Hacer que los niños lean (primera de dos partes)

Marco Vinicio González

Noticiero Latino, Nueva York

wednesday-673x324En este programa de Línea Abierta, de la serie Diploma en Mano, se abrda un problema que ha derivado en una crisis del sistema de educación. Una gran mayoría de niños en Estados Unidos no está leyendo a nivel de primaria cuando llega al cuarto grado; y los niños de familias de escasos recursos son los que van más a la zaga. Reprobar la lectura en cuarto grado puede llevar más adelante a la deserción escolar, a empleos mal pagados o incluso a la cárcel, dicen estudios. En esta entrega reseñamos el punto de vista de dos expertas que comparten su opinión desde la doble perspectiva, profesional y como madres educadoras de sus hijos en casa. Ellas son María Flores, miembra de la Junta Directiva del Distrito Escolar de Las Cruces, y Presidenta de Children’s Reading Foundation of Doña Ana County, Las Cruces, NM (www.readingfoundation.org); y Elizabeth Jiménez, representante, Project2Inspire, California Association for Bilingual Education, Los Ángeles, CA (www.bilingualeducation.org/programs/2INSPIRE.php). Ambas coinciden en señalar que resulta crucial para el aprendizaje y desarrollo de los niños, inculcar a toda costa el hábito de la lectura en una etapa temprana de la educación.

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No saber leer en el cuarto grado es un agudo problema, sobre todo si se toma en cuenta que hasta el tercer grado de primaria los niños aprenden a leer; después del tercer grado los niños leen para aprender, dice Chelis López, habitual conductora del programa de Línea Abierta. Agrega que si al llegar a cuarto grado los niños tampoco pueden leer, entonces tampoco podrán aprender bien sus materias. ¿Qué problemas le esperan en la vida al niño de cuarto grado que no sabe leer bien?

thursday-673x324Se sabe que nueve de cada diez niños de tercer grado que no len a nivel de primaria nunca lograrán ponerse al corriente. Se sabe también que si el niño no lee bien al llegar a cuarto grado es más probable que no termine la preparatoria. También seguramente le esperan trabajos de bajo salario. Un dato muy inquietante es que los planeadores de las prisiones estatales calculan el número de las celdas, basados en los niveles estadísticos de lectura en el tercer año. ¿Qué hacen, tanto las escuelas como los padres y madres de familia por echarle la mano a los niños, en la primera escuelita de la nación, que es el hogar?, pregunta al aire Chelis López.

Las Cruces es el segundo lugar más poblado de Nuevo México, con una gran población inmigrantes donde una cuarta parte de los 25 mil alumnos del condado no habla inglés, señala María Flores, de la Junta Directiva del Distrito Escolar. “Y así, lo que pasa es que se van quedando atrás porque la lectura les cuesta mucho trabajo. Pero si llegan leyendo en español, aunque sea un poco en español entonces sí avanzan; porque no importa qué idioma hablen cuando llegan; si pueden leer en español, aprenden a leer en inglés”. En el salón de clases hay una diferencia del 20 al 30 por ciento de diferencia en los niveles de aprovechamiento de los alumnos, sostiene Flores.

Existen guías diversas que aconsejan a los padres sobre cómo inculcar eficientemente la lectura en sus hijos, como por ejemplo, leerle a los hijos un promedio de 20 minutos diarios, y otros consejos. Como parte de una red nacional de fundaciones, en Las Cruces, Children’s Reading Foundation recomiendan apoyar a los padres. “Desde que está el niño en el útero, que los padres le empiecen a hablar, cantar, y leer a sus niños. Cuando nazca el niño empezar a leerle, hablar y decirle por lo menos 30 diferentes cosas durante una hora”, es lo que lo que recomienda Children’s Reading a todos los padres, abuelos y parientes, sostiene la especialista.

LeticiaSerranopracticaconsuhijoLo que sucede con los niños al seguir escuchando es que se les va desarrollando el cerebro, dice Flores. “Porque desde los seis meses hasta los tres años es cuando crece el cerebro más que en ninguna otra época de la vida”. Agrega que si se le habla y se le canta al niño cuando está en el vientre, al nacer ya reconoce las voces de su papadre y su madre.

