De La Redacción

Se repliega la Guardia Nacional tras otra noche más de relativa calma en Ferguson, Missouri, asolada por las protestas, represión policial y saqueos ocurridos en ese poblado desde el 9 de julio, cuando el policía de la raza blanca, Darren Wilson mató de 6 tiros al joven afroestadunidense de 18 años de edad, Michael Brown, en un incidente que forma parte de una investigación cuya falta de resultados y de información a los familiares de la víctima ha provocado los desmanes que han arrojado un saldo de 163 personas detenidas y decenas de heridos, reportan diversas agencias noticiosas.

Y es que el gobernador de Missouri, Jay Nixon ordenó hoy a la Guardia Nacional que comience el «proceso sistemático de retiro», una vez que se comenzara a notar una disminución de las protestas en esa localidad, que de acuerdo con la prensa.

sólo reportó ayer seis personas arrestadas por la policía, una cifra considerablemente más baja que la de la noche que le precedió, con 47 arrestos de individuos acusados de resistir la orden de dispersión en la vía pública. Pero ayer, a diferencia de otras madrugadas, no hubo disparos de armas de fuego ni la policía recurrió al uso de bombas lacrimógenas o de humo.

Trascendió que la mayoría de los detenidos residen en Ferguson y otros poblados de la cercanía, aunque hay una cifra considerable que proviene de otros estados.

La torpeza y la lentitud con que han sido llevadas las medidas de contención de la policía y las investigaciones de la autoridad municipal sobre este caso ha desatado el rumos de que varias cabezas municipales y hasta estatales podría rodar próximamente, ahora que el Fiscal General de la Nación, Eric Holder iniciara trámites para darle curso a una investigación federal, por órdenes del presidente Obama. Una de estas cabezas es la de Bob McCulloch, el fiscal del Condado de San Loouis, al que pertenece Ferguson, de quien se dice que podría renunciar o ser destituido por el gobernador, Jay Nixon.