La situación de trabajadores huéspedes con visa H2b y contratados durante la década pasada por el gigante de la jardinería estadunidense, TruGreen, llegaron a un acuerdo tras someter una demanda colectiva contra la empresa, asesorados por el Centro de Derechos del Migrante, con sede en México, com relatamos en la reseña pasada sobre la primera media hora del programa de Línea Abierta, de Radio Bilingüe, que con ayuda de una asesora de este centro de derechos y testimonios de trabajadores que forman parte de la demanda abordamos detalles de la misma y algunos límites y problemas del programa de visas H2B. En esta entra continuamos con el análisis del tema y nuevos testimonios. Este es un programa más de nuestra serie, Voy contratado: derechos del migrante en radio.
En la primera parte de esta reseña expusimos cómo Lilian López Gracián, asesora legal del Centro de Derechos del Migrante (CDM) explicaba en Línea Abierta la situación de trabajadores como Juan Carlos Arauz Canela, quien tuvo que desembolsar cantidades importantes -para su economía personal- que en muchas ocasiones los trabajadores, en este caso de la empresa de jardinería TruGreen, con sede en decenas de ciudades estadunidenses, se ven obligados desembolsar para beneficiar a las empresas que los contratan, por lo que muchas veces se ven obligados a pedir dinero prestado, en detrimento de su salario. Esto, dijimos, constituye una violación al derecho al salario mínimo, consignado no sólo en las leyes laborales sino en las que rigen a este programa de trabajadores huéspedes entre empresas privadas de Estados Unidos y el gobierno de México. Y además pudimos ver también los mecanismos viciados del proceso de reculutamiento de trabajadores al sur de esta frontera.
“El CDM realizó el año pasado un estudio que se llama, ‘Revelando el Reclutamiento’, que comprueba que de una cantidad de trabajadores entrevistados, más de la mitad solicitaron préstamos para poder cubrir estos gastos relacionados con el pre empleo o el visado”, dijo López Gracián. Estos préstamos sirven para los gastos de visado, las ‘mordidas’, el traslado de México a Estados Unidos, donde se halla la fuente de trabajo, y corren a cargo del empleado, cuando éste beneficia con su fuerza laboral al empleador, lo que resulta una práctico injusta y violatoria de la ley. La asesora señalaba que “esos préstamos van acompañados muchas veces de intereses muy fuertes, hasta por más del 50 por ciento, en donde también cuando llegan a Estados Unidos con una deuda tan amplia, a veces cuando las condiciones de trabajo son muy malas; pues se ven obligados a permanecer en sus trabajos hasta que no alcancen a cubrir las deudas que tienen, de regreso en México”. Y ya estando en Estados Unidos, sostuvo la asesora, en algunas ocasiones “las condiciones de empleo no son las más adecuadas; condiciones inadecuadas de vivienda, cobros excesivos por la renta, incumplimiento de los términos del contrato, o en muchísimas ocasiones ni siquiera un contrato escrito. Hemos escuchado testimonios donde los trabajadores llegan a un lugar sin saber siquiera quién es su empleador”.
El gran problema que persiste a través de los años, y en un amplio espectro de empleos, contaba Lilian López Gracián, es que existe un gran desconocimiento del proceso y de los derechos laborales, “y es super importante difundir esta información, para que una vez que -los trabajdores- lleguen a Estados Unidos, lleguen conociendo sus derechos y de qué manera pueden exigirlos; cuáles son las estrategias y los medios que tienen a su alcance para exigirlos”.
En esta segunda parte veremos como la contratación en México para los trabajadores huéspedes que vienen a Estados Unidos con una visa H2B con mucha frecuencia incurre en violaciones a la ley.
“Ahorita el CDM ha hecho un trabajo muy importante de observación y documentación del proceso de reclutamiento, y parte de lo que hemos visto es que hay una falta de transparencia y una falta de control sobre las acciones de estos actores comenta la asesora legal de CDM a Chelis López, quien conduce el programa de Línea Abierta en el que salió al aire esta conversación.
A pesar de que sí ha habido esfuerzos por parte de ambos gobiernos para controlar la situación, y que hay leyes y reglamentaciones establecidas para regular las acciones de estos actores, todavía hace falta mucho trabajo, continúa López Gracián. “Porque existe una falta de transparencia muy, muy importante, no hay agentes certificados y generalmente son agentes irregulares. Hay unas empresas que sí son mucho más grandes y que están en cumplimiento de la ley, y sin embargo sí hay una falta de transparencia que dificulta muchísimo la observancia de las regulaciones en materia de reclutamiento”.
En efecto, en México sí ha habido esfuerzos al respecto, sostiene la asesora. “Horita hay una voluntad política muy importante para tratar de corregir y eliminar estos abusos durante el reclutamiento, pero es un trabajo que tienen que seguir y tiene que continuar monitoreándose”.
