Un blanco azote, Pax golpea el noreste y el medio oeste del país

De La Redacción

La más reciente tormenta de nieve, Pax, de la cadena que ha azotado al país durante el último mes y medio y que hoy fustiga al noreste había alcanzado hasta esta mañana la penosa cifra de 21 muertos y decenas de heridos. Uno de estos muertos ha sido probablemente una mujer embarazada que fue atropellada en el estacionamiento de un supermercado en la ciudad de Nueva York, por un pesado camión con pala para limpiar la nieve, por la mala visibilidad, dijo el chofer. Casi un millón de hogares y negocios permanecen sin electricidad nada más en esta zona del noreste, cubierta en algunos lugares hasta por más de un pie y medio de nieve, reportan agencias y el servicio meteorológico.

El sistema afectó igualmente el tráfico aéreo, forzando la cancelación de unos 7 mil 100 vuelos hasta ayer jueves, de acuerdo con el portal electrónico FlightAware.com. Pero en lo que va de este ciclo invernal que comenzó en diciembre, 75 mil vuelos han sido suspendidos hasta las primeras horas de este viernes.

En estados del sur de la costa atlántica que fueron afectados por las nevadas y los fuertes vientos helados en los primeros días de la semana, que causaron embotellamientos y accidentes carreteros donde cientos de personas quedaron varadas en ocasiones hasta por 20 horas, muchas de las cuales abandonaron sus vehículos en algunas carreteras para salvarse del frío. Las autoridades no pudieron remolcar ni multar a tantos. Estas ciudades que las tormentas dejaron atrás hace días, se concentraban esta mañana todavía en la limpieza de rutas y carreteras principales, con el temor de que si no actúan rápido se formarán en las próximas horas capas de hielo muy peligrosas, por resbaladizas, lo que ya ocurre desde hace días en varios lugares.

En la ciudad de Nueva York, donde en lo que va del año han caído siete tormentas y se ha declarado cuatro veces el estado de emergencia, estas nevadas pusieron incluso a prueba al flamante alcalde, Bill de Blasio, en cuanto a su capacidad esta vez de actuar con rapidez en las tareas de limpieza de las calles. En la primera nevada, que dio la bienvenida a Blasio porque sucedió la mañana siguiente a la juramentación, el alcalde fue recibido por una tormenta de críticas provenientes principalmente de residentes de vecindarios pudientes en la ciudad, cuya limpieza fue dejada al parecer para el último momento, dando prioridad a los barrios más populares. Por cierto que pasada apenas la nevada de ayer, a primera hora de la mañana y como lo ha venido haciendo en cada una de las tormentas que han golpeado últimamente a Nueva York, de Blasio se encargó él mismo de palear la nieve a la entrada de su casa, ante la risilla nerviosa del policía y de un potencial guardaespaldas de de Blasio que custodian el frente de esa morada, que lo veían de reojo según pudimos ver en la televisión.

Existen problemas de transportación por lo intransitable de las arterias de esta y otras ciudades del noreste y del Medio Oeste del país, y con el tendido eléctrico que muchas veces cede al peso de la nieve acumulada sobre el cableado, ocasionando no sólo el colapso del suministro sino en ocasiones hasta incendios. La falta de suministro eléctrico en esta zona es muy peligrosa por las bajas temperaturas y la falta de calefacción.

Para muchos taxistas sin embargo, pero sobre todo para hombres desempleados en las calles, la acumulación de nieve y su inminente conversión en hielo, que ha dejado sepultados a miles de autos estacionados a las orillas de las calles se ha convertido en un negocio aparentemente rentable, en el que cobran de 10 a 30 dólares -según el grado de dificultad- por desenterrar autos estacionados.

La escacés de sal se ha convertido en un verdadero problema, pues resulta muy difícil de conseguir. Las ciudades comienzan a denunciar este problema, y algunos piensan que se pudiera estar tratando de una práctica especulativa en el comercio.

Mantener las escuelas públicas abiertas se ha vuelto también un verdadero problema. Pues los alcaldes no saben si suspender el día de clases por las bajas temperaturas para no exponer a los estudiantes y sus familias a los peligros de transitar por las calles, o considerar a los padres trabajadores que se ven de pronto ante la calamidad de buscar quién les cuide a sus hijos pequeños mientras trabajan, un servicio que en en todo el país suele ser muy caro. La defensa de esta necesidad, más el argumento de que cada día que los ‘chiquillos’ no van a la escuela es un día que dejan de aprender, como declaró la Canciller Escolar de Nueva York, Carmen Fariña, provocó airadas reacciones entre muchas familias conservadoras.

Hablando de gastos dejados por esta temporada de tormentas a partir de diciembre, se estima que en en todo el noreste se han  perdido 25 mil millones de dólares. Y ayer la ciudad de Nueva York anunció que para limpiar esta última nevada tendrá que agregar al presupuesto regular casi cien millones de dólares más.

Se espera que la nieve vuelva mañana sábado. Sus consecuencias son de pronóstico reservado. Las autoridades recomiendan  por todos los medios a la población que no salga de casa, a no ser estrictamente necesario, como para ir a trabajar, por ejemplo.

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