María Flores recomienda también introducir a los niños a la lectura de una manera gradual pero persistente. “Leer cuentos primero, sencillos, en blanco y negro, nada complicado, hasta enseñarle nomás fotos de cosas muy sencillas. Con eso se empieza, y luego va pasando a libros de cartón con palabras sencillas, cosas, caras, manos, partes del cuerpo, animales, y entonces se van desarrollando los pequeños cuentos”.

Si uno lee con sus hijos es un tiempo muy especial afirma Flores enfática. “Para descansar, para unirse a su hijo, y también para que el niño o la niña vaya aprendiendo… Y los padres son los primeros y mejores maestros, en casa”. La experta advierte que hay una costumbre muy arraigada de pensar que es la maestra la debe enseñar. “Pero nosotros, como padres y abuelos podemos enseñar también. Y no importa que nivel de educación tenga. Todos podemos hablar, y aumentar el uso de la palabra, el uso del libro, para que cuando ya entren a kinder estén más preparados, estén más listos para aprender lo que la maestra puede enseñar”.

La pregunta es si los distritos escolares están preparados para evitar que los niños que llegan al cuarto grado sin poder leer vayan a parar a las prisiones.

Sí. Es una desgracia que sea esa la realidad para un porcentaje de nuestros alumnos. Tenemos que estar listos para que en el primer momento que entra el niño a la escuela, comunicarnos con sus papás, para que ellos sigan participando”, señala María Flores. “Porque si una mamá lee con su hijo hasta que tenga cinco años, o hasta que entre a Head Start o un programa preescolar, entonces la mamá y el papá pueden seguir ayudando, asistiendo, comunicando, con los maestros”. Y los maestros tiene que abrir las puertas para los padres, advierte Flores. “Aquí en Las Cruces tenemos un programa que se llama West Institute Parent Engagement, en el que nos reunimos con los padres para que aprendan a participar y les ayuden a sus hijos en cada nivel escolar”. Además de esto que el distrito está haciendo, la comunidad tiene que participar también afirma. “Si yo veo un niño o niña que no se está portando bien en un lugar público, puedo ofrecerme a leerle un libro, si da permiso la mamá; o también tener un libro en las salas de espera, donde sea, que tengan los libros a la mano para que los niños puedan divertirse y sentarse con los papás mientras que están esperando”.

ninosChildren’s Reading fomenta la formación de fundaciones o asociaciones sociales para ayudar a los niños rezagados en la lectura. En todas las comunidades donde hay desventaja económica -y no nada más en Nuevo México- es donde se encuentra la necesidad de fundaciones como la suya, advierte Flores: “Nosotros decimos, y creemos que todos los padres, sin importar cuál sea su situación, quieren que sus hijos tengan éxito en la escuela. Y por eso queremos apoyar a esos papás, a esas familias”. Existen muchos casos donde las madres están criando a sus sus hijos solas. Y eso también es falta de recursos, falta de tiempo, señala.

La lectura en voz alta es muy importante, “porque, primero, el niño reconoce la voz de la mamá o del papá; luego es el desarrollo del vocabulario. Porque un niño que tiene cuatro mil palabras, en comparación a un niño que tiene ¡40 mil palabras!, al entrar al kinder, ¿quién va a estar más listo para aprender?”. Flores reitera que el desarrollo del vocabulario es muy importante. “Y una mamá puede no sentirse lista, o preparada; eso no importa. La mamá y el niño pueden ir a la biblioteca. Eso no cuesta nada. Ir a la biblioteca y conseguir libros de cosas que tal vez la mamá no sepa… Por ejemplo, cómo viven los animales…, sobre otros países, otras culturas…, y pueden aprender juntos”.

Con los niños más pequeños, insiste Flores, se empieza con blanco y negro, y luego va aumentando a los colores primarios. “Porque la vista de un bebé se va desarrollando poco a poco, el bebé nomás ve de su brazo a su nariz, entonces va desarrollándose la vista, y puede ver más lejos y puede enfocar mejor”. Y afirma que el niño no nace sabiendo leer. Si van a la biblioteca, le piden asistencia a los que trabajan ahí, y les pueden recomendar los libros más adecuados para las diferentes edades. “Nosotros tenemos gráficas para ver cómo se va desarrollando el niño con las letras, pero no nada más con las letras, sino también los números, las formas, los colores, la naturaleza… Yo puedo enseñar a un niño en cualquier sitio; porque uso lo que está en ese cuarto. Por eso digo que no cuesta nada”.

