Inmigrantes haitianos en calles de Tijuana.
En meses recientes, miles de migrantes de Haití han llegado a la frontera de México con California, buscando entrar a Estados Unidos. La repentina migración ha creado una crisis humanitaria por la falta de albergue y alimentos. Ante la precaria ayuda que ha destinado el gobierno mexicano, algunos sectores de la sociedad civil se han apresurado a servir como buenos samaritanos, ofreciendo ayuda de emergencia. Al mismo tiempo, algunos individuos y grupos llaman a expulsarlos. Nuestro reportero Rubén Tapia viajó hasta Tijuana para ver de cerca la situación. Este reportaje es parte de nuestra serie, «Hablando de la Raza».
Es una carpa gigante, en el patio de terracería del refugio llamado, “El Desayunador del Padre Chava”, en Tijuana, hay una hilera de unas 20 familias haitianas; algunas con niños pequeños, que descansan sentados sobre unas cobijas.
“En Haití no trabaja…”
Joven tijuanense reparte dulces a niños haitianos en la carpa donde se hacinan en Tijuana, BC.
Epifanio Aristeni tiene 26 años. Lo acompaña su esposa Magali y dos inquietos gemelos de 4 años que nacieron en Brasil. Epifanio hace cinco años viajó desde Haití con visa para trabajar en la construcción.
–No te quedaste, ¿por qué? –pregunta este reportero.
-No tiene trabajo –responde Epifanio.
–¿Se acabó el trabajo?
-Si.
Sin trabajo, Aristeni juntó ahorros y emprendió el viaje a Tijuana. Junto con otros haitianos recorrieron 9 países, en camión, taxi, en lancha y a pie. En las montañas de Panamá, recuerda cómo los alcanzó la tragedia.
“Cinco días caminando, muchas personas mueren…”
Eran dos amigos de Aristeni los que murieron ahogados. Otros murieron mordidos por algún animal ponzoñoso al cruzar la selva de Colombia. En Nicaragua, Aristeni fue asaltado. Ya en Tapachula, Chiapas, en el sur de México, esperaron más de dos semanas pero al final recibieron un permiso de libre tránsito que incluía una cita con las autoridades migratorias de Estados Unidos en la garita de San Ysidro, para finales de octubre.
-Dios no nos va a dejar.
De rodillas, Epifanio Aristeni, su esposa Magali y sus dos gemelos en Desayunador del Padre Chava.
–¿Tienes fe en Dios?
-Si.
Desde mayo los albergues para migrantes deportados en la frontera de Baja California han ayudado a más de 10 mil haitianos. Se calcula que más de 3 mil permanecen en los refugios en espera de su cita de inmigración. La limitada ayuda del gobierno bajacaliforniano y la incertidumbre le preocupa a Felipe de Jesús Fernández, responsable del Desayunador del Padre Chava.
“Se dice, por ejemplo que están por llegar 18 mil haitianos, que están varado en Tapachula. En tránsito están tres mil. ¿Qué hacemos?”, pregunta Felipe de Jesús.
Sonido de calle…
La historia de migración de los haitianos no es tan distinta a la de muchos mexicanos y centroamericanos. Pero su presencia en Tijuana incomoda a algunos residentes que quieren que se retiren rápidamente, como Ángel Álvarez, de 24 años de edad.
Felipe de Jesús Hernández, responsable de Desayunador del Padre Chava, donde dan de comer de 900 a mil 200 migrantes haitianos diariamente.
“Pues van a causar conflicto con la misma gente de aquí de Tijuana… la verdad yo no soy racista, pero pues he mirado varios casos de mucha gente que habla de cosas, de que los haitianos esto, de que los haitianos el otro”
Una organización que se identificó como Frente Nacionalista de México emitió un comunicado lleno de epítetos racistas, exigiendo al gobierno mexicano que detenga el flujo de inmigrantes haitianos. Alertó que México puede llegar al caos que vive Europa. Que los haitianos practican ritos satánicos, tienen vocación de vivir en la miseria y la inmundicia, y que no los quieren ver en las calles ni en las escuelas del país.
“Es una locura esto…”
Juan Carlos López Lee dirige la organización que emitió el comunicado.
“Tienen que ya cerrar esa frontera sur y las personas que vayan llegando nuevas, ya el gobierno no tiene que darles salvoconductos”, dice.
Estudiantes de enfermería de la escuela, Con Amor, toman la presión de migrantes haitianos que juegan domino.
Este comunicado desató una polémica en las redes sociales. López Lee afirma que su organización no promueve la violencia ni el odio en contra de los africanos ni sus descendientes en América.
“Sí hubo personas que interpretaron el comunicado como una incitación a la violencia. Sin embargo, nosotros siempre señalamos que todo iba a ser por medios legales y pacíficos”
Pero el comunicado, sí incitó a algunas personas a amenazar con agredir a los inmigrantes afrocaribeños.
“También tienen mucha responsabilidad en esto nuestros políticos. En vez de decir: ‘Es una crisis humanitaria’, han hecho ver como si fueran una molestia, estos migrantes”
Paulina Olvera, del Espacio Migrante AC, modera foro sobre crisis humanitaria. Participan Madre Salomé y Uriel González.
Paulina Olvera es presidenta de Espacio Migrante, una organización que los ayuda en Tijuana:
“Como los senadores que decían, ‘Hay que desalojarlos de las zonas turísticas porque va a afectar el comercio’. O dicen que se pueden convertir en una amenaza de seguridad pública. El decir ese mensaje a la sociedad sí tiene un gran impacto”, sostiene Olvera.
“Si no hay un apoyo federal y estatal urgente e inmediato, y ya rebasados los albergues, pues la crisis humanitaria y migratoria se va a ahondar aún más”, dice Victor Clark.
Clark es el director del Centro Binacional de Derechos Humanos. Dice que la sociedad de Baja California tiene un gran reto:
“Bueno, culturalmente pues son los nuevos ciudadanos de Tijuana. Ciudadanos temporales o transitorios que seguramente si se cierra la frontera y cambian las políticas, pues tendremos aquí un nuevo tijuanense de un color distinto de piel”
Musulmanas latinas de San Diego reparten comida a refugiados haitianos. Tambiérn, enfermeras voluntarias.
Por otra parte, en el Desayunador del Padre Chava se ha volcado la comunidad tijuanense y de San Diego para brindarles ayuda. Estudiantes de enfermería les toman los signos vitales. También un grupo de musulmanas latinas de San Diego llegó con zapatos, pelotas de futbol y alimentos preparados.
“¿Quieren comer…?»
Sonia Tinoco García es una de ellas:
“Pues mira, nosotros también somos bien racistas; los mexicanos, los latinos, somos racistas. Dejemos el racismo a un lado”
Precisamente ese es el mensaje que quiere que escuchen todos los mexicanos.
