y la elección estaba “amañada”.
Lo que comenzó como un rumor y fue creciendo a medida que los votos del 8 de noviembre en favor de Hillary Clinton iban apareciendo y abriendo una ventaja cada vez mayor para ella, hasta rebasar los dos millones de votos sobre su oponente republicano, Donald Trump, hoy es una realidad: la demanda para que se recuenten los votos en por lo menos tres estados clave para la elección.
Sí, el liderazgo de Hillary Clinton en el voto popular sigue creciendo, y se halla ahora a sólo 30 mil votos detrás de Trump en los estados indecisos o clave de Michigan y Wisconsin combinados, mostrando una brecha que se sigue estrechando, reporta The New York Times.
Los “apasionados” partidarios de la demócrata, quien sin embargo concedió el triunfo a su oponente al día siguiente de la elección, ahora la exhortan a desafiar los resultados en esos dos estados y en Pensilvania, haciendo los mayores esfuerzos para revertir la decisión de la mayoría en el Colegio Electoral que se inclinó por Trump, antes de que este cuerpo colegiado vote el 19 de diciembre próximo. Podrían abstenerse de votar, o bien cambiar su voto hacia Hillary Clinton, dicen.
Y es que en los últimos días, reporta el rotativo, los seguidores de esta propuesta se han apoderado de un informe emitido por un respetado científico, analista de datos con modelos de computación, así como de otros expertos que sugieren que en Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, las claves de la victoria de Trump en el Colegio Electoral, necesitan ser revisadas manualmente las papeletas para asegurar que la elección no fue “hackeada” o robada cibernéticamente.
Esta inquietud ya se venía venir. Apareció primero en las redes sociales, cuando la ventaja de los votos por Hillary Clinton rebasó el medio millón sobre su oponente, al preguntarse cómo era posible que una persona que ganó el voto popular perdiera la elección. Y la explicación a cerca de la manera como está diseñado este sistema electoral, que presume ser la mayor y mejor democracia del mundo, no fue suficiente.
Pero no fue sino hasta que J. Alex Halderman, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Michigan, quien ha estudiado exhaustivamente las vulnerabilidades de los sistemas electorales, escribió este miércoles en Media, un espacio virtual corporativo, que sus análisis sobre si Trump había ganado la elección concluían que, «Probablemente no.», sostiene el Times.
Es más probable, escribió Halderman, que las encuestas preelectorales estuvieran «sistemáticamente equivocadas». Y la única manera de resolver las preguntas persistentes, propuso el científico, “sería examinar las papeletas de votación y el equipo de votación en esos estados críticos», donde suele haber errores. De hecho, el estado de California prohibió el uso de esas urnas electrónicas y se inclinó por la papeleta llenada a mano.
Sin embargo, el clamor por el recuento de los votos no ha ganado el apoyo ni la atención del equipo de campaña de Hillary Clinton, que se ha limitado a decir que es poco probable que tras una costosa inversión de tiempo y dinero en dicha revisión se vayan a poder invertir los resultados.
Esto sin embargo no ha desanimado a los seguidores de Clinton, alentados por el imparable crecimiento de votos populares en favor de la demócrata sobre Trump, más de 2 millones, o el 1.5 por ciento del total de la votación en los referidos estados, de acuerdo con Cook Political Report, que actualiza regularmente su cuenta mientras que los estados continúan contando y certificando votos.
De hecho, ayer la candidata del Partido Verde, Jill Stein dijo a la cadena de televisión MSNBC que ya había reunido los dos millones de dólares que costaría el recuento en dichos estados, que eso sí, tendrían que ser pagados por adelantado, independientemente de cuales puedan ser los resultados.
En esos tres estados Hillary Clinton aparece con el 1.2% de los votos, o menos, sin que haya finalizado aun el recuento y la certificación del sufragio en dichos estados. Los proponentes que impulsan esta campaña de la conspiración en contra de Clinton, #AuditTheVote, “han cobrado impulso entre los activistas de base que siguen de luto por la victoria de Trump, y que paradójicamente, hacen eco de la insistente queja preelectoral del magnate a cerca de que el voto iba a ser «manipulado» y la elección estaba “amañada”, dice la fuente.
La reacción al artículo publicado por la revista New Yorker este martes suscitó una vigorosa respuesta de los seguidores de Trump, quienes señalan las enormes dificultades que supone el recuento. De esta suerte, David Wasserman, de Cook Political Report dijo en su cuenta de Twitter que “la teoría de la izquierda sobre una conspiración de la manipulación del voto, es patética”.
Con todo, Hillary Clinton tendría que triunfar en los tres estados para ganar el Colegio Electoral. Los electores se reunirán en diciembre para elegir formalmente al presidente. Y allí, Trump está por delante con 290 votos contra 232 de su oponente, aunque Michigan todavía oficialmente no ha dado un resultado final.
Algunos seguidores de Clinton están llamando a sumarse a esta campaña por el recuento, mientras otros seguidores de la demócrata están más bien enfocados en prepararse para combatir las amenazas de campaña de Trump en diversos temas, y el equipo de Clinton no ha respondido al llamado de dichos seguidores del recuento■