El fantasma del fraude y las tácticas de intimidación al votante

Tuesday_673x324El candidato republicano Donald Trump llama a sus seguidores a patrullar las casillas electorales como una estrategia de “observación de los votantes” para prevenir un presunto fraude. Pero defensores de los derechos civiles advierten que esta campaña es a imagen de las viejas tácticas de intimidación y acoso, diseñadas para impedir la participación de los votantes de color. Afirman que los observadores sin capacitación que vigilen las urnas pudieran trastornar el proceso y crear caos el día de la elección. Analistas comentan también sobre los intentos de Texas y Carolina del Norte ante la Suprema Corte por reanudar sus estrictas leyes de identificación de votantes a tiempo para la elección de noviembre, luego de que tribunales de apelación dictaminaron que eran discriminatorias.


Samuel Orozco
Director de Noticias
Radio Bilingüe, Oakland, CA

Faltan sólo poco más de diez semanas para las elecciones de noviembre y todas las campañas electorales se alistan para sacar al mayor número de votantes a las urnas. Bueno, no precisamente todas. Algunas campañas y partidos políticos se las ingenian para ponerle filtros y candados a los votantes. Pero no a todos los votantes, sino sólo a los que resultan incómodos.

Hoy vemos como, la semana pasada, el aspirante republicano a la presidencia, Donald Trump, advirtiendo ominosamente que se avecina un masivo fraude y robo de la elección en Pensilvania y otros estados, llamó a sus seguidores no solo a salir a votar, sino también a organizarse en patrullas de vigilantes electorales para que anden observando a los ciudadanos que se acerquen a las casillas a votar.

“The only way we can lose, in my opinion—and I really mean this, Pennsylvania—is if cheating goes on…. And we have to call up law enforcement. And we have to have the sheriffs and the police chiefs and everybody watching…”

(La única manera en que podemos perder Pensilvania, es si nos hacen trampa. Y tendremos que llamar a la policía. Y tendremos que tener a los sheriffes, al jefe de policía y todo mundo observando… La única manera que nos pueden derrotar, en mi opinión, y estoy convencido de esto 100 por ciento, es si en ciertas secciones del estado nos hacen trampa, OK? Así que espero que ustedes, mi gente, puedan no sólo ir a votar el día 8, sino salir por todos lados y mirar y vigilar otras casillas electorales y asegurarse de que todo esté 100% bien; porque sin identificación de votantes –lo cual es un escándalo– es un escándalo que no las tengan…).

Eso dijo Donald Trump en Altoona, Pensilvania, acusando así a sus opositores de preparar un masivo fraude electoral y señaló que el fraude será perpetrado con la gente que no tiene identificación. Eso lo dijo el viernes 12 de este mes. Para el siguiente viernes, Trump estrenó al aire su primer anuncio comercial de campana. Y adivinen a quien escogió como enemigo para su primer comercial. Adivinaron bien: en el anuncio se ven escenas en tono oscuro de marchas y arrestos que sugieren que el país sufre una inundación de inmigrantes indocumentados que se disponen a colectar beneficios del seguro social. Pero, algo muy interesante, el anuncio antinmigrante empieza con la imagen de una casilla de elecciones cruzada con la palabra FRAUDE titilando con alarma en la pantalla.

Lydia Camarillo, vicepresidenta de Southwest Voter Registration and Education Project, dijo a Línea Abierta de Radio Bilingüe, desde su sede en San Antonio, Texas que “El señor Trump está usando tácticas que se han usado a través de los años para asustar a las comunidades para que no voten… donde ponen en las casillas a agentes de la policía para que la gente se asuste y no vaya a votar”.

O sea, que a los ojos de Trump el inmigrante ya no sólo resulta un criminal y un violador, sino ahora un roba-votos también

“Sabemos que las comunidad afroamericana y la comunidad latina, tienen una relación tensa con la policía. Particularmente en este momento en que se han visto bastantes situaciones en donde se han matado a personas, en realidad sin motivo alguno… En california han puesto a personas que son de la Aduana, para que estén ahí y vigilen quién va a votar. Y hemos visto también folletos y Billboards, especialmente en estados que son reñidos y considerados competitivos y donde se van a determinar las elecciones. Y es una forma de reprimir el voto, porque las elecciones van a ser bastante reñidas y cada voto va a contar”, sostuvo Camarillo.

Lydia Camarillo explica además que en la realidad no ha habido casos de fraude y que estados como Carolina del Norte, Indiana y Texas, por ejemplo, “se han gastado un millón de dólares –del contribuyente- para buscar casos de fraude y no encontraron nada… y en todo los estados se ha gastado dinero del contribuyente para buscar fraudes que no existen”.

