Sequía continúa en California (primera)

California Drought De_HarrCalifornia entra en su cuarto año de sequía, y aunque no parezca, por los aguaceros de días recientes, la crisis del agua podría empeorar antes que mejorar. Lo que pasa es que aunque los chubascos del llamado Expreso de la Piña han traído alivio a la resequedad en el oeste, no han traído las suficientes nevadas que al derretirse en el verano recargan las represas de agua. Según científicos que han estudiado los anillos de árboles viejos en la zona, California nunca había estado tan seco ni tan caliente desde hace ¡mil 200 años! Así de excepcional, histórico y grave es este fenómeno. La brutal sequía le ha pegado con mayor fuerza al sur del valle de San Joaquín, donde por cierto algunas de las más productivas y lucrativas tierras de labor del mundo se han retirado del cultivo: cientos de miles de acres están hoy día sin trabajar. Esto tiene hundidos y en apuros a agricultores, rancheros, trabajadores del campo, pequeños comerciantes y municipalidades enteras. Esto es lo que un gobernante municipal del área sostuvo al director de noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco: “Nuestro pueblo, que era la capital mundial del melón, es hoy la capital de la pobreza”. Esta edición de Línea Abierta, es parte de nuestra serie especial sobre la Sequía, auspiciada parcialmente por el The California Endowment.


-¿Cómo le hacen los jornaleros del campo para irla pasando, hacer rendir el diario, en estos tiempos de secas? –pregunta Samuel Orozco en el arranque de la plática.

Jesús Gamboa, Jefe de operaciones, Proteus, Visalia, California, que a su vez constituye una cadena de 5 organizaciones agrícolas en el valle central del estado, afirma que ante la brutal sequía dichas organizaciones recibieron una ayuda presupuestal del gobierno estatal, de 10 millones de dólares: “Llegó y se fue muy rápido, en unos 5 meses…, en ayuda para pagar la renta y servicios como la renta y la luz”.

En el valle de San Joaquín, que es donde se halla el centro de la crisis de la sequía para el trabajador del campo, “recibió la mayor parte, la tercera parte, un poquito más de 3 millones de dólares para poco más de dos mil familias”, entre otras comunidades están las de Tulare, Fresno, King County. “La capital de los melones, ellos recibieron un poquito más dinero, en el norte de Fresno, donde pegó más duro la sequía”, sostuvo Jesús Gamboa.

“Hace poco (unos diez días) hubo una conferencia en Mendota, para tratar de informar y educar a los campesinos afectados con la sequía… asistieron unos 400 campesinos, como de 40 diferentes organizaciones… (fueron informados) sobre los diferentes servicios que todavía están disponibles”. Asistieron agencias del gobierno “como el Departamento del Trabajo, Farming Development, las escuelas…”.

Algunas organizaciones, aunque muy pocos, todavía tienen fondos. “En el caso de Proteus, si una familia tiene necesidades infórmense, llame al 888-776-9998…”, en Vaiselia, donde conectan al interesado con oficinas en su área, para asistencia en despensas de alimentos, por ejemplo, pues ya la ayuda para renta y otros servicios se agotó.

Los necesitados de dicha ayuda deben mostrar documentos en algunas organizaciones, y otras nos la piden, dice el invitado, José Gamboa: “Cuando distribuimos la ayuda que se acabó, nosotros no pedíamos mucha información… nombre, dirección y alguna otra poquita información, pero no se preguntaba si tenían documentos o estaban aquí legalmente… Primeramente tienen que hablar, y los trabajadores ahí les hacen unas preguntas básicas; pero si van en busca de entrenamiento o de un trabajo, las preguntas ya son otras porque deben tener permiso de trabajo aquí en Estados Unidos”.

-¿Qué tan largas son las filas de personas en espera para recibir más ayuda? ¿Ha sido un problema, como el miedo que se ha manifestado en otro tipo de catástrofes naturales, por carecer de ‘papeles’?