Los Testimonios
El trabajador Manuel Arreola Bustillos, de Chihuahua, México, forma parte también de la demanda colectiva contra TruGreen:
“Mira, yo trabajé 2005, 2006 y 2007, y nosotros sí batallamos para pasar. Pero donde más batallamos fue cuando viajamos a otro estado aquí en México, al estado de Monterrey, y ahí hicimos todo el trámite de la visa… El primer año nos hicieron ir hasta Dallas, Texas. Nosotros íbamos para Nuevo México. Fuimos a Dallas y de ahí fuimos a Albuquerque, tuvimos que rodear mucho. De la pura cita son 100 dólares, para la visa, y luego 100 dólares más por la visa aceptada. Más el viaje a Monterrey, y luego el hospedaje en Monterrey, que duramos como dos días; y de ahí hasta Albuquerque, fueron como unos 800 o 900 dólares yo creo. Aparte de eso, teníamos que llegar rentando, porque como algunos trabajadores teníamos que pagar hospedaje, no teníamos a dónde llegar. Como muchos trabajadores, pagamos hotel hasta agarrar el primer cheque para poder salir a buscar un apartamento para rentar. El primer año pagábamos 600 dólares al mes, en un apartamento para cuatro personas. Ganaba a la semana aproximadamente 286 dólares”.
Los Radioescuchas de Radio Bilingüe
En este momento comienzan a entrar las llamadas habituales de los radioescuchas de Línea Abierta. Llama Tomás, de Yakima, en el estado de Washington: “Estaba oyendo los comentarios y… yo he platicado con mucho que vienen aquí en Yakima y yo los veo contentos… Pero la cosa es de que ellos -los trabajadores huéspedes con visa H2B- tienen muchos beneficios, los que vienen de allá. Porque si van, y está lloviendo les pagan como quiera cuatro horas, y eso ya es ganancia. Y los que estamos de ‘ilegales’ aquí, estamos dos horas en la misma y no ganamos ni un cinco, y hacemos… ‘ora, los que vienen no tiene experiencia para un trabajo, como para pizcar manzana y hacer dinero, porque no tienen experiencia; aunque sean rápidos pero hay gente que ya tiene la experiencia. No sé por que no mandan gente que ya tiene experiencia y así ganan más dinero”.
Manuel Arriola responde que en efecto, ellos vienen con más beneficios. “Porque no se va a comparar con una persona que viene de ‘ilegal’, verdad, porque batalla más. Pero a lo mejor sí es verdad lo que dice él, pero sí se sufre también al pasar con la H2B, por el gasto y todo. No se sufre la caminada, el riesgo, y eso. Viene uno más protegido, pero el gasto… es lo mismo”.
En el 2012 hubo intentos ppr hacer regulaciones para quienes vinieran con la H2B, pero no pasaron, no se lograron. Uno de esos intentos era precisamente lograr que el empleador sí reembolsara estos gastos de visado, de pasaporte, de los que se ha estado hablando en el programa, dice la conductora de Línea Abierta a Lilian López Gracián.
“Yo nada más quisiera hacer una acotación”, contesta Gracián, “tener en cuenta quién tiene más beneficios; pero sí hay que contemplar por ejemplo que en el caso de la visa H2B las personas están atadas, ligadas únicamente al empleador que los está contratando. Es decir, si las condiciones de empleo son muy malas, una persona con una visa H2B no tiene la capacidad de cambiar de empleo, para buscar mejore condiciones. Sin embargo, una persona sin documentos, sí tendría esta movilidad”.
Gracián agrega que en materia de reembolsos, “es verdad, las personas que van a trabajar a Estados Unidos con una visa H2A, el empleador sí tiene la obligación de reembolsarle al trabajador sus gastos de visado cuando cumple el 50 por ciento del contrato. Entonces resulta incoherente, si estamos hablando de dos programas similares de trabajo temporal, esta distinción entre una visa y la otra. Como bien comentas, Chelis, hubo un intento de que se aprobaran regulaciones en el 2012, que trataron de igualar estas diferencias entre ambas visas, y que brindaran mayores protecciones para los trabajadores H2; y una de esas era la obligatoriedad de cubrir algunos gastos, sobre todo el visado, por ejemplo, porque obviamente el patrón se está beneficiando de la mano de obra del trabajador. Entonces resulta incoherente que el trabajador tenga que invertir para beneficiar al empleador”.
La también investigadora de CDM afirma que sí hubo unas leyes comprensivas para mejorar el programa H2 pero que no pasaron. “Y horita tengo entendido que está involucrado el litigio, que habrá que ver cómo resulta para ver si más adelante es posible igualar estas condiciones, o mejorar las protecciones para los trabajadores H2B. Y por eso son bien importantes los testimonios como los de Manuel y Juan Carlos, pues para que a través de la voz y la experiencia de los trabajadores nos demos cuenta todos de que tiene repercusiones económicas en las familias de los trabajadores, como en ocasiones tener que invertir estas cantidades tan fuertes cuando muchas veces también se viene de comunidades pobres o con ingresos muy bajos”.
