Los inmigrantes no le quitan el trabajo a los estadunidenses: Estudio

Trabajador latino de Whole Foods, que ha firmado un contrato con los trabajadores del tomate de Immokalee.  Photo: Carline Jean/Sun Sentinel/TNS

Trabajador latino de Whole Foods, que ha firmado un contrato con los trabajadores del tomate de Immokalee. Photo: Carline Jean/Sun Sentinel/TNS

De la Redacción

Para dichos gobiernos, los costos anuales totales de los inmigrantes de primera generación son de alrededor de 57 mil millones de dólares. Pero para la segunda generación en las familias inmigrantes, con la mejora en la educación y la capacidad de pago de impuestos, se convierten en un beneficio para las arcas del gobierno. Adhieren al erario público aproximadamente 30 mil millones al año. Y la tercera generación de las familias inmigrantes contribuye a las finanzas del gobierno aproximadamente con !223 mil millones de dólares al año!

Ahora que el tema de la migración ha ocupado un lugar central en la carrera por la presidencia de Estados Unidos, un pertinente estudio sobre este tema, de la  Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina, desmiente la falsa idea de que los inmigrantes vienen a este país a apoderarse de los trabajos de los estadunidenses. No obstante, los autores del estudio hacen alguna salvedad, reporta The New York Times.

Como hemos notado, el debate sobre la migración se tornó iracundo en esta campaña presidencial, y ha polarizado a la población estadunidense, azuzada por las amenazas del candidato republicano, Donald Trump.

Sacando partido los temores de una sociedad que ve una amenaza a su estatus económico en el cambio demográfico y la economía que declina, apaleado por todos estos años de neoliberalismo; miles de trabajadores que se debaten todavía en medio de una recuperación económica que no termina por llegar luego de la crisis del 2008, piensan que los inmigrantes acaparan todas las posibilidades del empleo, al que sienten “exprimido” por los extranjeros, dice el estudio.

Por eso el discurso de Trump ha tenido el eco que tiene entre sus seguidores, mayormente trabajadores blancos con bajo nivel educativo, quienes reciben este mensaje de odio con contra los inmigrantes, que según él “compiten directamente contra los vulnerables trabajadores estadunidenses”. Y además promete “aumentar los salarios y garantizar puestos de trabajo abiertos que se ofrecerán a los trabajadores estadunidenses en primer lugar”, cortando de tajo el flujo migratorio a este país, con nuevos controles.

Por su parte Hillary Clinton, mantiene una visión optimista y sostiene que “los inmigrantes contribuyen a la economía estén aquí legalmente o no, proporcionando mano de obra –barata- a los empleadores estadunidenses y propiciando con esto la apertura de empresas que crean nuevos puestos de trabajo para los estadunidenses, en lugar de tomarlos”.

Volviendo al estudio mencionado, “ensamblado” por 14 economistas, demógrafos y otros académicos, como Marta Tienda, de Princeton, ésta escribió favorablemente sobre el impacto de los inmigrantes en la economía. Aunque hubo otros más escépticos, como George J. Borjas, economista de Harvard.

Con todo, Francine Blau D., profesor de economía en la Universidad de Cornell y quien dirigió el grupo de científicos que elaboró el informe de 550 páginas, nos ofrece los más importantes hallazgos.

  • Hemos encontrado poco o ningún efecto negativo sobre los salarios y el empleo en general de los trabajadores nacidos en este país en el largo plazo.
  • Algunos inmigrantes que llegaron en las generaciones anteriores y que permanecen todavía en los mismos mercados de trabajo de bajos salarios, son extranjeros que simplemente vinieron a este país, ganaron menos y tienen más problemas para encontrar puestos de trabajo debido a la competencia con los recién llegados.
  • Adolecentes que no terminaron la preparatoria vieron sus horas de trabajo reducidas, pero no su habilidad para encontrar empleo. Los economistas encontraron muchas razones por las que estos jóvenes desertores de la escuela luchan para encontrar un trabajo, pero no hay indicativos de que la inmigración es uno de estos factores.
  • Inmigrantes llegados en años recientes con altas destrezas laborales, especialmente en el ámbito de la ciencia y la tecnología, han tenido un impacto positivo significante en los estadunidenses con destrezas; y además en la clase trabajadora estadunidense. La inmmigración estimuló la innovación, ayudando a crear puestos de trabajo.
  • Las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo en Estados Unidos disminuye considerablemente sin las contribuciones de los inmigrantes altamente cualificados.

El informe no se centró en los trabajadores estadunidenses de alta tecnología, muchos de los cuales han sido desplazados de sus puestos de trabajo en los últimos años por los inmigrantes con visas temporales. Se centró en el empleo en general.

Otra pregunta del informe, que actualmente se está debatiendo entre los estadunidenses es si los inmigrantes son una carga a la hora de diseñar el presupuesto de egresos. De acuerdo con el profesor Blau, la respuesta es mixta.

  • La primera generación de los recién llegados generalmente cuesta más de lo que contribuye en impuestos, con la mayor parte de los costos recayendo sobre los gobiernos estatales y locales, principalmente debido a los gastos de la educación de los niños de familias inmigrantes.
  • Para dichos gobiernos, los costos anuales totales de los inmigrantes de primera generación son de alrededor de 57 mil millones de dólares. Pero para la segunda generación en las familias inmigrantes, con la mejora en la educación y la capacidad de pago de impuestos, se convierten en un beneficio para las arcas del gobierno. Adhieren al erario público aproximadamente 30 mil millones al año. Y la tercera generación de las familias inmigrantes contribuye a las finanzas del gobierno aproximadamente con !223 mil millones de dólares al año!
  • Durante las dos últimas décadas el número de inmigrantes en el país aumentó un 70 por ciento, o en cerca de 43 millones de personas. Actualmente son el 13% de la población estadunidense. Uno de cada cuatro estadunidenses es inmigrante o hijo de un inmigrante. Y desde el año 2001, aproximadamente un millón de inmigrantes han llegado legalmente a Estados Unidos cada año.

Así que mientras Donald Trum crea temores infundados, una suerte de terrorismo retórico, “la inmigración es integral al desarrollo económico de Estados Unidos; porque los inmigrantes traen nuevas ideas y se añaden a una fuerza de trabajo estadunidense que sin ellos “se encoge”, ayudando a asegurar un crecimiento continuo para el futuro, concluye el informe■

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