“Para nosotros no fue ningún problema, porque ya tenemos una cadena de oficinas. No, al principio sí estaban con mucha precaución, pero nomás empezamos a ayudar a algunos y entonces la palabra corrió, agarraron confianza. No, nosotros ya tenemos 47 años en las comunidades del valle central de California y mucha gente, los campesinos, ya nos conoce, nos tiene confianza”. Gamboa dice que como señal de la necesidad es grande, el programa estaba destinado para ayudar durante un año y lo acabaron en 5 meses.

Se sabe que con motivo de la sequía muchas gente se está yendo. Pero, ¿hacia dónde?

Gamboa sostiene haber escuchado que algunas familias se están moviendo en la zona, “pero hay otras que no se quieren mover, porque no quieren sacar a los niños de las escuelas… No tengo datos para decir que se han ido, no estoy seguro”.

-¿Qué ayuda están aportando el gobierno federal y el estado?

El invitado responde que siguen buscando ayuda para los afectados, para pagar sus rentas y sus utilidades (luz, gas, etcétera), pero que hasta el momento no han firmado ningún nuevo contrato. No obstante afirma que están buscando ayuda para desarrollar proyectos públicos. “Como cuando los 90 tuvimos las heladas, y otra vez en el 2000, tuvimos muy buena suerte poniendo a la gente a trabajar en proyectos públicos. Lo que a mí me gustaría es conseguir para unos proyectos públicos, para combinar… poner a trabajar a personas en las escuelas, de teachers, o como jardineros, o depende de las habilidades de cada uno, verdad. O con las compañías que cuidan el agua, limpiando los canales para que el agua corra más fácil”. Gamboa recuerda en que la helada del 2000, pusimos como a dos mil personas a trabajar en programas públicos, y les pagábamos muy bien, les pagábamos el salario mínimo que les pagan en las ciudades… Muchos campesinos trabajaron en las ciudades, como el Waste Water Plant, limpiando los parques, limpiando el agua… Esta vez estamos tratando de conseguir un poquito de dinero para pagar los servicios, pero también un poquito de empleo”.

José Gamboa recuerda al público que así como existe cooperativa campesina en California, a la que pertenece Proteus, hay también una red de apoyo a campesinos a nivel nacional, la AFOP (Association of Farmworkers Opportunity Programs), para los campesinos que emigran y algo les pasa en otros estados (Arizona, Oregon, Texas, Washington, etc.). Pueden llamar al 202-828-6006 (en Washington, DC).
Como resultado más de 3 años de sequía (estamos entrando al cuarto año) en el sur del Valle de San Joaquín, el desempleo y el desplazamiento de familias campesinas se enseñoreado en California. Y aunque las lluvias que provienen de Hawaii, denominadas ‘el expreso de la piña’, con nueves cargadas de agua este año, sin embargo no serán suficientes para revertir la preocupante situación, afirman expertos, pues para eso se necesitaría bastante nieve que pudiera abastecer las presas en California, y particularmente en el valle central, lo que se espera no pasará.

Para seguir comentando el tema, el segundo invitado, el Concejal de la Ciudad de Mendota, California, Joseph Riofrio hace presencia por la vía del teléfono. Mendota es un pueblo productor de melón, con poco más de 11 mil habitantes, 95 por ciento de los cuales latinos, con la mitad de ellos trabajando en la agricultura.

De acuerdo con Riofrio la ciudad de Mendota ha sido una de las ciudades más duramente golpeadas por la sequía. En sus alrededores, más de 200 mil acres se han retirado del cultivo, lo que ha provocado que esta ciudad que antes se anunciaba orgullosamente como ‘la capital del melón’, es hoy la capital de la pobreza, sostiene Samuel Orozco.

-¿Seguirá siendo Mendota la capital mundial de las frutas y las verduras, o volverá a ser el desierto que era antes?

“Bueno, yo siempre he dicho que Mendota ha sido la ciudad más maltratada no nomás por la sequía, por la falta de agua, y porque no ha caído suficiente nieve… sino que aquí los ranchos necesitan muy por adelantado saber el porcentaje de agua que nos van a dar para ir a sacar dinero para preparar las tierras, con mucha anticipación antes de que comience la cosecha del verano”, dice el concejal. “Pues si no se tiene esto seguro, los bancos no les van a prestar dinero, y ya por adelantado le están diciendo a la gente de la zona, que parece que no va a haber trabajo”.

