Deportado a su muerte

Erick Naun Castro Peña, 16 años de edad, antes del primer intento de viajar a EEUU. Foto: Cortesía de la familia Peña.

Erick Naun Castro Peña, 16 años de edad, antes del primer intento de viajar a EEUU. Foto: Cortesía de la familia Peña.

Una familia centroamericana está de luto en Los Ángeles, al enterarse que un joven hijo suyo acaba de ser asesinado en su natal Honduras. Pero además del duelo familiar hay indignación en la comunidad, ya que según defensores, la muerte pudo haberse evitado. El joven hondureño había buscado refugio en Estados Unidos, justo huyendo de las amenazas de las despiadadas pandillas, pero las autoridades de Inmigración desestimaron su predicamento y lo deportaron a principios de año. Defensores del inmigrante ahora ponen este caso como muestra del dramático costo humano que tienen las deportaciones de niños y jóvenes a Centroamérica. Nuestro reportero Rubén Tapia tiene la primicia de esta noticia. Este reportaje es parte de la serie «Hablando de la Raza».


Meses atrás, Erick Naun Castro Peña, de 23 años, había recibido amenazas de muerte en Honduras. Su papá, Rafael Antonio Castro, líder comunitario, fue asesinado por unos pandilleros porque arregló un muro de protección que tenía la colonia donde vivían, declara Lilian Peña, mamá de Erick.

“Los pandilleros tiraron el muro, ellos lo tiraron para meterse fácilmente a la colonia a hacer sus fechorías”

Cuando asesinaron a Rafael, amenazaron con seguir con Erick.

“Le decían que lo iban a matar, que si no se perdía de la colonia, él iba a seguir”

Temeroso y sin confianza en sus autoridades, Erick decidió huir a los Estados Unidos. Dejó atrás a su esposa y su hija de dos años. Llevaba consigo el acta de defunción de su padre, recortes de periódico que reportaron el crimen y otros documentos, pero dice Lilian que al llegar a Texas, fueron desechados por Inmigración cuando lo detuvieron en un centro de detención de ICE en Conroe, Texas.

Eric Naun Castro Peña y su hijita en San Pedro Sula, Honduras. Foto: Cortesía de la familia Peña.

Eric Naun Castro Peña y su hijita en San Pedro Sula, Honduras. Foto: Cortesía de la familia Peña.

“Él les dijo que él no podía regresar a su país porque si regresaba lo iban a matar. Dice que le dijeron que tenía que esperar a ver una juez. Primero miro a una juez allí”

Como no le resolvieron lo trasladaron a una segunda prisión, en Livingston, Texas.

-¿Busco ayuda legal para su hijo?

-No –constó Lilian Peña.

Así sin representación legal, afirma Lilian, su hijo enfrentó la corte de Inmigración.

Miró a la juez, ella le dijo que definitivamente no podía estar aquí.

“¿Pero porque? si yo les estoy dando las pruebas que yo tengo”, dijo Erick.

Dice Lilian que hasta se hincó y les dijo:

“¡Se los juro que si yo regreso allá me van a matar. Yo no quiero ir a perecer!” 

Lo que más le molesta a Lilian es que su hijo le confesó que no firmó la salida voluntaria, como lo dicta la ley,. que copiaron su firma de una deportación previa que Erick había tenido cuando hace 6 años, y aun siendo menor de edad, intento ingresar a los Estados Unidos.

“Como ya firmaste cuando eras más joven pues de allí vamos a sacar la firma, dice que le dijeron”

Lilian Peña, consolada por sus hijos en Los Ángeles. Foto: Rubén Tapia.

Lilian Peña, consolada por sus hijos en Los Ángeles. Foto: Rubén Tapia.

Deportado, Erick llevaba tres meses en Honduras, cuando lo asesinaron presuntos pandilleros. La activista Amanda Escobar Romero compartió la noticia del asesinato de Castro ante cientos de líderes religiosos y laicos de Los Ángeles, California.

“Él iba en un taxi junto con su abuela y fue bajado, violentamente golpeado y brutalmente asesinado. Y no es justo que ICE no haya tomado en cuenta las pruebas que el traía”

Pablo Alvarado:

“Es totalmente anti americano que cualquier persona se enfrente al sistema judicial sin tener representación alguna”

Pablo Alvarado, coordinador de la Red Nacional de Jornaleros, señaló además que Castro no es el único inmigrante centroamericano que ha sido deportado a su muerte. Alvarado señala que hay una crisis de representación legal en las cortes de Inmigración.

Amanda Escobar Romero y Lilian Peña presentan testimonio ante miembros de CLUE. Foto: Rubén Tapia.

Amanda Escobar Romero y Lilian Peña presentan testimonio ante miembros de CLUE. Foto: Rubén Tapia.

“El presidente Obama, con su política, está violando los derechos internacionales, los derechos humanos, y nosotros demandamos un TPS para refugiados centroamericanos”

La madre de Erick, Lilian Peña está desconsolada. No pudo ir al entierro de Erick porque vive aquí en Estados Unidos. Ahora, dice, espera que su tragedia no se vuelva a repetir.

“Yo lo único que pido es; ¡Justicia para mi hijo!”

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Los Ángeles, Rubén Tapia.

Familia Peña dolida por la noticia se consuelan todos juntos. Foto: Rubén Tapia.

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