La segregación y las escuelas charter

por Diana Montaño

Con el comienzo del año escolar en la ciudad más diversa de los Estados Unidos, los alumnos de Nueva York entrarán a escuelas que pertenecen a lo que el Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad de California-Los Ángeles ha nombrado como el sistema escolar más segregado de la nación.

Patricia Gandara, la co-directora del Proyecto de Derechos Civiles, dice que la continuación de una profunda segregación escolar en este país tiene su raíz en las estrategias de reforma educativa que no han abarcado la problemática de la desegregación.

“No ha estado entre las prioridades de la gente que formula la política educativa”, dice la académica. “La prioridad ahora, y por muchos años, ha sido una de estándares más altos, de tener más exámenes para entonces tener más altos estándares. Pero no han estado pensando en esto.”

Esto ha sido cierto en Nueva York, donde durante sus 12 años de alcaldía, el empresario Michael Bloomberg enfatizó como estrategia central de su política educativa el aumento de exámenes estandarizados, y una expansión sin precedentes de las escuelas charters- instituciones semiprivadas que reciben fondos públicos.

Bajo el marco de la “opción escolar” basado en una ideología de mercado libre, las charters se presentaron como buena alternativa para los padres desilusionados con el sistema escolar público.

“Tantos padres se cansan tanto de pelear que simplemente meten a sus hijos en charters,” dice Yanuaira Lopez-Souza, una madre de Harlem que este año, tuvo que llamar casi diario por dos meses mientras su hija estaba en la lista de espera de kinder en la prestigiosa PS 75 en el Upper West Side.

Lopez-Souza dice que aunque últimamente es como si hubieran más charters que escuelas tradicionales en su barrio de East Harlem, ella no las consideró porque no le gusta el énfasis que estas escuelas ponen en la disciplina y el rigor académico.

“El día entero no tienen un momento para disfrutar la niñez,” dice la mamá. Lopez-Souza hizo la lucha para que su hija entrara a la PS 75, una escuela pública reconocida por su programa de arte.

Pero la mayoría de los padres de color no tienen la misma tenacidad al enfrentar barreras para acceder a escuelas públicas prestigiosas que están dentro de su distrito escolar, pero ubicadas en barrios que son predominantemente blancos y de clase media.

“Últimamente una de las formas en que la segregación se ha manifestado es que los padres a quienes les ha sido negado el acceso a sus escuelas locales están escogiendo escuelas charters”, dice Ujju Aggarwal, una profesora de la New School University e investigadora con la Universidad de la Ciudad de Nueva York que ha estudiado extensivamente la segregación en el Distrito Escolar 3 del Alto Manhattan.

Las escuelas charters – financiadas con fondos públicos pero administradas como entidades privadas – se han vuelto controversiales por su aparente falta de responsabilidad ante el público. Al contrario de las escuelas públicas, por ejemplo, no tienen que reportar finanzas, ni seguir los mismos protocolos que las escuelas tradicionales en cuanto las medidas disciplinarias como la expulsión de alumnos.

Aggarwal dice que esta falta de responsabilidad pública es lo que más preocupa a los oponentes de la expansión del modelo charter. Cuenta que cuando estaba investigando el tema, algunos padres le platicaron de una escuela charter de Manhattan que expulsó a varios alumnos aprendices del inglés justo cuando se estaban administrando exámenes, aparentemente para mantener altos sus resultados.

Pero al escoger una escuela charter como última medida para huir un sistema escolar público segregado, los padres quienes han sido excluidos de “buenas” escuelas públicas de hecho caen aún más profundo en el abismo de la segregación.

Según el Proyecto de Derechos Civiles, las escuelas charters de la ciudad de Nueva York exhiben una hiper-segregación aún más grave que las escuelas públicas tradicionales.

Mientras en el 2010 la composición demográfica de las escuelas tradicionales era de 14.5% alumnos blancos, 29.8% afro-americanos, y 40.1% latinos, la composición de las escuelas charters era aún menos diversa – con 3% alumnos blancos, 62.1% afroamericanos, y 30.8% latinos.

Con estos números, es dudoso que las soluciones de “opción escolar” que hasta ahora han sido priorizadas ayudarán a esta diversa ciudad cumplir con la promesa de la integración escolar que se hizo hace 60 años.

Y es por eso que grupos como el Proyecto de Liderazgo de Padres en Manhattan, o el Consejo Comunitario de Educación del Distrito 15 en Brooklyn junto con legisladores locales, están proponiendo modelos alternativos como son las políticas de “opción controlada”, y la eliminación de zonas escolares que reproducen la segregación residencial de barrios locales.

Sólo con el tiempo se sabrá si el nuevo alcalde Bill de Blasio, quién entró en enero con una fuerte postura anti-charter, está preparado para el desafío.

Puede leer y escuchar el reportaje de Diana Montaño sobre la segregación en las escuelas de Nueva York y lo que está haciendo un grupo de mamás al respecto aquí: https://legacy.radiobilingue.org/features/madres-latinas-de-nueva-york-buscan-aumentar-acceso-a-las-escuelas/. 

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