McConnell cambia de estrategia sobre el presupuesto de DHS

McConnellDe La Reedacción

Los republicanos buscan destrabar en el Capitolio el asunto del presupuesto de 40 mil millones de dólares para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que se quedaría sin fondos tan pronto como en la medianoche de este viernes si no pasa la votación del presupuesto para esta vital agencia encargada de la seguridad del país.

Como se sabe, si no se renueva el presupuesto de DHS significa que unos 30 mil de sus 230 mil empleados que se consideran esenciales perderían su trabajo, o se verían obligados a pedir licencia o a trabajar sin recibir sus salarios quincenales regulares. Estos empleados incluirían a grandes rasgos a unos 5 mil 500 funcionarios de la Administración de Seguridad del Transporte, que revisan a 1.8 millones de pasajeros diarios antes de abordar un avión en los aeropuertos del país; miles de agentes de la Patrulla Fronteriza, y agentes de la ley y el orden en la primera línea, así como miembros de la Guardia Costera, que tendrían que presentarse de todas maneras a trabajar, reporta The New York Times.

El senador republicano por Kentuky y líder de la mayoría en la cámara alta, Mitch McConnell propuso este lunes una nueva estrategia, de votar por separado el presupuesto de DHS y una medida contra la inmigración. Esto, luego que los demócratas del Senado bloquearan por cuarta ocasión los esfuerzos de los republicanos para forzar el debate sobre dicha medida, de 40 mil millones para DHS, con cláusulas envenenadas para destripar las acciones ejecutivas propuestas por el presidente Obama, que autorizarían a unos 5 millones de inmigrantes indocumentados a permanecer en el país con permiso temporal de trabajo. Pero la última votación de 47 a 46, dejó otra vez a los republicanos sin obtener los 60 votos necesarios para pasar su propuesta sin el apoyo de los demócratas.

Los demócratas en la cámara alta, a través de su líder, Harry Reid, proponen que se vote por separado el presupuesto de DHS y el proyecto de inmigración. Quieren que sea una ley de gastos para DHS limpia, y por eso han tenido que recurrir en las cuatro ocasiones mencionadas a la práctica del filibusterismo, o bloqueo a una votación, práctica que ellos mismos condenaron cuando estaban en la mayoría de esa cámara legislativa. Y estos desacuerdos no han permitido superar el estancamiento sobre el tema de la inmigración, que amenaza con cancelar parcialmente el proyecto de presupuesto de DHS en los próximos días.

Por eso el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell propuso este lunes una nueva estrategia para dejar vigente la extensión de una directiva emitida por el presidente Obama en 2012, que autoriza continuar en el país a los inmigrantes indocumentados que resulten elegibles; es decir, a los padres de ciudadanos o residentes legales que no tienen antecedentes penales y cuentan con un buen carácter moral, pagan sus impuestos y residen en el país desde antes de 2010. Para lograr su propósito, McConnell tendría sin embargo que imponerse en la batalla que libra en el seno de su propio partido.

La disputa, pues, no es sólo entre republicanos y demócratas, sino también entre los republicanos del Senado y de la Cámara de Representantes, también dominada por los republicanos. Los líderes de cada cámara ofrecen cada uno su propia solución. La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para financiar el Departamento de Seguridad Nacional, pero bloquea la acción ejecutiva unilateral del Presidente sobre la inmigración», dijo al Times Michael Steel, un portavoz de John Boehner, el líder de la Cámara de Representantes. Boehner por su parte ofreció la semana pasada, con un poco de astucia y un poco de ironía, suerte al senador McConnell: «Dios le bendiga y buena suerte», dijo Boehner. «Él tiene un trabajo duro allí. Yo tengo un trabajo duro por aquí».

El Departamento de Justicia solicitó de emergencia al juez Andrew S. Hanen, de una corte federal en Texas, que suspenda el interdicto temporal que emitió hace unos días para detener la entrada en vigor de las órdenes ejecutivas que difieren la deportación y posibilitan permanecer en este país con permiso de trabajo a los llegados en la infancia (DACA), y a los padres de ciudadanos y residentes legales (DAPA). La respuesta del juez a esta petición se espera que sea emitida el próximo lunes. De no lograr su objetivo, el Departamento de Justicia tendrá entonces que apelar dicha decisión de Hanen ante la Corte de Apelaciones del Quinto Distrito en Luisiana. Y si tampoco esta corte es favorable a la petición del Departamento de Justicia, el caso tendrá que ser llevado a la Suprema Corte de Justicia, lo que alargaría el proceso quizás hasta por un año o más, dicen los expertos.

Sin embargo, conocedores del tema, académicos, abogados y activistas que trabajan en los esfuerzos para alcanzar una reforma migratoria recomiendan a los aspirantes de DACA que solicitaron en 2013, y no se ven afectados por la decisión de Hanen, y a los que se acogerán a la extensión de este programa, que no desistan ni se desanimen. Que continúen recabando los documentos requeridos para solicitar DACA, de manera que cuando quede libre el camino otra vez, estén preparados. Y a los aspirantes de DAPA, recomiendan paciencia y también estar preparados.

Entre tanto, esta noche el presidente Obama tiene previsto ganar terreno para su causa sobre la inmigración, y celebrará una reunión al estilo de foro comunitario en la Universidad Internacional de la Florida en Miami. Allí sostendrá una entrevista con Telemundo, la cadena de televisión en español. Echará mano del beneficio que le brinda el uso clásico de la tribuna pública para tratar el tema de la inmigración a su manera, sin someterse a los vaivenes de las cortes y el Congreso.

El vocero de la Casa Blanca dijo a los medios: «Se trata de que el presidente está haciendo lo que se supone que los presidentes deben hacer: estar viajando por todo el país y hablando de sus prioridades para el país… No hay duda de que una de las prioridades del presidente es la reforma de nuestro sistema de inmigración».

Antes de irse para Miami, hoy miércoles, Obama se reúne en privado en la Casa Blanca, con defensores de los inmigrantes para informarles sobre su estrategia legal y legislativa para impulsar los cambios que busca en la inmigración, incluso ante los obstáculos en el Congreso y los tribunales.

La Casa Blanca dice que Obama aún tiene planes de usar su discreción procesal para reformular las prioridades de la deportación, centrándose más en los delincuentes que han entrado más recientemente a Estados Unidos, que en las personas que respetan la ley y que han vivido en el país por más tiempo. Esto, a pesar de que la actual administración ha deportado a más de dos millones de inmigrantes.

McConnell insistirá no obstante en su estrategia, esperando tener éxito para poder revertir después las órdenes ejecutivas del Presidente. Incluso se baraja la posibilidad de aprobar un presupuesto parcial y temporal para el Departamento de Seguridad Nacional, porque cerrarlo, detener sus actividades en este momento de amenazas terroristas, como han hecho los republicanos en el pasado al cerrar el gobierno, tiene un alto costo político de cara a las elecciones presidenciales de 2016. Esto, dicho incluso por algunos republicanos. Pero aun suponiendo que la estrategia del líder de la mayoría republicana fuera aprobada en un proyecto de ley en el Congreso, es decir en ambas cámaras, será vetada por el presidente Obama, quien aseguró que lo haría. Y no está jugando. Acaba de vetar ayer el proyecto impulsado por los republicanos para construir el gasoducto más grande de Estados Unidos.

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