Juan llama de Bakersfield, California: “Cómo me gustaría que así como la invitada está peleando por los derechos de la gente que fue contratada en México, como me gustaría que por medio de ella se averiguara quién está a cargo de todas estas prestaciones. Porque le puedo asegurar que alguien del mismo gobierno está metido en eso. Metiendo la mano ahí. Como dicen, de por sí la gente viene porque quiere trabajar y quiere salir adelante. Pero que les reembolsen mil 400 dólares…, ¿a mí de dónde? Me refiero a las compañías de reclutamiento en México, ¿quien lleva un monitoreo de ellos? Y otra cosa… se lo puedo asegurar que los muchachos que vinieron a atrabajar acá, ellos no saben sus derechos; y en dado caso, si por cualquier robo, o cualquier cosa, por si los llega a arrestar la policía, estamos en otro país, con otras leyes y la policía se da cuenta que son de nuestros paisanos y no hablan inglés…”.
José Camarillo habla de Tulare, California: “Mire, eso del reclutamiento ya está visto; porque yo cuando estaba para allá en Canadá, y fui a reclutarme… en primer lugar, cuando llevé mis papeles me pusieron en contra porque yo era como estudiante; y agarré y les dije: ¿Cómo que no me reciben como estudiante? Y me dicen: ‘No, porque tienes que pagar tanto, y esto y esto otro’… El chiste es que se compañero luego nos conocimos, que habíamos ido a la escuela allá en México, en el DF. Y luego agarró y me dijo: “La neta es así: mira, nosotros estamos reclutando gente, pero gente que no sea estudiada. Porque, digamos una gente como tú, pues nos puede dar problemas allá, porque sabe sus derechos. Y por eso es por lo que queremos gente ignorante, para mandarlos para allá; porque no sabe sus derechos, y porque nosotros tenemos que hacer una feriecilla aquí, con el reclutamiento. Y el gobierno estaba claro de eso que estaban haciendo, de que se cobraba, nada más que luego decían que no… está documentado todo eso”.
Lilian López Gracián interviene: “Creo que es cierto, como dice el señor Juan. Es super importante que las personas, independientemente del estatus migratorio con el que se encuentren en Estados Unidos conozcan cuáles son sus derechos. Nadie defiende lo que no conoce, y entonces resulta importante que independientemente del nivel de escolaridad que tengamos, nos ocupemos cada uno de investigar cuáles son nuestros derechos, como podemos defenderlos, y nos acerquemos a organizaciones que apoyan a personas trabajadoras, migrantes. Creo que no es una lucha diferente, creo que es la lucha por los migrantes. Todos somos migrantes independientemente del estatus con el que nos encontremos en el país”.
Añade: “Sí resulta importante. Estoy totalmente de acuerdo con Juan y en alguna medida con José, sobre la importancia de conocer los derechos de las personas para defendernos. Otra cosa que quisiera hacer notar también es que es importante tener en cuenta que la contratación es un proceso transnacional, que implica dos leyes y dos complementos legales. Entonces habrá que atender también cuáles son nuestros derechos cuando estamos siendo reclutados en México, tanto como los que tenemos cuando llegamos a trabajar a Estados Unidos. La situación con Canadá es un poco diferente porque el programa es una acuerdo entre gobiernos; y con Estados Unidos son programas privados. Sí hay una diferencia entre los programas de trabajo temporal con un país y con otro, pero sí hay que tener en cuenta que como es un proceso transnacional, los derechos deben también ser vistos desde esta perspectiva transnacional, y atender a unos derechos en un país, y atender a otros derechos en el otro país”.
Cómo poder contactarse con el Centro de Derechos del Migrantes para saber el tipo de formularios a llenar, si pueden beneficiarse de este acuerdo y recibir su reembolso por lo que les deben, por todo este asunto de visados y viaje, pregunta Chelis López.
“Nuestro número gratuito para personas que se encuentran en México, es el 01-800-590-1773, y para personas que se hallan en Estados Unidos es el 1-855-234-9699. O bien siempre puede comunicarse con nosotros a través de nuestro correo electrónico, que es: info@cdmigrante.org, o nuestra página de Interten: www.cdmigrante.org, o nuestro contacto de Facebook (Centro de Derechos del Migrante) y Tuiter”.
La fecha para sumarse a la demanda, agrega Lilian López Gracián, es hasta el 31 de mayo del 2015 para llenar su formulario o enviar su reclamación. “Es importante nada más tener en cuenta que entre más tiempo dejen pasar, el acuerdo establece que las cantidades pueden disminuir después de haber pagado dos mil reclamaciones; entonces sí recomendaría a las personas que hayan trabajado en este periodo con la compañía (2000 a 2010), se pongan en contacto lo más pronto posible con el Centro de Derechos del Migrante”.
Para terminar, Juan Carlos hizo una invitación a los trabajadores que laboraron para la empresa de jardinería: “Si ellos trabajaron algún tiempo para TruGreen, ¡que se unan! Para que se siga haciendo más grande nuestra pelea por nuestros derechos”■