El gobierno federal anuncia que están poniendo especial importancia en estados donde hay más niños inmigrantes, y hay avances en la relación del gobierno con los estados en este terreno de la educación. Hay muchos ciudadanos en Nuevo México, por lo que tiene un programa preescolar en general para todos los niño. Pero al parecer, “la gobernadora no ha sido muy partidaria de esta iniciativa. Y también, lastimosamente Nueva México es la última en atender el bienestar de los niños, sostiene Flores. “Por eso tratamos aquí en Las Cruces y en el Condado de Doña Ana, de hacer algo más positivo para levantar el bienestar delos niños.

Niños CA1Nada más quiero decirles que yo soy madre de tres hijos, Yo empecé cuando nacieron mis hijos; les leí hasta que tenían ¡12 años! Tanto así me aguantaron mis hijos. Y ahora ha llegado el momento que más gozo, que es cuando le estoy ayudando a mis nietos. Es el momento de mayor cariño y más puro que yo puedo recomendar para cualquier persona. Y no tienen que ser las mamás, los papás. Yo voy a las clases y leo a grupos de niños también. Y si tiene un vecino, alguien que necesite atención… Es lo que puede hacer la comunidad; tenemos que asistir a todas esas familias, y ayudarnos unos a otros para levantarnos toda la comunidad”.

En una entrega anterior publicamos la respuesta de la administración Obama ante esta crisis escolar de retraso en el nivel de lectura en niños del cuarto grado de primaria, donde los niños latinos son los más rezagados.

Por suparte Elizabeth Jiménez, representante de Project2Inspire, California Association for Bilingual Education, Los Ángeles, CA, explica a Chelis López su experiencia sobre la importancia de la lectura para los menores en la educación temprana.

¿Qué has hecho para incentivar la lectura en en los niños, comenzando por tu casa, que es la primera escuela?, pregunta López.

En mi casa, es interesante… tengo dos hijas, una de ocho y una de cinco años, que apenas va a entrar a kinder; y desde pequeñitas yo les he leído, y siempre cuando salíamos y me pedían alguna cosa, y yo siempre trataba de guiarlas hacia que escogieran un libro. Y que ellas lo escogieran, así duraran una hora en la tienda buscando un libro; salían con el libro que a ellas les gustaba…, las llevaba a las bibliotecas, y más que nada a mi siempre me ha gustado mucho la lectura. Así que había momentos en que nos sentábamos, ellas a ojear libros y yo a leer; así que también les daba el ejemplo de que yo continúo con la lectura”.

wednesday-673x324Los resultados saltan a la vista, por ejemplo con la hija mayor, de ocho años, que justamente asiste al cuarto grado, dice Elizabeth Jiménez: Cuando entró a la escuela entró como aprendiz de inglés. Porque a pesar de que yo soy nacida y criada aquí, y hablo inglés, me parece muy importante inculcarle el español; y en la casa solamente hablamos español. Entró a la escuela como aprendiz de inglés, y todos me decían que era lo peor que podía hacer, y al final de año, lo que ha sido kinder, primero y segundo, ella ha sido académicamente la estudiante que destaca más alto en su grado”.

Los padres, que juegan en este esquema un papel importante para el desarrollo de sus hijos, pueden no ser muy amantes de la lectura, o no tener tiempo para dedicarse a ella.¿Cómo hacer para que ellos entren en este grupo de padres que acompañan las lecturas de sus hijos?

Es el diálogo con los hijos, esa conversación. Y ya cuando entren a la escuela, si no podemos leer el libro, preguntarle ¿de qué se trata -el libro-, quién era el personaje principal, qué paso? Porque aparte de que los niños, al nivel del grado que les corresponde, lo que se tiene que asegurar es que estén captando, procesando, como manteniendo un proceso interno sobre lo que están leyendo; así es que les preguntas. También cantarles, contarles historias. Porque es un proceso, de principio, medio y fin. Y cuando los papás les cuentan historias, de cuando estaban chiquitos, de lo que pasó hace años, de cuando nacieron, de cuando se casaron, les están enseñado el proceso de una historia, y la lectura y el vocabulario.

 

Este programa es parte también de American Graduate, Lets Make it Happen, una iniciativa de medios públicos para tratar la crisis de la deserción escolar, con el apoyo de la Corporación para la Difusión Publica.

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