Marco Vinicio González
A menos de dos semanas de que el juez federal designado por el expresidente Trump, Matthew J. Kacsmaryk, en Amarillo, Texas, emitiera un fallo para limitar el acceso a la píldora abortiva mifepristona, argumentando que la Administración de Medicinas y Alimentos, la FDA no siguió los protocolos adecuados cuando aprobó el medicamento en el año 2000, la corte Suprema puso una pausa de dos días para que el acceso al medicamento siga vigente por ds días más.
En una breve orden el juez Samuel A. Alito anunció que la corte extendería su suspensión hasta el viernes por la noche, dando a la corte más tiempo para considerar el caso, permitiendo que por los siguientes dos días la mifepristona permanezca ampliamente disponible, dando a los jueces más tiempo para considerar el caso.
El mismo 7 de abril el juez federal, Thomas O. Rice en el estado de Washington, designado por el expresidente Obama y con el mismo rango en la jurisprudencia que Kacsmarky, emitió un fallo contradictorio en una demanda diferente que impidió que la FDA limitar la disponibilidad de la mifepristona en gran parte del país.
En la demanda del juez Kacsmaryk, en representación de organizaciones médicas y algunos doctores que se oponen al aborto, argumenta que la FDA también había ignorado los peligros de la droga en los años posteriores, desafiando la aprobación de la píldora.
El aborto con medicamentos es un régimen de dos medicinas que se usan típicamente en las primeras 12 semanas del embarazo; primero la mifepristona, que bloquea la progesterona, la hormona que permite se desarrolle un embarazo; y el segundo, el misoprostol, tomado uno o dos días después, que provoca contracciones y ayuda al útero a expulsar su contenido.
La administración Biden le entró al debate y apeló inmediatamente el fallo del juez federal en Texas, y un panel dividido de tres jueces de la Corte de Apelaciones para el Quinto Circuito, con sede en Nueva Orleans, anunció que la mifepristona podría seguir siendo legal y disponible mientras la demanda se abre camino en tribunales. En su escrito, el gobierno argumentó que la decisión tuvo consecuencias radicales, no sólo para el acceso a la píldora abortiva sino también para la industria farmacéutica en general.
De hecho la industria que produce la mefiprestona, los Laboratorios Danco se pronunció también contra limitar el acceso a la píldora con el argumento de que los demandantes reelaboraría radicalmente la jurisprudencia vigente. Y señalando que cualquier otro medicamento podría estar expuesto a una prohibición simplemente porque a un juez, que no es experto necesariamente en medicina, no le guste tal o cual medicamento.
«En ausencia de una suspensión, las órdenes nacionales sin precedentes de los tribunales inferiores alterarían el régimen regulatorio que rige un medicamento que la FDA determinó que era seguro y efectivo bajo las condiciones aprobadas, y que ha sido utilizado ampliamente por más de cinco millones de mujeres estadunidenses en las últimas dos décadas», escribió en la procuradora general Elizabeth B. Prelogar, representante de la FDA, reporta The New York Times■