Aprovechando la oportunidad, prisiones enrolan a reos en Obamacare

Marco Vinicio González

Noticiero Latino, Nueva York

foto1De acuerdo con la Casa Blanca, casi un millón de personas se inscribieron el mes pasado a un plan médico bajo la Ley de Salud Costeable, elevando a 4.2 millones la cifra de nuevos usuarios, cuyas inscripciones arrancaron a partir del 1 de octubre del año pasado. Esto significa que por segundo mes consecutivo declinaron ligeramente los esfuerzos de la administración Obama, en comparación con las inscripciones de diciembre y enero, dicen diversas agencias de noticias.

Sin embargo, mientras los ojos de todo mundo se enfocan en estos momentos en el avance que se está registrando en el mercado de intercambios, discretamente las prisiones en muchos condados de los 25 estados que expandieron el Medicaid están aprovechando esta ventaja que brinda a los estadunidenses el gobierno federal, e inscribiendo a sus respectivas poblaciones carcelarias a un plan de salud bajo el Obamacare, como reportamos oportunamente en este espacio

Y es que la Ley de Salud Costeable está redactada en un lenguaje tal que permite adquirir planes de seguros privados a través de los intercambios estatales, para cubrir la atención médica de personas que están en la cárcel esperando juicio, incluso en estados donde no se ha expandido el Medicaid, dicen expertos.

Sólo algunos ejemplos:

Al ser arrestada una persona en Chicago, por posesión de drogas o asalto y al enviársele a la cárcel del condado de Cook, se le toman huellas digitales, fotografías, se le saca una radiografía, y también podrá obtener ayuda para solicitar un seguro de salud, dice un despacho de la agencia Bloomberg News. Allí los internos de la Cárcel están inscritos en Medicaid bajo la Ley de Salud Costeable, como parte del proceso de admisión después de ser arrestados. El condado ha presentado más de cuatro mil solicitudes de los internos desde el pasado 1 de enero.

En Colorado, los presos del estado se están afiliando cuando necesitan hospitalización prolongada; 93 solicitudes de los internos y 149 de personas en libertad condicional se han presentado hasta el momento. En el área de Portland, más de mil 200 presos han sido inscritos a través de los intercambios estatales y obtenido la cobertura de Oregon, mientras que Delaware e Illinois esperan iniciar este mismo proceso pronto, pues con esto transfieren los enormes gastos por este concepto al gobierno federal, reporta por su parte The New York Times.

De acuerdo con un informe elaborado por el Pew Charitable Trusts, 44 estados gastaron seis mil 500 millones dólares en la atención médica de sus prisiones en 2008. En Ohio, la atención de salud para los reclusos tuvo un costo de 225 millones de dólares en 2010, lo que representó el 20 por ciento del presupuesto de correcciones del estado. Hospitalizaciones prolongadas, como tratamiento para el cáncer, ataques al corazón o las largas hospitalizaciones psiquiátricas son especialmente caros. De hecho ha habido casos de centros de detención de inmigrantes que han deportado a indocumentados con padecimientos crónicos que requieren atención médica prolongada y costosos medicamentos por no tener los recursos financieros suficientes -dicen-, para brindar dichos tratamientos médicos de larga duración. El año pasado en esta red de emisoras abordamos el tema.

El Departamento de Correccionales de Colorado dijo al Times que la facturación del Medicaid para la atención hospitalaria le ahorraría millones de dólares al año. Pero aceptan que tienen que coordinar la atención de los presos aun después de su liberación.

Alrededor del 70 por ciento de los reclusos en el estado de Nueva York tienen problemas con la adicción, y el 34% sufre de enfermedades mentales.

El incipiente movimiento que se registra en las prisiones desplazaría hacia el gobierno federal algunos de los gastos que ascienden a más de seis mil 500 millones de dólares en costos anuales en este rubro por parte del Estado, para el tratamiento de los reclusos. Los defensores de la inscripción de reos al Obamacare dicen que también hará más rara la reincidencia, porque los presos liberados con cobertura son más propensos a recibir tratamiento para la enfermedad mental, abuso de sustancias y otras condiciones que pueden conducir a la delincuencia, dice la agencia Bloomberg.

Sin cobertura médica una persona con padecimientos mentales, sin medicamentos y sin recursos económicos -como la mayoría de los reos que obtienen su liberación-, dejados a la buena de Dios tras salir de la cárcel una persona después del primer mes de libertad estaría echando mano de cualquier recurso, inclusive delinquiendo para aliviar su situación; y lo más seguro es que al poco tiempo estaría reincidiendo también en la prisión. Cuesta mucho más mantener a un preso en la cárcel que brindarle tratamiento médico fuera de ella, dicen las autoridades de Colorado. Aunque la mayoría de expertos en el tema de la salud están de acuerdo en que la cobertura médica por sí sola no es suficiente para mantener a los enfermos crónicos por el buen camino.

Los condados en la mitad de los estados son responsables de un cierto nivel de cuidado de los indigentes en los hospitales, muchos de ellos habiendo estado en prisión, así que conseguir reclusos (o exreclusos) matriculados pueden reducir costos, dijo a Bloomberg News Paul Beddoe, director legislativo adjunto de la Asociación Nacional de Condados, con sede en Washington, DC.

Vale anotar que al final de 2012, casi 7 millones de personas en Estados Unidos se hallaban bajo libertad condicional, en probatoria, o de plano encerrados en la cárcel, de acuerdo con la Oficina Federal de Estadísticas de Justicia. Y unos 13 millones de personas se registran en las prisiones de los condados cada año.

Demasiados prisioneros, no, pero eso es harina de otro costal.

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