Votaciones del martes en Arizona ¿fraude o incompetencia electoral?

Votantes en fila fuera de un centro comunitario del Ejército de Salvación en el martes 22 de marzo en Phoenix, AZ. Foto: traiblazerrsblog.dallasnews.com

Votantes en fila fuera de un centro comunitario del Ejército de Salvación en el martes 22 de marzo en Phoenix, AZ. Foto: traiblazerrsblog.dallasnews.com

De La Redacción

La semana cerró dejando una inquietante pregunta en el aire sobre el significado de la democracia en Estados Unidos, cuando los electores del condado de Maricopa en Arizona vieron -y miles de ellos sufrieron- exageradas colas para votar, que duraron has cinco horas para llegar hasta las urnas. Para algunos se trata de una forma más de la supresión del voto, que los republicanos han venido imponiendo alegremente en diversas modalidades, y que está por revelar su posible nombre verdadero: fraude electoral, cometido el martes pasado a la vista de todos y a plena luz del día, en el país que se jacta de ser la catedral der la democracia, y que va por el mundo condenando regímenes antidemocráticos.

Y es que días después de realizados los comicios demócratas de la semana pasada en el referido condado de Maricopa, que cuenta con una extensa población, los votantes enfadados y desconcertados todavía están tratando de entender cómo funciona la democracia, cuando aduciendo problemas económicos en las arcas municipales los funcionarios encargados del proceso electoral redujeron el número de centros de votación hasta en un ¡70 por ciento!

Como se sabe, de 200 centros de votación abiertos en la última elección presidencial en Phoenix, este número de casillas se redujo a 60, lo que a su vez se tradujo en que a cada casilla electoral o centro de votación se destinaron 108 mil electores, en una ciudad donde la mayoría de la población son las minorías, mayormente latinas, y cuyo electorado tuvo un participación excepcional en esas elecciones primarias demócratas y republicanas del martes pasado donde los votantes tuvieron que hacer filas para sufragar hasta de cinco horas de duración, muchas veces de pie y bajo el rigoroso sol del desierto.

Durante todo el martes pasado el público estadunidense pudo ver a través de la televisión cómo por ejemplo en un caso las líneas serpenteaban a lo largo de los patios de una iglesia, o en zigzag a lo largo de los estacionamientos de las escuelas y alrededor de cuadras y calles enteramente sin sombra donde decenas de miles de votantes esperaban para emitir su voto, incluyendo muchos independientes que no sabían que sólo los miembros registrados en un partido podían participar en elecciones primarias tan cerradas en ese estado, como publicó en su oportunidad The New York Times.

Muchos observadores vieron Arizona como una inquietante llamada atención,  que pudiera estar presagiando posibles problemas a nivel nacional, toda vez que 16 estados tendrán nuevas restricciones de voto en su lugar por primera vez en una elección presidencial.

Esta elección presidencial será la primera desde que la Corte Suprema desmantelara una sección fundamental de la Ley de Derecho al Voto en 2013, liberando nueve estados, incluyendo Arizona y partes en otros siete, para cambiar sus leyes electorales sin tener que solicitar aprobación federal de antemano.

Por ejemplo Wisconsin, que celebra sus elecciones primarias el próximo 5 de abril, es uno de los nueve estados con estrictos requisitos para el elector, que no podrá votar sin una identificación oficial con foto. Treinta y tres otros estados piden al elector alguna forma de identificación de votante.

Por su parte Kansas ha establecido requisitos de prueba de ciudadanía para todos los registro de votantes, una medida que ha afectado de manera desproporcionada a los votantes jóvenes y los que tratan de registrarse por primera vez. Carolina del Norte permite impugnar la identidad y elegibilidad de cualquier votante que emite su voto en el mismo condado. Y el 9 de marzo, el gobernador republicano, Doug Ducey firmó una ley que hace un delito grave recoger los votos de los demás en Arizona y llevarlos a las urnas, dice la fuente.

Arizona tiene una larga historia de discriminación contra las minorías, como por ejemplo la prevención de los nativo americanos para votar durante gran parte de su historia, ya que se consideraron «guardianes de la nación»; o la imposición de pruebas o instrucciones en inglés para los futuros votantes, y la impresión los materiales electorales sólo en inglés, a pesar de que la población latina creció sustancialmente en los últimos años, sostiene el Times.

Afirma que desde hace 38 años, Arizona tenía que solicitar la aprobación federal para cualquier cambio en las normas y procedimientos electorales, conforme a la Sección 5 de la Ley de Derecho al Voto. Si la disposición estuviera vigente, el Departamento de Justicia probablemente habría impedido el cierre de los centros electorales que llevaron a esas largas horas de espera y que propiciaron caos y frustración, de modo que muchos declinaron votar e incluso hubo algunos que por la larga espera llegaron cuando las casillas estaban cerradas y se quedaron sin sufragar. El número de estos votantes frustrados que abandonaron las colas o no pudieron votar está por divulgarse próximamente.

Entre tanto, el presidente del centro de investigación William C. Velázquez, y del Proyecto de Registro y Educación del Votante del Suroeste, Antonio González dijo en una entrevista radiofónica con la red de emisoras Pacifica Radio que dichos obstáculos impuestos al votante para sufragar se tratan o de una supresión del voto por incapacidad de las autoridades electorales o bien de fraude electoral.

Además de desmenuzar las maneras como se ejecutaron estas medidas que frustraron a los votantes en Arizona, Antonio González cuestiona si el triunfo de Hillary Clinton ese martes se debe a la implementación de dicha medida “catastróficamente masiva” en los condados más poblados por latinos, y declaró no saber qué hará la campaña de Sanders, pero dijo que el Proyecto de Registro y Educación del Votante del Suroeste está buscando opciones legales para revisar y eventualmente sancionar ese “vergonzoso suceso”. Escúchelo (inglés):


Notas periodísticas y relevantes relacionadas con el tema y petición de MoveOrg (inglés)

1. «Maricopa County election officials writing off voters? You bet,» Arizona Republic, March 23, 2016
http://act.moveon.org/go/2331?t=4&akid=163466.33848238.TOthDz
2. «Our View: A five-hour wait to vote in Arizona primary? That’s shameful,» Arizona Republic, March 23, 2016
http://act.moveon.org/go/2330?t=6&akid=163466.33848238.TOthDz
3. «Phoenix mayor asks Justice Department to investigate Arizona voting delays,» CNN News, March 24, 2016
http://act.moveon.org/go/2367?t=8&akid=163466.33848238.TOthDz

Como principal funcionario de Arizona a cargo de asegurarse de que todas las personas elegibles pueden votar y que cada voto sea contado en el condado más poblado de Arizona, Helen Purcell es el principal responsable de desastrosa elección primaria del martes, que dejó decenas de miles sin poder votar, sostiene Presente.org, y está haciendo una petición:

For the good of Maricopa county, our nation, and our democracy tell Helen Purcell it’s time for her to resign. #AdiosHelen

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