Los empleadores inescrupulosos y no los indocumentados causan desempleo en estadunidenses

Campesinos en campos de cultivo de Salinas, California. Foto: www.slate.com

Campesinos en campos de cultivo de Salinas, California. Foto: www.slate.com

De la Redacción

Aseguran que limitar el acceso al trabajo de los inmigrantes indocumentados, lejos de ser una solución al problema de desempleo entre los trabajadores de bajas destrezas nacidos en este país, más bien obligaría a los gobiernos locales y los legisladores federales a tener que enfrentar el problema y crear soluciones serias que le devuelvan el trabajo a aquellos estadunidenses que entran en edad productiva y no encuentran empleo.

Una investigación que fue analizada este lunes por un grupo de expertos en un panel convocado por el Centro para Estudios de Inmigración (CIS) en Los Ángeles, reveló lo que venía siendo ‘un secreto a voces’ en este país: los inmigrantes recién llegados y con pocas destrezas laborales han venido desplazando paulatinamente a su contraparte estadunidense en la fuerza de trabajo que percibe bajos salarios en Estados Unidos.

El referido estudio, “Los inmigrantes reemplazan a nativos poco calificados en la fuerza laboral”, fue dirigido por Jason Richwine, analista de política pública y colaborador de la publicación, National Review.

La investigación agrega sin embargo que dichos inmigrantes han ganado terreno en el mercado de la fuerza laboral como recurso de mano de obra barata para los empleadores.

El asunto no es nuevo, ni tampoco confiere exclusivamente a los inmigrantes indocumentados. En otras entregas hemos analizado aquí, puntualmente y a fondo, por ejemplo el tema de los inmigrantes que aun viniendo a laborar legalmente a este país con las visas de trabajo H-B 1 y 2, han sido igualmente presa fácil para el robo de su salario y la violación de sus derechos laborales y en ocasiones hasta civiles, por empleadores inescrupulosos, estadunidenses casi exclusivamente.

Y es que este país ha sido históricamente “un imán para los inmigrantes con poca calificación laboral, mientras los nacidos en el país, pero poco calificados, han venido trabajando cada vez menos y menos”, dice el estudio.

Entre los principales hallazgos de la referida inestigación, Richwine señala que “entre 2003 y 2015, mientras los inmigrantes sin grado de preparatoria trabajaron mil 955 horas, lo que equivale a 49 semanas laboradas a tiempo completo, los estadunidenses en edad productiva que tampoco terminaron la preparatoria trabajaron un promedio de mil 391 horas, o el equivalente a 35 semanas laborales de tiempo completo durante el mismo periodo”; o sea, durante un año.

No obstante, en días pasados publicamos aquí también, los hallazgos de otro estudio elaborado por la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina, y dado a conocer por The New York Times, que desmiente la falsa idea de que los inmigrantes vienen a este país a apoderarse de los trabajos de los estadunidenses.

Este estudio mencionado, ensamblado por 14 economistas, demógrafos y otros académicos, como Marta Tienda, de Princeton, describe como una muy positiva aportación el impacto de los inmigrantes en la economía de este país.

Estos son algunos de los hallazgos de este otro estudio:

  • Hemos encontrado poco o ningún efecto negativo sobre los salarios y el empleo en general de los trabajadores nacidos en este país en el largo plazo.
  • Algunos inmigrantes que llegaron en las generaciones anteriores y que permanecen todavía en los mismos mercados de trabajo de bajos salarios, son extranjeros que simplemente vinieron a este país, ganaron menos y tienen más problemas para encontrar puestos de trabajo debido a la competencia con los recién llegados.
  • Adolecentes que no terminaron la preparatoria vieron sus horas de trabajo reducidas, pero no su habilidad para encontrar empleo. Los economistas encontraron muchas razones por las que estos jóvenes desertores de la escuela luchan para encontrar un trabajo, pero no hay indicativos de que la inmigración es uno de estos factores.

Volviendo al primer estudio de Jason Richwine, “Los inmigrantes reemplazan a nativos poco calificados en la fuerza laboral”, que se basó en cifras de la Encuesta Estadunidense sobre Uso del Tiempo (ATUS), el investigador señaló que “los trabajadores inmigrantes con poca capacitación reemplazaron a los nativos “causando sufrimiento económico y social en las comunidades más afectadas”.

Sin embargo, el investigador acotó que no es la culpa de la migración la que origina este desplazamiento o sufrimiento, sino que “los empleadores recurren cada vez más a los inmigrantes”; ya tratamos de explicar por qué. Esto sucede “En la medida en que los nacidos en Estados Unidos salen de la fuerza laboral —ya sea por la competencia con los inmigrantes, los salarios insuficientes y poco atractivos, la sobre dependencia en los subsidios sociales (ojo: aquí se trata de los estadunidenses y no de los inmigrantes), la insatisfacción con el trabajo manual o cualquier otra razón-“, dice Richwine.

Expertos en el tema han coincidido en que la fuerza laboral compuesta por inmigrantes actúa como una solución temporal para las necesidades de mano de obra no calificada de los empleadores estadunidenses.

Y aseguran que limitar el acceso al trabajo de los inmigrantes indocumentados, lejos de ser una solución al problema de desempleo entre los trabajadores de bajas destrezas nacidos en este país, más bien obligaría a los gobiernos locales y los legisladores federales a tener que enfrentar el problema y crear soluciones serias que le devuelvan el trabajo a aquellos estadunidenses que entran en edad productiva y no encuentran empleo■

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