Ante las dilaciones de la Cámara de Representantes en agendar un voto para la reforma migratoria, los partidarios de ésta pusieron en marcha un esfuerzo de presión de última hora. Más de cien mujeres, entre ellas líderes destacadas de los derechos de los inmigrantes y mujeres indocumentadas, bloquearon la calle frente al Congreso y se hicieron arrestar. La acción de desobediencia civil buscaba presionar a los republicanos y llamar la atención del país sobre la situación de millones de familias que viven en las sombras. José López Zamorano tiene más detalles desde la capital de la nación.
Se escucha una canción sobre las deportaciones…
La voz de las mujeres -abuelas, hijas, hermanas- sonó con fuerza afuera del Capitolio.
La música se mezcla con la consigna: “Mujeres Unidas, Jamás Serán Vencidas”
Con las manos entrelazadas las mujeres formaron un simbólico circulo de la vida frente al Capitolio, y bloquearon la entrada vehicular al recinto para propiciar su arresto ante la mirada de algunos pocos legisladores y personal de los edificios legislativos.
“Soy una mujer indocumentada que ha vivido 20 años en la sombra. Realmente ya no tengo temor, el temor lo vivo todos los días”, dice María Hernández.
Hernández es madre de tres hijos y viajó desde California para traer un mensaje personal a los legisladores.
“Ya es tiempo, hemos esperado mucho por una reforma migratoria y queremos que se incluya a la mujer, siempre se ha excluido a la mujer”
El acto de desobediencia civil fue un acto cargado de simbolismo. Las mujeres y los menores de edad representan cerca de tres de cada cuatro inmigrantes en Estados Unidos.
Se escuchan cánticos mientras llega la policía para esposarlas…
Doña Mariana también lleva dos décadas en este país desde que llegó de El Salvador. Tenía el estatus de protección temporal (TPS) pero no tuvo dinero para renovarlo y se quedó indocumentada. Doña Mariana dice no tenerle miedo a la deportación:
“No. Me voy para mi país. Pero es bueno luchar por los que viven aquí porque quieren vivir aquí. Yo en mi caso ya no quiero vivir aquí (risas)”
Su desafío a las autoridades le costó la libertad temporal y la de sus compañeras de viaje. Pero algunas creen que la movilización y la presión pública es la única manera de atraer la atención del Congreso y de crear conciencia entre el público.
Iralia Sánchez fue levantada del círculo y esposada, pero tuvo tiempo de declararse orgullosa de su participación, conforme era llevada a una camioneta de la policía.
-¿Cómo se siente?
-Todavia bien, fuerte, para que el Congreso firme la ley migratoria.
Medea Benajmín, lider el grupo CodePink asistió al acto de desobediencia como observadora. No podía darse el lujo de ser arrestada dos veces el mismo mes, pues hace unos días encabezó una protesta contra la guerra.
“Cuando la gente se levantó contra la guerra de Siria, a decir ‘No’, los congresistas, incluidos los republicanos que siempre quieren la guerra, dijeron que no estaban a favor. Yo creo que tenemos que hacer lo mismo en la cuestión de migración”, dijo Benjamín.
La acción tuvo el respaldo de líderes como Clarissa Martínez, del Consejo Nacional de la Raza (NCLR).
“Es una forma de participación democrática que obviamente sirve para llevar el mensaje a los miembros del Congreso, que parecen estar muy a gusto sentados en sus laureles”, señaló.
El congresista demócrata Xavier Becerra fue testigo de la movilización cuando cruzaba la calle de su oficina hacia el Capitolio. Opina que es una forma legítima de lucha:
“Mientras que se haga de una manera pacífica y siga las normas de este país…, adelante”
Los partidarios de la reforma migratoria creen que aún es posible un voto final en 2013. Dicen que no bajarán la guardia y afirman que esto fue sólo una preparación para la movilización nacional del 5 de octubre en 96 ciudades del país.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, Texto y Fotro de José López Zamorano.