De La Redacción
Aunque había disminuido levente la violencia en Ferguson, Missouri hasta las últimas horas del día de ayer, la tensión entre la comunidad y la policía local, reforzada con soldados, tanquetas antimotines y francotiradores sienta sus reales por quinto día consecutivo de protestas, por la muerte de Michael Brown, un joven afroestunidense de 18 años de edad residente de Ferguson, y la renuencia de las autoridades locales a revelar la identidad del agente que le disparó, de acuerdo con medios de prensa.
Thomas Jacson, jefe de policía de esa ciudad sureña argumenta que tanto el agente como su familia corren el riesgo de sufrir serias represalias si se revela su nombre, y que finalmente ese departamento policial ha decidido no hacer pública la identidad del policía, lo que ha caldeado aun más los ánimos de la comunidad local, que ha perdido toda la confianza en las fuerzas del ordenrevelan medios de comunicación locales y nacionales.
Brown murió el sábado pasado luego de recibir varios disparos de un agente en circunstancias aún por esclarecer, mientras caminaba hacia una tienda en su vecindario junto con un amigo, cuando ocurrió el fatídico hecho. Las autoridades afirman que aunque el joven de la raza negra iba desarmado agredió al policía, una versión rotundamente rechazada por la familia del occiso y algunos testigos que describen al joven como una persona pacifica y tranquila.
La agencia EFE reporta que la cadena CNN difundió ayer una entrevista con dos mujeres que fueron testigas del incidente y que describieron cómo Brown forcejeó con un agente policial que intentaba meterlo en la patrulla.
Las protestas han ido subiendo de tono, “pese a llamados del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y de activistas a una respuesta mesurada informa Reuters. La Policía de San Louis Missouri afirma que durante la mañana un policía disparó e hirió de gravedad a un hombre que sacó una pistola cerca del lugar donde se desarrollaba una protesta por la muerte de Brown. Entre la multitud se hallaba presuntamente un hombre encapuchado que en la estampida ante la aparición de un cuerpo anti motín de la policía apuntó un arma a un agente, y este respondió con un disparo. El herido fue llevado a un hospital local. Brian Schellman, vocero dela policía local declaró que después de la medianoche la policía lanzó gases lacrimógenos a manifestantes que confrontaron a un contingente policial después de que una muchedumbre se dispersó, sostiene la fuente.
El suceso es uno más de los múltiples que han ocurrido sobre todo en las últimas semanas y en diversos puntos del país a manos de la policía, casi exclusivamente en contra miembros de la raza negra, y ha encendido una vez más el debate nacional sobre el uso de fuerza excesiva de la policía, con el eco de fondo de casos como el de Trayvon Martin, el adolescente negro que murió a manos de un vigilante que le disparó a quema ropa en La Florida en 2012, dice un despacho de ACB News y de la agencia EFE. O como el caso más reciente de Eric Garner en Long Island, que murió asfixiado con una llave letal aplicada por una agente del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), una práctica prohibida en el protocolo de la propia policía, que ha encendido también las calles y los espacios mediáticos en Nueva York y del resto de la nación, y que ha revelado una vez más que el video de testigos que graban los hechos con sus teléfonos celulares y los divulgan casi inmediatamente en las redes sociales se ha convertido en una poderosa herramienta de la comunidad. O también está el caso en la ciudad de Los Ángeles, California, donde se investiga la muerte de otro hombre negro desarmado a manos de un policía, presuntamente ocurrida tras una riña con el agente.
Pero la violencia podría escalar con las revelaciones del nombre del agente que disparó al adolescente en Ferguson, según cita The New York Times, cuando el grupo denominado Anonymus dice haber interceptado (hacking) las computadoras de la policía y descubierto el nombre del agente implicado. Anonymus afirma en un tuiter que además del nombre revelará información adicional del agente, incluida su fotografía, si no recibe pronto una respuesta del Departamento de Policía del condado de San Louis, Missouri, que es una de las entidades que supervisan el caso de Michael Brown.
Existe un consenso sobre la historia de la segregación racial, la desigualdad económica y la ejecución autoritaria de la ley que produce gran parte de la tensión que se vive en estos momentos en las calles de Ferguson. San Luis, Missouri ha sido durante mucho tiempo una de las zonas metropolitanas más segregadas de la nación, y de la estructura del poder blanco que domina los ayuntamientos y los departamentos de policía, como el de Ferguson, hoy en el centro del debate, sostien el Times.
Hasta hace dos años, según el Censo, la población de Ferguson se componía del 29 por ciento de habitantes de la raza blanca y un 69% de afroestadunidenses. Pero estos carecen del poder político que debiera ser proporcional al número de sus habitantes. El alcalde y el jefe de la policía son blancos, al igual que cinco de los seis miembros del Consejo de Ciudad. Y el consejo escolar se compone de seis miembros blancos y un latino, dice El Diario. Agrega que la disparidad es más evidente en el Departamento de Policía de Ferguson, donde sólo tres de los 53 oficiales son de la raza negra. Estadísticas recientes de la fiscalía de ese estado citadas por periódicos locales revelan que los negros hacen el 86% de los detenidos en controles de tránsito y que el 93% son arrestados. Lo que se necesita, dicen las voces de diversos sectores, de activistas, académicos y padres y madres de familia, es inversión económica en Ferguson para brindar una oportunidad a los jóvenes si se les quiere sacar de las calles.
El Diario sostiene además que “si bien la muerte de Brown, quien recibió varios disparos después que levantó sus manos –de acuerdo con versiones de testigos-, es un hecho ‘desgarrador’, citando palabras de Obama, nada justifica la violencia y los saqueos ocurridos en los últimos cuatro días΅.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon visita hoy la localidad de Ferguson, en momentos en que aumentan las presiones para que el presidente Barack Obama intervenga y ordene una investigación federal.
En tanto, habrá una serie de de vigilias en Harlem, Union Square y Bedford-Stuyvesant, e Nueva York a las 7 de esta noche en respuesta a la muerte de Brown, y en protesta también por las muertes que han estado ocurriendo en Nueva York, como la de Garner y ayer la paliza que le propinó la policía a un joven dominicano en un vecindario del Alto Manhattan, que también fue grabada en un teléfono celular. Los organizadores animan a las personas a llevar carteles y señales, pero no hay megáfonos o mensajes violentos.
«Tenemos que estar ahí y mostrar apoyo. Esta es una epidemia que está sucediendo otra vez, una y otra vez. Y esa es la razón más grande. Pero también creo que la segunda razón es que realmente tenemos que tomar una posición y decir ¡basta!, y nosotros no vamos a tener más brutalidad en nuestras comunidades», dijo la organización Million Hoodies for Justice of Dante Barry.
Y ayer la cadena Univision difundió la imágenes de agentes del NYPD golpeando salvajemente a un joven dominicano que presuntamente intentaba vender drogas en una calle del Alto Manhattan, cuando se espera una marcha multitudinaria por estos días en protesta por el asesinato de Eric Graner.
Así y todo, las tensiones entre la policía y la sociedad civil en Estados Unidos no sólo no son actos aislados, sino que de acuerdo con las evidencias parecieran ser ‘el pan nuestro de cada día’.