Sobre estas tácticas de intimidación, dirigidas al votante emergente, al votante inmigrante, y a los afroestadunidenses, así como las acciones que debe tomar la comunidad para combatir estas técnicas de intimidación nos habla ampliamente Camarillo en el siguiente enlace:

Consecuentes con este llamado de su líder máximo, el equipo de Trump se ha dado a la tarea de reclutar a ciudadanos celosos para darles el poder de vigilantes de casilla, repartiendo formularios de inscripción para conseguir reclutas por medio de sus redes sociales.

Además, y usando la misma lógica, algunos estados bajo gobierno republicano (Texas, Carolina del Norte, Wisconsin) siguen tercos con imponer duras leyes de identificación de votantes con el mismo argumento de Trump, que se avecina un inminente fraude electoral, pese a que cortes federales de apelación han dictaminado que esas leyes son discriminatorias; o sea, que están deliberada y ventajosamente diseñadas para sacar de la jugada electoral a los votantes de color.

Por su parte José Ángel Gutiérrez, abogado, profesor emérito y fundador del Partido de la Raza Unida, en Brownsville, Texas nuevamente vuelve a estar en Línea Abierta para analizar este tema que cada cuatro años va subiendo de tono, en la medida en que la fuerza electoral de la gente de color, particularmente de los inmigrantes naturalizados y los nacidos en este país, se va volviendo una presencia mayor en las urnas, cada vez más amenazante para el establecimiento blanco.

“Ahí viene la ola, y con las olas se viene la marea… ¡Esta es la marea!.. No pierden oportunidad, las gentes reaccionarias, fascistas, como estas gentes racistas también…, porque son totalmente antimexicanos, antinmigrantes. Pero esto no es nada nuevo, siempre el Partido Republicano, en épocas pasadas, han sido de plano más gachos, por decirlo así, de esa manera”.

Y recuerda cuando en tiempos pasados había anuncios o vallas publicitarias a las orillas de las carreteras anunciando que es un crimen votar ilegalmente y cometer fraude.

“Y pues ¡¿quién lo va a hacer?! En el estado de Nebraska, por ejemplo, no tienes que tener ni registro, nomás te presentas, y dices ‘Quiero votar’, y te dejan votar. Es un fantasma eso del frade… el fraude lo cometen ellos al robarse elecciones, como hizo (George W.) Bush con (All) Gore en La Florida. O como hizo (John F.) Kennedy contra (Richard) Nixon, en Chicago en los ‘60… entre ellos se roban elecciones, pero el votante casi muy pocas veces comete fraude, y mucho menos intencionalmente”.

Experto en la materia por varias décadas de estudio y varios ayeres de observación de este sistema electoral, Gutiérrez explica algunas ocasiones en los que el fraude ha sucedido en el pasado, “Es un fantasma”, dice, y sin embargo el liderazgo republicano ha ejercido variadas acciones para combatir este fantasma del fraude:

“Por ejemplo, la última demanda que la Corte Suprema rechazó, basada en la negación de la existencia de fraude es el ‘Voter ID Law’ (Ley de identificación del votante)… en Texas y en otros estados la Corte Suprema rechazó que se necesita identificación par avotar. Entonces vamos a tener que revisar esto otra vez, porque el fraude no ha ocurrido en acciones mayores como para que se un problema…

Y advierte el experto en estas lides que no falta quién se equivoque, y cita unos ejemplos:

“Si yo me llamo Guadalupe Martínez, y voy y firmo ahí Lupe Martínez, y la persona que está encargada de la casilla no se fija que puse Lupe, y no están familiarizado con nuestra cultura, puede decir, ‘No, esta persona quiere cometer fraude; esta nos es la persona esta no es Guadalupe… O por ejemplo en nuestra cultura de habla hispana no tenemos el concepto de Jr. Si yo me llamo José Ángel Gutiérrez y mi padre se llamaba José Ángel Gutiérrez… notros usamos el apellido de la mamá. Yo sería José Ángel Gutiérrez Fuentes. Pero pues no caben todas esas palabras en los registros. Entonces, hay muchas ocasiones donde la cuestión cultural parece una intención de cometer fraude, pero es lo menos que hay”.

Así que es una solución en busca de un problema, según nos sugieren algunos, tomando en cuenta que en algunos lugares, como en Texas, se ha invertido una millonada, y a pesar de que se ha revisado microscópicamente no se ha encontrado estadísticamente algún problema.

Sobre la realidad electoral que vive el país y el crecimiento del voto latino, que se prepara para influir cada vez más en el terreno político es que nos habla en el siguiente enlace, con conocimiento de causa y a veces hasta con jocosas pinceladas de buen humor este veterano de varios ayeres en el ruedo político electoral. Y también escuchamos las opiniones de los radioescuchas, con experiencias de primera mano y con la intención de no dejarse intimidar, haciendo un insistente llamado a salir a votar para poder un día cercano tener la representación política que esta comunidad merece ya.

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