Con movilizaciones en México, América Latina, Estados Unidos, y Europa, miles demandaron la presentación con vida de 43 estudiantes normalistas que desaparecieron en la vía pública la semana pasada mientras manifestaban en la ciudad de Iguala, Guerrero. Familiares y agrupaciones ciudadanas acusan al cuerpo entero de la policía de cometer el asesinato de algunos y la desaparición forzada de muchos jóvenes más. El presidente de México prometió investigar a fondo. Mientras tanto, los familiares de los estudiantes exigen la renuncia del gobernador de Guerrero. Vladimir Flores reporta desde Oaxaca, escenario de una de las manifestaciones de protesta.
En una acción de solidaridad internacional con las víctimas de la represión política en Ayotzinapa, municipio de Iguala, más de 5 mil personas protestaron en Oaxaca indignadas por el asesinato y desaparición de estudiantes en el vecino estado de Guerrero.
Sonido ambiental de protesta…
El 26 de septiembre un grupo de jóvenes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, recolectaba fondos económicos en las calles de la ciudad de Iguala para poder viajar a la ciudad de México y participar en los eventos que conmemoran la masacre estudiantil de Tlatelolco en 1968, cuando cientos de personas murieron en una emboscada de distintas divisiones del Ejército Mexicano.
Como si la historia se repitiera, los estudiantes de Ayotzinapa fueron atacados por agentes de la policía municipal y un grupo de pistoleros con armas de grueso calibre, que ya habían sido denunciados anteriormente por tener supuestos vínculos con narcotraficantes.
«Los compañeros ya se retiraban a la escuela cuando varias patrullas les cierran el paso y empiezan a rafaguear el autobús y empiezan a disparar a quemarropa», declaro Solano a Noticiero Latino.
José Solano Ramírez es uno de los estudiantes que sobrevivieron a la balacera. En una entrevista difundida en internet por la organización de derechos humanos, SERAPAZ, José Solano relata la forma en que fueron agredidos por la policía:
«Ya no tuvieron consideración ni porque fuéramos estudiantes ni porque algunos de nuestros compañeros fueran menores de edad (…) Era clara la posición de los policías en asesinar a nuestros compañeros (…) En la madrugada del día siguiente, el 27 de septiembre nos dimos cuenta de que había otro compañero tendido, desollado. Se reconoció el cadáver y fue (un compañero) de la (escuela) normal»
Actualmente 43 estudiantes aún están desaparecidos. La gravedad de este ataque provocó que el gobierno federal ocupara militarmente el municipio de Iguala y detuviera a 22 policías. El presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, su esposa y el jefe de la policía lograron escapar. El presidente de México, Enrique Peña Nieto prometió una profunda investigación:
«Conocer la verdad y asegurar que se aplique la ley a los responsables de estos hechos que son sin duda dolorosos e inaceptables»
La violencia cotidiana que se vive en todo México desde hace varios años ha provocado que muchas personas expresen solidaridad con los familiares de las víctimas.
«Estas son las palabras de una madre en apoyo a los normalistas desaparecidos», dijo Lucía.
La señora Lucia participó en las protestas del 8 de octubre en la ciudad de Oaxaca:
«Yo soy una persona humilde, soy comerciante. Desde el momento que me enteré de esta desgracia yo siento que esos hijos desaparecidos son los míos. Y yo sé que como yo el pueblo de Oaxaca y las madres los apoyamos»
El ataque contra los estudiantes de Ayotzinapa generó también que grupos como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Organización de Estados Americanos exigieran al gobierno mexicano evitar la impunidad. Mientras tanto, se espera que en las próximas semanas se puedan conocer los resultados de las pruebas genéticas para saber si los cuerpos encontrados recientemente en dos grupos distintos de fosas clandestinas pertenecen a los estudiantes desaparecidos.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Oaxaca, Texto y Fotos, Vladimir Flores.
