Asesta corte federal duro golpe a la Ley de ID del votante

votoDe La Redacción

«La experiencia de Wisconsin demuestra que la preocupación por el fantasma de fraude electoral en su mayoría conduce a incidentes reales de privación de derechos que socavan en vez de aumentar la confianza en las elecciones», sobre todo en estados tan disputados como Carolina del Norte y Wisconsin.

En lo que parece ser una decisión oportuna e importante la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito echó abajo lo que venían siendo graves restricciones al votante estadunidense, particularmente al afroamericano y de las minorías, reporta The New York Ttimes.

Oportuna, porque la decisión tomada apenas ayer revoca de manera decisiva la Ley de Identificación del Votante de Carolina del Norte, una ley restrictiva, así como otras medidas similares impuestas en otros estados por gobiernos republicanos; medidas que también dicha corte federal revocó, cuando arranca la recta final de las campañas políticas por la presidencia de Estados Unidos. Es decir, a menos 100 días para las votaciones del 8 de noviembre.

Importante, porque estas votaciones definirán esta vez de manera muy diferente el destino de la nación, por la naturaleza de los dos proyectos políticos que se contraponen: uno que trata de ser inclusivo y racional, que busca dar continuidad a políticas de la saliente administración, dentro de las reglas del capitalismo. Otro excluyente y condenatorio, ofensivo contra las minorías étnicas, raciales, religiosas y contra los pobres, entre otras ‘bondades’.

Dicha corte federal decidió que las disposiciones de la referida ley tiene como objetivo «deliberadamente a los afroamericanos con una precisión casi quirúrgica», en un esfuerzo por deprimir la participación de los votantes afro estadunidenses en las urnas.

La sentencia y una segunda decisión de amplio alcance tomada ayer viernes en Wisconsin, seguida de una serie de dictámenes judiciales recientes contra las leyes electorales restrictivas que los críticos dicen fueron creados exclusivamente para mantener a minorías y otros votantes tradicionalmente demócratas lejos de las urnas.

El fallo relativo a la ley de Carolina del Norte desechó el requisito que imponía ese estado para que los votantes mostraran una identificación vigente y con foto en las urnas, y otorga a las autoridades electorales de esa entidad capacidad para registrar al votante el día de la elección; para registrarse antes de alcanzar los 18 años de edad, o la tradicional edad de votar, y para permitir las votaciones anticipadas, disposiciones de la ley que habían sido total o parcialmente eliminadas.

El tribunal también sostuvo que las boletas de personas que habían votado por error en mesas electorales equivocadas deben ser consideradas válidas, dice la fuente. En la decisión de Wisconsin, por ejemplo, el juez James D. Peterson, del Tribunal del Distrito Federal dictaminó que las partes de la ley de identificación de votantes de Wisconsin de 2011 “son inconstitucionales”. Y ordenó al estado a hacer una identificación con foto “más fácil y disponible para los votantes, para ampliar la gama de identificaciones estudiantiles» que son aceptadas en las urnas.

Además, la decisión también rechazó otras reglas, como las que alargan el tiempo de residencia en un lugar, requerido para los nuevos votantes registrados; y revocó la medida que prohíbe los votos por ausencia o los votos por correo, por fax o correo electrónico; y eliminó las reglas que restringen fuertemente los lugares y horarios en que los electores municipales, muchos de ellos negros de Milwaukee, podían depositar en persona su voto por ausencia.

“En un fallo de 119 páginas y con muy duras palabras”, dice el Times, el juez Peterson sugirió que el ID para los votantes de Wisconsin, así como “las restricciones de identificación de votantes en Indiana, que han sido reconocidas en el Tribunal Supremo, sólo existen para suprimir votos”.

Y sentenció: «La experiencia de Wisconsin demuestra que la preocupación por el fantasma de fraude electoral en su mayoría conduce a incidentes reales de privación de derechos que socavan en vez de aumentar la confianza en las elecciones», sobre todo en estados tan disputados como Carolina del Norte y Wisconsin».

Y es que la legislatura controlada por los republicanos de Carolina del Norte volvió a escribir las reglas de votación del estado en 2013, sostiene la fuente, “poco después de que el Tribunal Supremo anuló una sección de la Ley de Derecho al Voto de 1965 que había dado al Departamento de Justicia poder para supervisar los cambios en los procedimientos de elección en las zonas del país con antecedentes de discriminación racial. Cuarenta de los 100 condados del estado habían sido objeto de supervisión”.

Defensores de los derechos civiles y el Departamento de Justicia habían presentado una demanda para bloquear la ley, pero un juez del Tribunal Federal de Distrito escribió en abril que «la significativamente vergonzosa discriminación del pasado había disminuido en gran medida en ese estado, en los últimos 25 años».

Defensores de los derechos del voto consideraron el fallo, que los republicanos dicen que apelarán, como una resonante victoria, continúa el Times. El presidente de la NAACP de Carolina del Norte, que es uno de los demandantes en esta disputa legal, calificó la decisión como «una reivindicación moral y constitucional de nuestra critica constitucional a esta legislatura extremista y a nuestro gobernador extremista”.

Los republicanos denunciaron que dicha opinión es equivocada y motivada políticamente, sobre todo porque los tres jueces que decidieron el caso habían sido nominados a la corte de apelaciones, ya sea por el presidente Bill Clinton o por Obama. E insistieron en que “las restricciones tenían por objeto poner fin a un fraude electoral rampante”.

Pero el viernes, el tribunal de apelaciones desestimó ese argumento, aduciendo que las restricciones «constituyen recursos ineptos para los problemas que según se afirma los justifican y, de hecho, impone curas para problemas que no existían.».

Los estudios académicos han concluido repetidamente que el fraude en las urnas -el tipo de fotos que los requisitos de identificación podrían reducir- ya es infinitamente raro, concluyó la fuente.

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