Entonces, los campesinos de la zona tienen que comenzar a buscar a donde se van a desplazar en busca de empleo, para poder hacerle frente a los gastos de comida, renta, luz, ropa para los hijos. “Y todo los alrededores de Mendota están en el water district; al sur y al oeste, y para acá, para el norte, son otras compañías de agua que parece que por lo pronto sí tienen problemas de falta de agua, pero no como este lado del condado”.

Riofrío señala que cuando retiraron 200 mil acres de terrenos, “y van a retirar más, teníamos ranchos grandes, como Murrieta Farmer Peach, y otros más pequeños, en 200 mil acres que el gobierno sí trabajó bien con ellos; les pagó tanto por acre, y esos dueños, que eran los patrones de la gente por muchos años, recibieron el dinero. Y aquí en Mendota estábamos golpeando la mesa: ¿qué va a ser para nosotros? No se preocupan de que Medota vaya a llegar a ser un ghost Town, un pueblo fantasma”.

-¿Muchas de estas tierras que se retiraron del trabajo, eran meloneras?
-Eran de todo tipo de productos agrícolas… pero el melón, oh sí, sí ha bajado.

Tradicionalmente el trabajador siempre buscaba la cosecha del melón porque era muy bien pagada, acepta Riofrio. “Pero todo cambio. Antes, en los 70 y todavía entrando los 80, todo el melón que se pizcaba… les pagaban muy buenos cheques. Todo eso cambió”.

Los patrones no sufren tanto, sin embargo, porque ellos reciben ayuda federal, por cada acre que retiran del cultivo señala Orozco. Pero muchas familias locales, trabajadoras han sido muy golpeadas y a consecuencia han tenido que salir de Mendota porque la vida ahí se ha vuelto más difícil.

-¿A dónde ha indo estas familias y en que está afectado la fuga de Mendota?

“Todo esos es cierto. Y ¿qué le dan a estas familias de Mendota? Les dan unos husos, les tiran ahí un dinerito, los hacen que se forman a las 4 de la mañana para recibir una coja con comida, unas latas. Bueno, todavía fuera bien que les dieran frijoles, arroz, harina; pero la mayoría de la comida que les están tirando no es el tipo de comida que la gente hispana quisiera comer. Y mucha gente de Mendota se ha ido a vivir a Kerman, como a 19 millas de Mendota, por las condiciones; por la falta de trabajo, que ha mandado a muchas familias a Texas, donde hay mejores condiciones y trabajo. Y yo les digo, no, no se vayan, tenemos que pensar a largo plazo.”. Y asegura que las cosas empeoran en Mendota.

-Y esta quiebra de los trabajadores del campo, y este éxodo de familias hacia afuera del estado, también está afectando a los pequeños comerciantes… ¿Ha habido cierre de almacenes?

“Claro que sí, cada año se cierra un negocios, pero ha sido bueno para Mendota, porque al mismo tiempo han abierto dos o tres cadenas nacionales”.

-¿Cómo está la recaudación de fondos para la ciudad? ¿Está recaudando dinero en impuestos, para la limpieza de la ciudad, para arreglar calles, etcétera?
“Esperábamos algo malo, porque como concilio de la ciudad, cuando nos preparamos para el nuevo año fiscal, sobre los ingresos y los egresos, lo que vamos a pagar para la policía, los trabajadores de los parques de las calles, en las plantas de agua, todo lo que paga la ciudad… y lo que gasta la gente, el consumidor, pensábamos que iba a empeorar, pero comparando con ciudades cercanas, estamos estables; tenemos una base muy baja de impuestos, y la cosa no se quiere componer… Esperamos un restaurante de una cadena nacional y una tienda de autopartes que nos va a ayudar. La gente que nos escucha pensará que es muy poco, pero aquí se mejoran las cosas con un negocio y otro, y otro…■
Continúa….

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